El Supremo imputa a Ábalos por el caso Koldo y le abre un nuevo frente al Gobierno
El alto tribunal ha aceptado abrir causa tras la exposición razonada que remitió hace unos días el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno tras confirmar el apoyo de la Fiscalía Anticorrupción
El Tribunal Supremo ha acordado abrir una investigación contra José Luis Ábalos y, con su decisión, también le abre un nuevo frente judicial al Ejecutivo. Varias de las líneas de investigación sobre la trama bautizada con el nombre del que fuera asesor del exministro de Fomento, Koldo García, salpican ya a miembros del Gobierno y alcanzan hasta al presidente, al que la red bautizó como "el uno", como se desprende de las conversaciones intervenidas.
El alto tribunal ha aceptado abrir causa tras la exposición razonada que remitió hace unos días el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, y tras confirmar el apoyo de la Fiscalía Anticorrupción, que ya se mostró en un informe, favorable a que el TS iniciara el procedimiento. Aunque la imputación no se concretará hasta la citación, la decisión adoptada ya la anticipa.
El TS ha designado como instructor al magistrado Leopoldo Puente y determina que el procedimiento contra personas no aforadas continúe en la Audiencia, salvo cuando exista una conexión material inescindible entre investigados y el aforado. En su auto, precisa que se aprecian indicios de un delito de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, de cohecho y de malversación contra el exministro. Asimismo, el auto de la Sala dispone que la Audiencia remita al Supremo "cuantos datos resulten de las diligencias que se practiquen y que tengan relación con los hechos atribuidos provisionalmente a la persona aforada ante esta Sala".
El auto de la Sala, del que ha sido ponente el magistrado Andrés Martínez Arrieta, destaca que resulta "imprescindible" continuar la investigación. Arrieta menciona la actividad de la trama en "aspectos relacionados con la adquisición, por vía de urgencia y emergencia, de material sanitario, mascarillas, trajes especiales y laboratorios para identificar vestigios de la enfermedad" y las prebendas que percibió Ábalos, como la compra de un chalet en Cádiz o el pago del alquiler de una vivienda.
Además, precisa que se han localizado "otras actuaciones de intermediación y gestión de intereses de la organización referidas a otras actividades" que, en la medida en que están relacionadas con entidades o personas que han podido intervenir en los hechos objeto de esta investigación, y con el aforado, deben ser investigadas.
Air Europa y caso Delcy
Tanto el juez instructor de la Audiencia Nacional como el fiscal, consideran que el exministro jugó un papel fundamental para la actividad de la red. En origen, la investigación se centró en la compra a dedo de mascarillas durante la pandemia, pero el papel del empresario Víctor de Aldama en el funcionamiento de la red ha provocado que aparezcan nuevas subtramas como las gestiones realizadas para el rescate de Air Europa o los vínculos del comisionista con la vicepresidenta venezolana Delcy García y la organización de la visita de la mandataria a pesar del bloqueo de la UE que prohibía que pisara territorio español.
El Supremo concreta, además, que aborda el procedimiento por medio de la reapertura de una causa del año 2021, en la que se analizó la denuncia de un abogado contra Ábalos, y en la cual el Supremo declaró su competencia, pero ordenó el archivo. En marzo de este año, dicho abogado pidió la reapertura de la causa, y se le contestó por providencia en el mes de septiembre que se estaría a la espera del resultado de la investigación que por los mismos hechos se seguía en la Audiencia Nacional.
El Tribunal Supremo ha acordado abrir una investigación contra José Luis Ábalos y, con su decisión, también le abre un nuevo frente judicial al Ejecutivo. Varias de las líneas de investigación sobre la trama bautizada con el nombre del que fuera asesor del exministro de Fomento, Koldo García, salpican ya a miembros del Gobierno y alcanzan hasta al presidente, al que la red bautizó como "el uno", como se desprende de las conversaciones intervenidas.