Voto a los 16 años, choque con la Iglesia e impuesto a las herencias: el PSOE busca apuntalar su flanco izquierdo

El PSOE quiere dar la batalla por el flanco izquierdo para apuntalar su suelo electoral y tener opciones de seguir en el poder cuando llegue el próximo ciclo electoral. Es lo que se puede deducir de la ponencia marco que han elaborado los socialistas para el 41º Congreso Federal del partido, que se celebrará en Sevilla entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre. El documento sienta las bases de la línea política que seguirá el PSOE en los próximos años, aunque es cierto que todavía deberá debatirse durante el cónclave previsto en la capital andaluza en menos de dos meses. Pero el esbozo que hecho público la dirección del partido este martes aboga por quedarse con algunas de las banderas que han defendido en los últimos tiempos las formaciones situadas a la izquierda del PSOE.

Una de las propuestas más llamativas de este paquete es la rebaja de la edad necesaria para poder votar en unas elecciones generales, que pasaría de los 18 a los 16 años con el objetivo de "ampliar la participación ciudadana en los procesos democráticos". Es cierto que se trata de una idea que ya circulaba en los postulados de las Juventudes Socialistas, pero ahora es el PSOE quien retoma esta idea que esgrimió, por primera vez, el malogrado Íñigo Errejón. Fue una de las iniciativas estrellas del ya exportavoz de Sumar cuando intentó expandir el éxito de Más Madrid a todo el país y se presentó a las generales de noviembre de 2019 con Más País. Cinco años después fue Sira Rego, ministra de Juventud y dirigente de IU, quien retomó la propuesta durante un debate en el Senado, el pasado abril, aunque ahora el PSOE la incluye en su cónclave federal.

No es la única iniciativa estrella del espacio de la izquierda que los socialistas recogen en la ponencia del Congreso. De hecho, recuperan una de las principales medidas de Yolanda Díaz en la campaña de las elecciones generales de julio de 2023 y sobre la que ha girado su acción como vicepresidenta y ministra de Trabajo. Se trata de la reducción de la jornada laboral desde las 40 horas semanales a un límite de 36. El documento difundido por Ferraz este martes aboga por llegar a esta meta antes de 2030, que es el horizonte temporal que plantea la ponencia en la mayoría de sus postulados. Y el dato se conoce justo cuando el pleno de la CEOE ha rechazado la oferta remitida por Díaz en esta materia.

"La reducción de la semana laboral a 37,5 horas es un paso enorme, pero debemos ir más allá", apuntan los socialistas, que se ponen por objetivo negociar con los agentes sociales para llegar a esas 36 horas "que tienen ya los países más avanzados de Europa". Este punto de la ponencia también incluye la aprobación de una "Ley de Usos del Tiempo" para hacer "obligatorias" la flexibilidad horaria, la concentración de la jornada laboral en horario de mañana y el teletrabajo. Se trata de iniciativas de que Yolanda Díaz ha convertido en su seña de identidad, sobre todo en medio de la crisis orgánica en la que está inmerso Sumar y que han puesto en tela de juicio el crédito político de la vicepresidenta.

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Dentro del plan de reforma fiscal que dibuja la ponencia del congreso de Sevilla destaca la creación de un impuesto estatal sobre las grandes herencias, una idea a laque el PSOE se había mostrado reacio hasta ahora. Este tributo está pensado para ejercer como un "impuesto mínimo" y contrarrestar las bonificaciones que han puesto en marcha las comunidades autónomas del PP sobre el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

A principios de este año, el portavoz económico de Sumar, Carlos Martín Urriza, defendió en el Congreso la necesidad de poner en marcha este nuevo tributo y recibió un sonoro portazo de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. La también vicepresidenta primera aludió entonces al pacto de coalición entre el PSOE y Sumar para descartar la posibilidad de este nuevo tributo, ya que no figuraba en el acuerdo de Gobierno firmado en octubre de 2023. El pasado 19 de octubre, fuentes de la formación magenta alejaron la entente para los Presupuestos Generales del Estado de 2025 precisamente por las diferencias entre los socios del Ejecutivo en materia impositiva, sobre todo en lo que respecta a los impuestos a la banca y las eléctricas.

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La ponencia del 41º congreso federal del PSOE incluye otras iniciativas fiscales como un aumento del impuesto del Patrimonio de los "megarricos" hasta el 5%, una tributación mínima del 50% en la tarifa general del IRPF para rentas superiores a los 300.000 euros y un aumento en la tributación del capital para equipararla con las rentas del trabajo por medio de un crecimiento del tipo marginal máximo hasta el 30% "en línea con la mayoría de economías europeas".

El choque con la Iglesia Católica

El viraje del PSOE en su debate ideológico también alude a la relación del Estado con la Iglesia Católica, un asunto recurrente en las promesas socialistas. En esta ocasión, la ponencia del congreso de Sevilla no alude al Concordato de 1953 con la Santa Sede, pero sí al acuerdo firmado en 1979 sobre asuntos relacionados con la educación y el patrimonio cultural.

La alusión a esta entente se incluye dentro del apartado de blindaje de los "avances logrados por la sociedad española en lo que va de siglo". Los socialistas apuestan así por incluir en la Constitución el matrimonio entre personas del mismo sexo, el derecho al aborto, la paridad o el "derecho a la seguridad climática". Dentro de su defensa de la "laicidad del Estado", el PSOE contempla derogar el citado acuerdo, que es el que blinda que la educación en España "será respetuosa con los valores de la ética cristiana" y regula cómo se imparte la asignatura de religión en los colegios, dando primacía a la Iglesia Católica en asuntos como la elección del profesorado, así como el papel de la Iglesia en los medios de comunicación.

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La apuesta por este tipo de políticas, propias de las fuerzas a la izquierda del PSOE, se produce en un contexto de crisis en el espacio a raíz de la caída de Íñigo Errejón por las denuncias que ha recibido de acoso machista. Las noticias sobre el exportavoz parlamentario de los magentas llegan después de varios batacazos electorales de Yolanda Díaz, con las elecciones europeas del pasado junio como principal ejemplo. Y también de un nuevo capítulo de las luchas de la izquierda después del divorcio entre los magentas y Podemos a finales de 2023, aunque el nuevo líder de IU, Antonio Maíllo, está enfrascado en el enésimo intento de reconciliación.