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El PP se distancia de Mazón mientras cunde la incertidumbre por su futuro: "Está superado"
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CONSECUENCIAS DE LA DANA

El PP se distancia de Mazón mientras cunde la incertidumbre por su futuro: "Está superado"

Feijóo exige al Gobierno que active la emergencia nacional para que Marlaska asuma la gestión de la crisis en lugar de la Generalitat. "No estamos en la burocracia ni en el debate de competencias", responden en el Ejecutivo valenciano

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto al presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. (Europa Press/Elena Fernández)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto al presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. (Europa Press/Elena Fernández)
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Alberto Núñez Feijóo hizo este lunes un movimiento de calado ante una situación completamente excepcional. Además de rebajar notablemente el tono, virar de nuevo hacia la moderación y apelar a la "unidad" política, el líder del PP solicitó elevar el nivel de protección civil para centralizar la gestión de la crisis de la DANA en el Gobierno y despojar, con ello, a la Generalitat de sus competencias. La estrategia de fondo de Génova pasa por arrastrar al Ejecutivo a la crisis y que éste "asuma alguna responsabilidad", pero a costa de exhibir la incapacidad de Carlos Mazón de hacerse cargo de la magnitud de la catástrofe.

En el partido recorre una sensación de incertidumbre por el futuro político del presidente de la Generalitat que se ha acrecentado con el paso de los días. "Está superado", coinciden distintas fuentes consultadas. Nadie se atreve a poner la mano en el fuego por la continuidad del dirigente cuando la tormenta amaine o cómo afectará a su liderazgo. "Esto se lo puede llevar por delante", admiten altos cargos de la formación. Otras voces, a nivel territorial y parlamentario, apuntan a la "sensación" de una "gestión desastrosa", tanto por parte del Gobierno como de la Generalitat. "Va a ser duro lo que venga, y nadie sabe por dónde va a derivar", ratifican, conscientes de la dificultad del momento político y personal de su compañero de partido.

Entre los dirigentes consultados hay coincidencia en que Mazón "se equivocó" al aferrarse al mando y no solicitar la declaración de emergencia nacional "desde el primer día" porque la catástrofe "estaba por encima de sus capacidades". "No es sólo él, es que no hay comunidad que pueda afrontar algo así", reiteran fuentes territoriales. Antes del toque de corneta de Feijóo, distintos presidentes autonómicos, como Juanma Moreno o Alfonso Fernández Mañueco, ya habían verbalizado en público que la gestión de la crisis requería activar el nivel de alerta tres, y ser dirigida por el Gobierno. Como publicó El Confidencial, la gestión del presidente de la Generalitat desconcertó también al PP valenciano por la sensación de "caos" derivado de su "falta de equipo".

Las disonancias en el discurso de Feijóo y Mazón han sido una constante desde que se tuvo constancia del calibre del desastre humanitario. El jueves 31 de julio, y pese al shock inicial por la tragedia, el líder del PP se trasladó a Valencia para exhibir un cierre de filas total con la gestión de su barón autonómico. Las críticas ya empezaban a arreciar con fuerza en el tejado de la Generalitat por la tardanza en el envío de las alertas a la ciudadanía. Y Feijóo, ayudado por Page, intentó levantar un muro para proteger a Mazón y redirigir la responsabilidad al Gobierno. "Sé de la soledad de un presidente autonómico que no tiene todas las herramientas", señaló.

Foto: Carlos Mazón en su visita al centro del 112. (Europa Press/Rober Solsona)

El presidente de la Generalitat no tardó en ensombrecer el discurso de su jefe de filas y optar por una estrategia muy distinta. Sólo unas horas después, exhibió sintonía con Sánchez y le agradeció públicamente su "rapidez" y "cooperación". En el partido hay voces que no vieron con buenos ojos que Feijóo atajase los primeros compases de la crisis abriendo fuego contra Moncloa, pese a que algunos sectores del PSOE ya habían disparado también contra Mazón y contra el PP. Pero la ciudadanía seguía en shock y demandaba de forma desesperada aparcar la confrontación política y volcarse en una ayuda que tardó en llegar.

Génova bajó la intensidad con el paso de los días. El fin de semana optó por un perfil bajo, sólo interrumpido por varios mensajes en redes sociales en los que comenzaba a cocinar la petición de la declaración de emergencia nacional, una posición que Mazón desoyó. El presidente de la Generalitat optó por un modelo de "cogobernanza" con el Gobierno, integrando a siete ministros en cinco grupos de trabajo, pero sin ceder el mando al Ejecutivo. Y el Gobierno comparte esa tesis. "La cooperación es el camino que aconsejan los expertos", declaró el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que descartó activar también la emergencia nacional.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante una rueda dep rensa posterior a la reunión del Comité de Dirección del PP (EFE / Zipi)

El domingo, tras los episodios de altísima tensión en Paiporta, el grueso del PP se volcó en la defensa de los Reyes por aguantar el chaparrón de una muchedumbre indignada que les había recibido, tanto a ellos como a Sánchez y a Mazón, con una hilera de insultos y con lanzamiento de barro y objetos. A diferencia de los monarcas, el jefe del Ejecutivo abandonó la comitiva tras ser agredido. Pero el presidente de la Generalitat, que también fue diana de la ira vecinal, sí acompañó a Felipe VI y a la Reina Letizia a lo largo del accidentado recorrido. Ni Feijóo, ni los miembros de la dirección, ni otros líderes autonómicos defendieron el papel de Mazón ni mencionaron los insultos a los que también se había expuesto el president.

El estallido de indignación social en el epicentro de la devastación sirvió de punto de inflexión a una clase política que, ya el lunes, se comprometió a "trabajar juntos" y a aparcar la contienda partidista. Durante una declaración institucional sin preguntas, Feijóo tendió la mano a Sánchez, comprometió sus votos en el Congreso para ayudar a la reconstrucción y aseguró que no caería en "nuevas críticas" al Gobierno. El medido discurso del líder del PP chocó, de nuevo, con el de Mazón, que sólo unas horas antes había pasado a la ofensiva contra el Ejecutivo descargando la responsabilidad de las alertas en la Conferencia Hidrográfica, acusación que la Moncloa desmintió.

En esa misma comparecencia, Feijóo solicitó a viva voz al Gobierno la declaración de emergencia nacional pese a ser consciente de que ese mecanismo apartaría a Mazón de la crisis, y situaría al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al frente del operativo. Génova sitúa esa responsabilidad en el Gobierno, aunque el artículo 29 de la Ley de Protección Civil establece que la activación de la "declaración de interés nacional" corresponde al Gobierno, "bien por propia iniciativa o a instancia de las comunidades autónomas o de los delegados de Gobierno" en las mismas. La dirección nacional contradice el criterio de Mazón que, por el momento, declina solicitar dicha emergencia.

Fuentes de la dirección nacional del PP aseguran que Feijóo ha trasladado al presidente autonómico su apuesta por un "modelo" que "defendimos desde el primer día". El líder del PP "ha dicho lo que él habría hecho si fuera presidente del Gobierno de España", insisten, trasladando la responsabilidad al tejado de Sánchez aunque salpique, indirectamente, al dirigente valenciano. Preguntados por la propuesta de Feijóo, fuentes de la Generalitat se limitan a afirmar que "no estamos en la burocracia ni en los debates de competencias o de declaraciones que le corresponden al Gobierno. Estamos en el trabajo diario, las ayudas y la mejor coordinación de todos".

Alberto Núñez Feijóo hizo este lunes un movimiento de calado ante una situación completamente excepcional. Además de rebajar notablemente el tono, virar de nuevo hacia la moderación y apelar a la "unidad" política, el líder del PP solicitó elevar el nivel de protección civil para centralizar la gestión de la crisis de la DANA en el Gobierno y despojar, con ello, a la Generalitat de sus competencias. La estrategia de fondo de Génova pasa por arrastrar al Ejecutivo a la crisis y que éste "asuma alguna responsabilidad", pero a costa de exhibir la incapacidad de Carlos Mazón de hacerse cargo de la magnitud de la catástrofe.

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