Errejón, ese diputado del que me habla: Sumar y Más Madrid luchan por enterrar un legado tóxico

El escándalo de Íñigo Errejón, acusado de agresión sexual, ha desatado una frenética carrera de los partidos a la izquierda del PSOE por enterrar el legado tóxico de quien era, junto a Yolanda Díaz, su representante más famoso. Nadie parece ahora conocer al exportavoz del grupo parlamentario de Sumar. La formación decidió esta semana apartar a sus dos colaboradores más próximos —su asesora personal en el Congreso y su escolta— y tramitar su expulsión para regenerar los tejidos. Dos salidas que se suman a la de Loreto Arenillas, señalada como única responsable de no haber actuado antes tras la denuncia por los hechos ocurridos en un concierto en Castellón. Aunque el cortafuegos no ha servido de mucho. Y sigue pesando la idea de que un manto de silencio lo cubrió todo por la cercanía de las elecciones generales de 2023.

Esta semana, Más Madrid y Sumar han seguido forcejeando sobre la responsabilidad de haber mantenido en el cargo a quien había dado muestras de comportamientos impropios desde hacía muchos años. Díaz descargó el lunes todo el peso de la culpa en la formación de Mónica García, por haber iniciado una investigación informal, que zanjaron sin más. Mientras tanto, Más Madrid acusa a la vicepresidenta del Gobierno de haberlo encumbrado a la portavocía en el Congreso pese a saber de sus problemas de conducta. Como espectador principal, Podemos, que también recibe críticas por el affaire Errejón: "Tiene mucha jeta y son muy cínicos porque hemos compartido grupo hasta ayer", recalcan las voces consultadas.

La gestión de la crisis interna ha sido caótica. Con Yolanda Díaz, de viaje institucional en Colombia, fueron los ministros de Sanidad y Cultura los encargados de coordinar una salida ordenada que fue todo menos pacífica. Fuentes, al tanto, de las conversaciones relatan discusiones subidas de tono entre Mónica García y Ernest Urtasun. La relación de confianza está mermada, también, con la vicepresidenta y ministra de Trabajo, mientras el ajuste de cuentas continúa.

La falta de coordinación fue tal que ni siquiera se informó al secretario general del grupo parlamentario, Txema Guijarro, de la investigación interna abierta sobre su portavoz. Guijarro reconoció el martes que se enteró de todo por el mensaje público de Errejón, pese a que se había pasado toda la mañana encerrado con él organizando los asuntos parlamentarios.

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"Mónica e Íñigo no tenían relación. ¿Alguna vez los has visto hablar? Toda su comunicación era por Sumar", subrayan en el entorno de la ministra de Sanidad y líder de la formación madrileña, mientras insisten en que la aportación económica que donaba como diputado era a Sumar, no a ellos.

Según estas fuentes, el vínculo político y personal con Errejón se cortó un año y medio antes de las elecciones generales de 2023. Incluso, las mismas voces relatan que el entonces diputado de Más País fue expulsado de un acto electoral de las autonómicas y municipales. Ocurrió en San Isidro. "Llegó borracho y se le pidió que se fuera", aseguran. Otras fuentes testigo de aquello confirman que la explicación dada fue que estaba "afectado por la medicación" que tomaba por sus problemas de adicciones y por los que seguía terapia desde hacía varios meses. Distintos miembros de los partidos que integran ese espacio señalan como otra prueba de su toxicidad el hecho de "en el equipo que trabajaba con él estaban todos con ansiolíticos".

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Desde Sumar señalan a su vez que casi todo el núcleo de colaboradores más estrechos a Errejón está integrado en Más Madrid. Así, en la noche de la famosa "patada voladora" a un señor en Lavapiés, en 2021, de la que fue judicialmente absuelto, le acompañaban tres amigos. Dos de ellos forman hoy parte del equipo de Sanidad. Se trata de Alberto Oliver Gómez de la Vega, "Oli", amigo desde la infancia de Errejón, diputado durante cuatro legislaturas en la Asamblea de Madrid y nombrado hace tres semanas director de una fundación adscrita al Ministerio de Sanidad, y Héctor Tejero, que fue su jefe de gabinete durante los hechos de la agresión en Castellón, y hoy es asesor en el equipo de la ministra, Mónica García. "Todo esto es muy injusto para Mónica. Ella no sabía nada y está destrozada", señalan en su núcleo cercano, donde tratan de dibujar un cortafuegos sobre la líder de Más Madrid.

Pero Errejón le ha abierto una herida mortal a Sumar, el proyecto que lanzó Yolanda Díaz hace un año y medio y que muchos dan por amortizado. Estaba previsto que el partido celebrase a mediados de noviembre una asamblea para fijar sus estatutos y resolver el liderazgo tras la dimisión de Díaz por el fracaso electoral de las europeas y autonómicas de Galicia y Euskadi. Pero esa cita está en el aire. Errejón era el encargado de la ponencia política. Ahora Sumar busca portavoz del grupo en el Congreso y cabeza estratégica.