Feijóo traza una 'pinza' con Page para exculpar a Mazón tras la catástrofe de la DANA
Génova trata de acotar la erosión política del presidente de la Generalitat y cierra filas con su gestión de la crisis. Defiende que Mazón "no tuvo un proceder distinto" al del barón del PSOE, que echa un capote a su homólogo valenciano
La riada más devastadora y mortífera del siglo se ha cobrado la vida de cientos de personas y ha provocado daños milmillonarios en infraestructuras. Valencia trabaja a contrarreloj para volver a una normalidad que tardará en llegar. Ahora la prioridad es encontrar a los desaparecidos, identificar fallecidos y hacer frente a los gravísimos estragos. Pero el alcance de la catástrofe, las alertas tardías o los discursos confusos comienzan a dar munición para politizar la DANA e iniciar la búsqueda de responsables. Y el primer dirigente que se encuentra en el ojo del huracán no es otro que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Hacia él se dirigen de forma inequívoca todas las miradas.
El líder valenciano sigue volcado en las labores de reconstrucción y acompañamiento a familiares de las víctimas, en coordinación con el Gobierno. No ha entrado de modo alguno a la batalla política ni a los reproches por la carga de responsabilidad que ya se han cruzado PSOE y PP. Pero Feijóo sí ha comenzado a trabajar en una estrategia de defensa y a construir un muro sobre el que impacten futuros misiles procedentes del lado izquierdo del tablero. Aunque el desgaste parece inevitable por la magnitud de la tragedia humana y material, el líder popular trató de poner coto desde el primer minuto a la erosión política del barón que recuperó la Comunidad Valenciana —emblema clave del poder territorial del PP— tras ocho años de poder socialista.
Hasta el momento, el cierre de filas del PP con Carlos Mazón y con su gestión ha sido total. Algunos de sus compañeros autonómicos trasladan que el líder valenciano está completamente "desolado", y empatizan con su modo de proceder. "Es muy difícil", contesta un presidente regional. Pero la pieza clave para contrarrestar las críticas que ya comenzaban a arreciar por parte de algunos cargos del PSOE era el barón socialista Emiliano García-Page. Aunque la zona cero de la catástrofe ha sido Valencia, Castilla-La Mancha ha sufrido también la ira de la DANA que ha arrasado distintos puntos de la región y ha dejado un muerto y varios desaparecidos.
Feijóo actuó rápido. Y tejió una red de unidad entre líderes autonómicos de distinto signo. Además de las conversaciones con Mazón y otros presidentes autonómicos del PP cuyas regiones han sido golpeadas por el temporal, el martes telefoneó a Page. Y el miércoles por la tarde apareció en Letur (Albacete) junto al líder de Castilla-La Mancha. Ambos se recibieron con un abrazo. La fotografía se produjo cuando los efectivos de emergencia aún trabajaban a contrarreloj para rescatar a personas atrapadas y buscar a los desaparecidos. Se adelantó a Sánchez, que aún no había acudido.
La dirección de Génova ha ido desmintiendo "los bulos" vertidos por algunas voces socialistas contra Carlos Mazón. La más repetida es la decisión a principios de legislatura de suprimir la Unidad Valenciana de Emergencias, un organismo que nunca llegó a crearse por parte de la administración de Ximo Puig, y que el líder popular descartó implementar. Interior publicó también un comunicado en el que situó toda la responsabilidad en el tejado de la Generalitat, que tiene las competencias en la gestión de los planes territoriales de protección civil y, por tanto, de la falta de previsión con las alertas, especialmente la que recibieron los ciudadanos en sus teléfonos móviles.
"Es increíble que dirigentes del PSOE digan que las alertas en la Comunidad Valenciana se dieron tarde, teniendo en cuenta que no hubo un proceder distinto en la Castilla-La Mancha de Page", sostienen en Génova, usando de parapeto al barón socialista. La crítica al Ejecutivo llegó también de otros territorios del PP. "Ante un estado de emergencia nacional al Gobierno sólo se le ocurre culpar a las comunidades autónomas y echar la responsabilidad en los hombros de los presidentes autonómicos", censuran, por ejemplo, desde la Comunidad de Madrid, donde deslizan dejación de funciones en la Moncloa.
Aunque por el momento se destila unidad, Feijóo ha querido apuntalar esa suerte de frente autonómico para anticiparse a la posible petición de depuración de responsabilidades una vez finalicen los tres días de luto nacional y se haya asimilado el shock inicial. Acompañado por el propio Mazón, el líder del PP escaló sus ataques al Ejecutivo, al que acusó de falta de "colaboración" y de haber dejado "sin herramientas" a los líderes autonómicos. Y volvió a enfundarse el traje de expresidente de la Xunta. "Les puedo asegurar que los presidentes autonómicos del PP y del PSOE somos una piña", remachó. "Sabemos cuáles son nuestras responsabilidades y nuestras limitaciones".
Lo que vino a insinuar Feijóo es que si el Gobierno ataca a Mazón, atacará también a los suyos. Porque el fenómeno de la DANA, dijo, "no ha afectado sólo" a la Comunidad Valenciana. Emiliano García-Page ha echado también un capote al presidente de la Generalitat. En la mañana del jueves hubo un malentendido inicial que el ejecutivo de Castilla-La Mancha se apresuró a aclarar. "Hay políticos que se hacen la foto, pero lo que hicieron fue recortar servicios de emergencia", dijo ante los medios. No se refería a Mazón, enfatizó su equipo, sino a su predecesora en el cargo, María Dolores de Cospedal.
"El que diga que tiene una fórmula mágica para anticiparse a los desastres naturales, probablemente esté cometiendo una enorme injusticia", aseguró Page, en referencia también a la situación de la Comunidad Valenciana. "Hablo más por ellos que por nosotros", sentenció. La tesis del barón socialista es que las desgracias no tienen color político, y que pese a la depuración lógica de responsabilidades cuando toque por la magnitud de la catástrofe, no comparte la imputación política ni el enfrentamiento partidista.
Lo que debe primar, dicen en su equipo, es la unidad. Y en Génova comulgan con esa consideración, aunque blanden un escudo ante la batalla que pueda desatarse en los próximos días. "Hay una España de PP y PSOE que sí puede unirse ante la tragedia", sentencian. Por el momento, Sánchez y Mazón han exhibido unidad mutua. El discurso de agradecimiento que entonó el presidente valenciano tras la visita del jefe del Ejecutivo contrastó, y mucho, con el ataque que había pronunciado Feijóo sólo unas horas antes en el mismo lugar. Mazón agradeció la "cooperación" del Gobierno, mientras que Feijóo criticó su falta de "colaboración".
Habrá que ver cómo evolucionan los discursos en los próximos días. Pero el presidente popular aprovechó también para marcar una directriz velada, pero clara, en el partido: la defensa a capa y espada de su presidente autonómico y de su gestión tras una de las peores crisis que se recuerdan es ineludible. "Sé de la soledad de un presidente autonómico que no tiene todas las herramientas al que los ciudadanos le piden una responsabilidad adicional", y zanjó: "Los protocolos en la Comunidad Valenciana se han cumplido".
La riada más devastadora y mortífera del siglo se ha cobrado la vida de cientos de personas y ha provocado daños milmillonarios en infraestructuras. Valencia trabaja a contrarreloj para volver a una normalidad que tardará en llegar. Ahora la prioridad es encontrar a los desaparecidos, identificar fallecidos y hacer frente a los gravísimos estragos. Pero el alcance de la catástrofe, las alertas tardías o los discursos confusos comienzan a dar munición para politizar la DANA e iniciar la búsqueda de responsables. Y el primer dirigente que se encuentra en el ojo del huracán no es otro que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Hacia él se dirigen de forma inequívoca todas las miradas.
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