IU propone limitar el poder de Yolanda Díaz en Sumar: "Las decisiones no pueden ser su voluntad"
La coalición decide aplazar la elección del sustituto de Íñigo Errejón en la portavocía del Congreso. La federación de izquierdas defiende que el partido magenta no puede tener primacía sobre el resto
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La coalición Sumar que se presentó a las elecciones de julio de 2023 no será la misma después de la traumática salida de Íñigo Errejón. Las denuncias por acoso machista contra el exlíder de Más País han cambiado el statu quo de la alianza, que está enfrascada en un debate sobre cómo debe funcionar a partir de ahora. El primer paso para esta transformación se produjo tras el batacazo de las elecciones europeas, pero ahora las cosas se han acelerado y hay quien ya propone un cambio en la forma de dirigir el grupo parlamentario y el reparto de los cargos dentro del mismo. "Las decisiones de Sumar no pueden ser la voluntad de Yolanda Díaz", expresan fuentes de IU después de la reunión que los diputados han celebrado este lunes el Congreso y la comparecencia de Díaz sobre la crisis provocada por Errejón.
La federación de izquierdas lleva tiempo reclamando un cambio de rumbo en la coalición. La llegada de Antonio Maíllo coincidió con la precampaña de las elecciones al Parlamento Europeo, por lo que se encargó de digerir el fracaso del 9-J y defendió la necesidad de reorientar la condición de Sumar como paraguas de la izquierda. Eso pasaba por un cambio en la forma de tomar las decisiones y la relación entre los grupos que se presentaron juntos a las generales del pasado año. La caída de Errejón ha añadido presión y ahora IU aboga por una "nueva etapa" en el grupo parlamentario e incluso en el papel que Sumar juega dentro del Ejecutivo de coalición.
IU considera que el rumbo de Sumar en el Congreso de los Diputados deben decidirlo por consenso las distintas fuerzas que forman parte del grupo de 27 diputados del socio minoritario del Gobierno. 10 de esos diputados se presentaron bajo la égida de Yolanda Díaz, pero los otros 17 se dividen entre los comunes (6), IU (5), Más Madrid (3), Compromis (2), Més per Mallorca (1) y la Chunta Aragonesista (1). Esa aritmética será clave si la federación de izquierdas tiene éxito en su objetivo de "reorganizar" la coalición, como reclamó Antonio Maíllo el pasado viernes en un acto en Málaga poco después de hacerse pública la situación de Íñigo Errejón.
El propósito de IU es que las decisiones se tomen por consenso y que no sea necesario llegar a votar cada paso de Sumar en el Congreso. "Votar sería un fracaso, eso sería un desastre", expresa un miembro del grupo parlamentario tras la reunión de este lunes, en la que ha detectado una cierta "desorientación". Pero la federación de izquierdas tiene claro que la coalición magenta no puede haber un exceso de protagonismo para nadie. Ni siquiera para la propia Yolanda Díaz y sus afines.
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La primera acción política de peso en la que aplicar las propuestas de IU será la de sustituir a Errejón. Fuentes conocedoras del encuentro en el Congreso explican que la elección del nuevo portavoz se ha pospuesto a la espera de un acuerdo entre los distintos partidos. Es el primer gesto del cambio en la vida interna del grupo, ya que Movimiento Sumar (como se llama el partido de Díaz como ente independiente) era partidario de tapar ya esa vía de agua. "Esto no se soluciona eligiendo al nuevo portavoz", expresa una fuente de IU, que ha defendido la elección por medio de "criterios políticos".
Estos criterios, apuntan en la federación de izquierdas, son la capacidad de diálogo con el resto de partidos o tener el peso político que requiere el portavoz de un partido que forma parte del Gobierno de coalición. Y en IU consideran que el hecho de que se haya aplazado la sustitución de Errejón es un gesto de que la plataforma de la ministra de Trabajo da muestras de querer cambiar el modus operandi que ha seguido hasta el momento. La formación que encabeza Antonio Maíllo advierte, no obstante, que no cejarán en sus reclamaciones para evitar que el cambio de actitud de Sumar sea algo circunstancial.
El caso Errejón es un antes y un después en Sumar, no solo en términos organizativos. Ha supuesto un aldabonazo para todas las formaciones de izquierda, por la existencia de denuncias previas que no fueron atendidas, pero también por el "shock" de convivir en el Congreso con alguien que ha resultado ser un presunto agresor sexual.
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En ese sentido, la reunión del grupo parlamentario fue una catarsis colectiva y en las distintas intervenciones traslució "mucha honestidad en la parte emocional por cómo hemos confiado en este desgraciado".
No todos los diputados tenían un trato cercano con él, ni sabían nada de su vida. "Yo no tenía ni idea de que iba a terapia", admite un parlamentario. Lo cierto es que lo conocían solo unos pocos dentro del grupo, aunque en Podemos y en Más Madrid hace tiempo que eran conscientes que tenía "problemas personales". Errejón estaba en tratamiento por una adicción al sexo y a algunas sustancias desde hace unos meses.
A todo el desgarro interno por el escándalo se une el reto ahora de recuperar la confianza de los electores, después de que Errejón haya puesto en cuestión la identidad feminista de Sumar. Son conscientes de que será una tarea que va mucho más allá de "la urgencia del ahora" y para la que asumen no tienen una varita mágica. La propia Díaz lo apuntó en la rueda de prensa posterior a la reunión del grupo parlamentario. "Sé que esta situación rompe la confianza de mucha gente" pero el compromiso es restaurarla por la fuerza de los hechos.
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Esta crisis impacta, además, cuando Sumar parecía tener por fin una estrategia para acabar con su invisibilidad política con una apuesta muy firme para afrontar el problema de la vivienda y para marcar diferencias con el PSOE en política de defensa. Ahora, con todo el foco puesto en su exportavoz y el rosario judicial de los próximos meses, este camino puede resultar mucho más difícil de andar.
En general, las fuerzas que componen la plataforma consideran que Díaz acertó con su comparecencia, que convenció por la combinación de contundencia y honestidad, pero fuentes del grupo apuntan que habría estado bien tener antes un relato pormenorizado de los hechos para poder ofrecer explicaciones más precisas. "Conocíamos trozos", aseguran en referencia a que no han dispuesto hasta este lunes de la historia completa sobre las últimas horas de Errejón. Aunque reconocen que las direcciones de cada partido sí estaban informadas.
En cualquier caso, el reto ahora es reconfigurar el grupo y la toma de decisiones para que no solo Yolanda Díaz represente a Sumar y sea posible proyectar a toda la izquierda a la izquierda del PSOE.
La coalición Sumar que se presentó a las elecciones de julio de 2023 no será la misma después de la traumática salida de Íñigo Errejón. Las denuncias por acoso machista contra el exlíder de Más País han cambiado el statu quo de la alianza, que está enfrascada en un debate sobre cómo debe funcionar a partir de ahora. El primer paso para esta transformación se produjo tras el batacazo de las elecciones europeas, pero ahora las cosas se han acelerado y hay quien ya propone un cambio en la forma de dirigir el grupo parlamentario y el reparto de los cargos dentro del mismo. "Las decisiones de Sumar no pueden ser la voluntad de Yolanda Díaz", expresan fuentes de IU después de la reunión que los diputados han celebrado este lunes el Congreso y la comparecencia de Díaz sobre la crisis provocada por Errejón.