Errejón, según su propio retrato: "Hipocondríaco", "neurótico", "más nocturno que diurno"

La noche del 10 de noviembre de 2019 fue amarga para Íñigo Errejón. Más País, la marca nacional que replicaba la criatura de Más Madrid, conseguía solo dos diputados. Seis meses antes algunas encuestas le habían dado 17. "Mi figura sale tocada", admitía, sin ser consciente de la tormenta que lo destruiría políticamente años después.

La aventura no le había salido como esperaba, pero tras abandonar Podemos, el partido que contribuyó a fundar, Errejón volvió al Congreso. Y en 2021 escribió un libro sobre ese viaje, Con todo. De los años veloces al futuro.

En septiembre lo presentó en Madrid. La actriz Elisa Mouliaá le ha denunciado este jueves por delitos sexuales cometidos esa misma noche. Unas horas antes, Errejón se vio obligado a dejar su escaño en Sumar en medio de una ola de acusaciones anónimas por violencia sexual.

Su caso es ya uno los mayores escándalos al que se ha enfrentado la izquierda, agravado además por las sospechas de que las formaciones en las que militó —Podemos, Más Madrid y Sumar— pasaron por alto denuncias previas.

Poco hay de íntimo en la primera autobiografía del exdiputado. Además del relato sobre el auge y caída de Podemos, supone la narración de un político que dedicó su adolescencia al anarquismo y al movimiento libertario en una especie de "rollo monacal", de "no salir, no beber y estar siempre concentrado", en el que las parejas eran "una cosa aparte". "No nos preocupábamos por ligar, creíamos que el deseo era una cosa que nos despistaba de lo importante, pero la realidad era que teníamos todo el deseo puesto en la lucha".

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Su primera novia la tuvo en la Universidad, "una chica catalana" que convierte su vida en un "trajín" entre Madrid y Girona. Y por amor aprendió catalán. Pero salvo a Rita Maestre, con quien tuvo una relación de siete años, de las "más importantes de su vida" en lo personal y en lo político, en el libro no pone nombre a ninguna de sus otras parejas.

Más allá de lo intelectual, tampoco se exhibe él. Escribe el personaje, no la persona. Se le adivina sólo en algún pasaje crepuscular. Cuando relata que en su estancia en UCLA le emparejaban con estudiantes asiáticos, muy retraídos, pero él estaba tan ensimismado en sus estudios que incluso uno le abandonó. "Así de raro debía de ser yo". O en la confesión de que se obsesionó tanto con La razón populista, de Laclau, que todavía puede citar pasajes completos de memoria.

La Haine (El odio, 1996), es una de sus películas favoritas. En ella un tipo salta desde un rascacielos y, mientras cae a toda velocidad y va avanzando piso a piso, se dice: «Hasta aquí todo va bien». "Lo que te mata no es el viaje, lo que te mata es la caída", resume proféticamente Errejón.

El hombre que asume discutir "como discutimos los tíos" y que en su impaciencia puede ser "duro o enfático", que sintetiza su enfrentamiento con Pablo Iglesias como una "pelea de señores que lo saben todo", revela que ya intuyó con el lanzamiento de Podemos que probablemente iba a acabar "jodido" y "roto".

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"Si Podemos va bien, esto se nos va a joder". "Cuanto mejor vaya Podemos, peor nos va a ir en lo personal". "Y yo lo llevo mal. Hay como un personaje Errejón que es una máquina sin sentimientos, pero además hay dolores de tripa, ansiedad, ganas de escapar cada dos por tres, incapacidad para aceptar órdenes cuando no me creo los motivos, nervios, ganas de hacer muchas cosas y exprimir mucho todo, como un niño pequeño, como si se fuera a agotar la vida. En fin, ganas de correr en todas direcciones. Algo muy funcional en el momento en el que estábamos y muy criminal después".

"Hipocondríaco", "neurótico", "más nocturno que diurno", en su biografía no hay rastro del político que retratan ahora sus compañeros, a quien le gusta salir y con una adicción al sexo y a algunas sustancias. Al contrario. En las europeas de 2014, el despegue de Podemos, logran cinco épicos diputados, y muchos compañeros se van a celebrarlo. Errejón cuenta que se marcha a casa. En otras ocasiones se repite la escena, él siempre prefiere descansar y dormir.

El feminismo, "el avance más importante"

Del Follemos, en el que todos se liaban con todos, la única señal es una mención tras la campaña de las andaluzas de 2015. Después del acto de fin de campaña "nos fuimos a tomar cañas y gambas por Dos Hermanas y fue una sensación muy bonita. Ahí hay un dato esencial, que es que la gente liga, se ríe, hace amigos. Si se liga es que hay pasiones alegres, no es pocho ni decadente. No son sólo reuniones de partido, es que se hace comunidad. Si eso pasa es que vamos bien".

Pero apunta a una organización eminentemente masculina. Tanto que en la Marcha por el Cambio a principios de ese año se dieron cuenta de que en la intervención final hacían falta mujeres y él propuso que hablara Irene Montero. "Me parecía que era buena y que podía funcionar muy bien". Junto a la lucha contra el cambio climático, "el feminismo es el avance más importante que tenemos", defendió más tarde en la creación de Más Madrid.

Una consigna que ha repetido otras veces a lo largo de su vida política y que forma parte del ADN de toda la nueva izquierda radical. Pero la actriz que le ha denunciado relata que sufrió acoso durante horas y que fue víctima de una agresión sexual. El comportamiento de Errejón, en el caso de quedar probado, implicaría delitos que llevan aparejadas penas de prisión.