La UCO implica a un cargo del PSOE en Córdoba en la compra del chalet a Ábalos

La Guardia Civil ubica a un cargo del PSOE en Córdoba en las gestiones de la trama del 'caso Koldo' para comprar un chalet valorado en más de medio millón de euros al entonces ministro José Luis Ábalos. Se trata de Cristian Abel Corvillo Aguilar, a quien la UCO sitúa "a las órdenes" del comisionista Víctor de Aldama. Los investigados adquirieron en 2021 un inmueble en la urbanización La Alcaidesa de La Línea de la Concepción, un presunto soborno por favorecer las actividades ilegales del grupo.

El último informe de los investigadores que ha dejado a Ábalos al borde de la imputación dice que Cristian Corvillo es una persona "muy próxima a Aldama y a Koldo", el asesor principal del exministro de Transportes. De hecho, la propia Guardia Civil recuerda que este individuo aparece "ampliamente referenciado en escritos" de la unidad investigadora. Efectivamente, esa identidad figura en uno de los primeros informes del caso, remitido al juez en febrero. En concreto, aparece Cristian Corvillo junto a su hermano, el también dirigente socialista Rubén Corvillo.

En aquel documento, la Guardia Civil afirmaba que "los hermanos estarían vinculados al partido político del PSOE. Cristian Corvillo Aguilar ocuparía cargos en la ejecutiva del PSOE en Córdoba y su hermano Rubén Jonás sería concejal por el PSOE en el municipio de Villalobos", una localidad de Zamora. Cristian fue seleccionado como suplente en la lista de delegados del PSOE de Córdoba para asistir al Congreso Federal que se celebró en Madrid en julio de 2014 y que eligió a Pedro Sánchez por primera vez como líder nacional de la formación.

El rastro de Cristian Corvillo en la política andaluza aparece en noticias de prensa y listas electorales. Encabezó la papeleta del PSOE en Peñarroya (Córdoba) en 2015 en un momento de convulsión interna del partido local. La hemeroteca le presenta como una persona cercana a la exalcaldesa del municipio Luisa Ruiz, detenida por corrupción dos años antes. La candidatura fue finalmente anulada.

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"Corvillo es hoy un destacado miembro —de los primeros en Córdoba— del llamado sector sanchista", dice una información de ABC de 2021, que le incluye dentro de los críticos con Susana Díaz en el PSOE andaluz. Tras su aparición en el sumario, este mismo medio informó de que Corvillo llegó a hacer de chófer para Sánchez durante una de sus campañas electorales para recabar apoyos internos en la región andaluza. El aludido, a ver su nombre vinculado a este caso de corrupción, negó cualquier relación en declaraciones a varios medios cordobeses. Su último cargo conocido es el de vicesecretario de la agrupación del barrio de Ciudad Jardín, según la prensa local.

La compra del chalet

Ahora, la figura de Cristian Corvillo emerge de nuevo en el episodio sobre la compra del chalet para Ábalos, que pagó la trama para ocultar que el ministro sería el beneficiario final del inmueble. Las primeras pistas de esta operación aparecieron en la lista de correos electrónicos corporativos incautados a Koldo García cuando trabajaba junto a Ábalos en Transportes. En esos intercambios se aprecia cómo el que fuera secretario de Organización del PSOE y hombre de confianza del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, enviaba a su asesor anuncios de portales inmobiliarios sobre casas de grandes dimensiones en zonas costeras.

Lo que se ha sabido ahora gracias al último informe de la UCO es que eran casas del agrado de Ábalos que le mandaba a Koldo para que este a su vez se los hiciese llegar a Aldama. El ministro tenía la última palabra hasta el punto que pidió dejar un piano que había en el chalet. Una vez seleccionado el inmueble de La Alcaidesa, Aldama hizo las gestiones para comprarla. Es en este punto donde aparece Cristian Corvillo. "Se infiere –sostiene la UCO– que la selección quedó resuelta, pues el día 24 de enero de 2021, Aldama reenvía el anuncio en cuestión a Cristian Corvillo Aguilar, quien le contesta dándole el ‘Ok’. De la conversación entre ambos, se deduce que Corvillo conocería las actuaciones y asesoraría en la forma:de concretar la compra".

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Aldama le indicó a Corvillo que la compra formal del inmueble la realizaría "un tal Henrique", un venezolano vinculado a otro empresario llamado Rafael Alfredo Chirino y la empresa Suelopetrol SL 65. De hecho, Henrique llegó a firmar el contrato de arras como parte compradora el 1 de marzo de 2021. Sin embargo, tras esa primera firma, y por razones que se desconocen, Aldama decidió prescindir de Henrique y volvió a encomendar a Corvillo que contactase con una nueva persona llamada Claudio, vinculado a la empresa Villafuel SL 67.

Aldama, que estaba en libertad provisional por su papel en el 'caso Koldo', se encuentra actualmente en prisión tras ser detenido hace días acusado de colaborar con este empresario del sector de los hidrocarburos llamado Claudio Rivas en un macrofraude en la venta de combustible. Están acusados de montar un complejo entramado societario que, en apenas dos años, habría defraudado 182 millones de euros a la Agencia Tributaria mediante el impago sistemático del IVA y otros impuestos derivados de la comercialización de gasolina.

Estas dos tramas se mezclan porque Claudio Rivas aceptó participar en la operación de la compra de la casa para Ábalos porque quería contar con su influencia y lograr una licencia para operar con petróleo, pero el cese del ministro meses después frustró sus planes y dejó de pagar el chalet. La Guardia Civil ha encontrado conversaciones de WhatsApp en los dispositivos móviles de los investigados en los que Cristian Corvillo alude a la operación inmobiliaria: "Lo de la Villa se puede ver en función del comprador, garantías, etc.". Los investigadores concluyen que dejó "constancia de que su vinculación con esta compraventa parecería estar ligada a tratar de darle forma legal".

La relación siguió tras el cese de Ábalos

De esas conversaciones intervenidas a los implicados en la trama, la UCO saca otras conclusiones como que Cristian Corvillo llegó a participar junto a Aldama en reuniones con el ministro Ábalos: "El día 8 de enero de 2021 Aldama le mandaba a Corvillo varios mensajes de los que se extrae que ese mismo día ambos habían concertado una reunión con 'el ministro'".

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Estos mensajes también han servido para dibujar la línea temporal en la que actúo el grupo. Según dice la Guardia Civil, Aldama y Koldo iniciaron su relación en agosto de 2018, apenas unos meses después de que Pedro Sánchez y el PSOE llegasen al Gobierno tras la moción de censura que descabalgó al ‘popular’ Mariano Rajoy. Ese vínculo entre los dos principales investigados del caso se mantuvo al menos hasta mediados de 2022. "Vendría a reflejar una continuidad temporal que precedería y excedería la gestión de los contratos sanitarios que dieron inicio a la presente investigación", advierte el informe.

Se refiere la UCO a las gestiones de Koldo García para conseguir la adjudicación de contratos públicos millonarios de administraciones socialistas para una empresa llamada Soluciones de Gestión, que tenía a Aldama como comisionista. Esta sociedad se hizo con alrededor de 50 millones de euros en adjudicaciones para adquirir material sanitario durante la pandemia y a cambio de eso pagó comisiones ilegales al asesor principal de Ábalos. Ahora, la UCO incluye en esos sobornos la compra del chalet de Cádiz y el pago de un alquiler en un piso de lujo en Madrid para una novia del ministro.

Por las conversaciones entre Aldama y Corvillo, la UCO detecta que "su relación de amistad" con Koldo García se rompió en marzo de 2022. Eso son nueve meses después de que Pedro Sánchez cesara a Ábalos en julio de 2021. Sin embargo, la Guardia Civil advierte de que a través del hermano de Koldo, Joseba García, continuarían manteniendo el contacto, al menos, hasta septiembre de 2022. Joseba, que fue contratado en una empresa que depende de Transportes, está acusado de contribuir a entregar el dinero en metálico de las comisiones ilegales.