Ábalos suplica al juez que le devuelva dos 'pendrives' con material "privado y personalísimo"

El exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, remitió un escrito a la Audiencia Nacional en el que suplicó al juez que investiga el llamado caso Koldo que le devolviese dos pendrives con imágenes e información “absolutamente privada y personalísima”. Según le explicó al magistrado, son dos archivos de su propiedad que guardaba en su casa su asesor Koldo García Izaguirre y que fueron incautados por la Guardia Civil en los registros posteriores a su arresto.

“Tengo constancia que, dentro de las incautaciones llevadas a cabo al investigado García Izaguirre, se encuentran dos memorias digitales las cuales custodiaba porque al realizar la mudanza de despacho, con mi salida del Ministerio de Transportes, el mismo se hizo cargo de estos”, explica Ábalos en el documento al que ha tenido acceso El Confidencial y que envió a la Audiencia Nacional el 31 de julio de este año. Ábalos fue cesado como ministro en julio de 2021.

Según dice, el contenido de esos dos pendrives es “de carácter absolutamente privado y personalísimo y, en definitiva, sin información que contribuya a la investigación de la causa cuyo trámite sigue este juzgado”. “Se hizo cargo (Koldo García) de estos con archivos personales y laborales, fotografías de mis hijos, documentos personales y laborales, fotografías de los actos públicos, etc”, añade el todavía diputado Ábalos. Cuando el exdirigente del PSOE expulsado por su partido tras el escándalo hizo este movimiento, la UCO ya llevaba meses de trabajos. Tiene en su poder 170 dispositivos digitales, según sus informes.

El dirigente insistía en conseguir de vuelta esos documentos, “previas las comprobaciones que se estimen procedentes”. Además, se mostraba preocupado porque “dicha información sea filtrada o puesto en conocimiento de la opinión pública”. “Sin duda vulneraría gravemente mi derecho a la no difusión de datos personales y a mi propia intimidad”, zanjaba el escrito. Ábalos hizo esta petición en su condición de diputado y facilitó la dirección del Congreso de los Diputados a efectos de notificación.

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Desde que el exministro mandó este documento a la actualidad han tenido lugar dos acontecimientos que comprometen mucho la situación judicial de Ábalos en lo que tiene que ver con la trama de corrupción que anidó en su ministerio durante la pandemia. A finales de agosto se hizo pública una auditoría interna en Transportes encargada por su sucesor y excompañero de partido, el actual ministro Óscar Puente. Esta investigación extrajudicial atribuía a Ábalos un conocimiento de las actividades de su asesor, acusado de cobrar comisiones ilegales por favorecer a una empresa en la adjudicación de contratos públicos para comprar material sanitario durante la pandemia.

Presuntos sobornos de la trama

El segundo acontecimiento relevante tuvo lugar hace solo unos días, cuando se conoció el contenido de un informe de la UCO de la Guardia Civil elaborado a partir de la documentación incautada a los detenidos, entre ellos su asesor. En este informe de 233 folios no aparecen fotos del ministro porque la documentación ha sido expurgada y se ha apartado lo que no tiene que ver con el caso. Pero sí se da cuenta de que la trama le pagaba el alquiler de la casa a una mujer que Ábalos dice que es su novia. La joven se llama Jésica y gracias a esos pagos disfrutó de un piso de lujo en el centro de Madrid.

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Las pesquisas de la UCO también han aflorado que la trama corrupta le compró al entonces ministro un chalet en Cádiz. Los investigadores enmarcan esta operación en un presunto soborno a cambio de favores ante la administración. Solo en contratos para comprar material sanitario durante la pandemia, la empresa investigada se hizo con cerca de 50 millones de euros.

En los correos intervenidos a Koldo García correspondientes a su cuenta corporativa del ministerio se aprecia cómo Ábalos le marcaba los anuncios de portales inmobiliarios con chalets en zonas de costa. Su asesor era el encargado de trasladar a la trama las preferencias del ministro. Cuando ya habían elegido la casa para comprar, los vendedores comunicaron que sería más barata sin muebles. “Que dejen el piano”, contestó Ábalos. Todos estos elementos le han dejado a un paso de la imputación ante el Tribunal Supremo por su condición de aforado.