Ferraz vacila sobre plantar cara a Lobato o esperar a la candidatura contra Ayuso
La dirección medita si sería más conveniente esperar al momento de elegir al cabeza de cartel en las próximas elecciones autonómicas y dar la batalla para presentar a alguien más conocido
La decisión de plantar cara a Juan Lobato en el congreso del PSM no está todavía tomada. Ferraz seguía dándole vueltas, antes incluso de la detonación este jueves del caso Ábalos. El motivo de estas vacilaciones es que la dirección carece de un candidato alternativo y eso reduce su capacidad de movimiento.
Tanto en el PSOE como en la propia agrupación madrileña existe malestar con Lobato por no mostrarse más duro con Isabel Díaz Ayuso y defender con más intensidad la labor del Gobierno, pero la cúpula aún no ha dado señales claras de que estén determinados a desalojarle de la secretaría general, según fuentes del partido. Lo que podría denominarse el sector crítico del PSM se encuentra a la espera de un mandato de Ferraz para actuar, de cara al congreso autonómico que se realizará los días 1 y 2 de febrero.
En estos momentos, según explican fuentes socialistas, hay dudas sobre si dejar que continúe y postergar la batalla hasta la elección del candidato a la Comunidad. En este escenario Lobato seguiría al frente del partido y Ferraz lo apartaría más adelante a la hora de escoger a los cabezas de cartel. La misma operación que se hizo en las pasadas elecciones municipales con la exministra de Industria, Reyes Maroto, a quien Pedro Sánchez lanzó para competir por el Ayuntamiento de Madrid.
La otra opción que se baraja es ir ya contra Lobato para situar a un secretario general que haga una oposición más afilada y se dedique al partido, pero que no sería después el candidato. Alguien "de consenso" para sostener la organización, a la espera de la persona que Sánchez designe para enfrentarse a Ayuso en las próximas elecciones.
El movimiento final, reconocen las fuentes consultadas, lo diseñará Ferraz. Pero, admiten en el PSM, "no sabemos si ahora dará el paso". Distintas personas del PSOE y de la federación madrileña aseguran que Lobato genera controversia interna porque "intenta desmarcarse continuamente del federal". "Siempre ha ido un poco a su bola", destacan. En las últimas semanas ha sido el único que ha salido en auxilio del secretario general de Castilla y León, Luis Tudanca, que mantiene un duro enfrentamiento con la dirección.
Al margen de que a la cúpula socialista no le hace ninguna gracia cualquier discurso que no respalde sin fisuras al presidente y al Gobierno, en Ferraz existe mucha preocupación por la situación electoral de Madrid. Aunque el socialismo madrileño aguantó con cierta solvencia en las elecciones generales, en las europeas la mitad de la diferencia en votos con el PP corresponde sólo al PSM. Este enorme agujero, que puede mermar las opciones de Sánchez en unos nuevos comicios, abrió una reflexión en la dirección cuya única conclusión por ahora es que Lobato debería ser más firme contra las políticas de Ayuso.
En Ferraz consideran que el dirigente socialista tiene un problema interno porque los municipios del sur de Madrid le reclaman un discurso más de izquierdas. Pero Lobato considera que la sociología del electorado medio de la Comunidad no corresponde a este patrón y es necesario un tono más "moderado" para arañar votos al PP por el centro.
Los socialistas celebran en menos de mes y medio el congreso federal que, concebido para festejar el liderazgo de Sánchez y, de paso, encontrar una salida en el nuevo documento político al rechazo que provoca el concierto catalán, se enturbia por momentos por el estallido del caso Ábalos.
Además el PSOE encara este cónclave con la mayoría sanchista de estos años agrietada en Madrid, Asturias, Extremadura y Castilla y León por el impacto del acuerdo entre el PSC y ERC para una financiación singular de Cataluña y tensiones internas propias en varias federaciones. Esto supone, según algunas fuentes del partido, el comienzo de una nueva fase en la organización, en la que Ferraz no tendrá tan fácil imponer su criterio y se deberá implicar mucho si quiere mover a algún secretario general y sustituirlo por alguien más cercano.
Aunque en Madrid están convencidos de que la dirección federal conseguiría sólo con unas llamadas minar los apoyos de Lobato, fuentes territoriales del PSOE creen que esta ocasión se tendrá que arremangar más, tanto en el PSM como en otras federaciones.
La decisión de plantar cara a Juan Lobato en el congreso del PSM no está todavía tomada. Ferraz seguía dándole vueltas, antes incluso de la detonación este jueves del caso Ábalos. El motivo de estas vacilaciones es que la dirección carece de un candidato alternativo y eso reduce su capacidad de movimiento.