Koldo pidió a un guardia civil que averiguara si el móvil de Pedro Sánchez estaba pinchado

Koldo García pidió a un comandante de la Guardia Civil que averiguara si los móviles de Pedro Sánchez y José Luis Ábalos "estaban pinchados". Así lo recoge la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en un informe que entregó a la Audiencia Nacional el pasado 7 de octubre y al que ha tenido acceso El Confidencial. "Algunas de las solicitudes de Koldo revestían un carácter de alta sensibilidad, como pretender conocer si el teléfono del presidente del Gobierno o del que fuera ministro de Fomento —Ábalos— estuvieran intervenidos", advierten los investigadores.

El informe detalla la documentación y dispositivos incautados a Rubén Villalba, el comandante de la Guardia Civil que "habría recibido una contraprestación económica" a cambio de "asegurar la protección y continuidad de la presunta organización criminal" a la que pertenecía Koldo. La UCO procedió a la detención de este comandante el pasado 3 de marzo y, al revisar sus dispositivos, halló una serie de documentos que resultan de "relevancia para la investigación".

Entre ellos destaca el denominado "Documento 1", en el que Villalba explica en qué consistía su relación con Koldo. "En una ocasión, llegó a pedirme si el teléfono del presidente del Gobierno y el que fue ministro de Fomento José Luis Ábalos estaban pinchados, a lo que se le dijo que no podíamos hacer nada", recoge.

La UCO apunta a que Villalba habría recibido en torno a 88.000 euros a cambio de proteger las comunicaciones internas de la presunta organización criminal, entre otras gestiones. Ábalos también se habría beneficiado de esos servicios a través de Koldo. "Durante su periodo en el Gobierno y muy raramente fuera de esta posición siempre nos ha pedido telefonía básica, no smartphone, para hacer sus llamadas", recoge otro extracto del "Documento 1". "En alguna ocasión, llegué a ver al exministro Ábalos con algunos de los dispositivos proporcionados por nosotros".

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La entregas de estos teléfonos seguros se habrían producido "en algunas de las ocasiones" en el propio Ministerio de Transportes, donde "pasaron el escáner de seguridad" o "tanto el mismo Koldo como su mujer Patricia" bajaban para recogerlos. El comandante de la Guardia Civil afirma que otras veces las entregas se producían en lugares previamente acordados, para lo que el asesor del entonces ministro les enviaba un mensaje en clave: "Necesitaba X papel(es), refiriéndose por papel a un teléfono [sic]".

El "director de la GC"

La UCO subraya que Villalba no actuaba solo, sino que habría utilizado a otros guardias civiles para estas labores. Los investigadores se refieren a los mismos como "agentes" y les asignan distintos números para no revelar su identidad, aunque entregarán al magistrado un "sobre cerrado" con la "tarjeta de identidad profesional" de cada uno de ellos. Esa misma cautela se extiende a parte de la documentación intervenida a Villalba, que contiene datos que se ven afectados por la ley de secretos oficiales y, por tanto, han quedado fuera del informe.

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Otro de los apuntes del "Documento 1" confirma que Koldo y el resto de investigados sabían que estaban siendo investigados antes de su detención el pasado febrero. "Me llamó en más de una ocasión para que intentara confirmarle que era la UCO quien estaba tras sus pasos, a lo que hice caso omiso hasta que en una llamada Whatsapp del pasado día 25 de enero que mantengo con Koldo, él mismo, sin venir a cuento en la conversación, llegó a confirmarme que era la UCO", señala. "Según Koldo, fue el actual director de la GC [sic] quien le informó de tales detalles".

La UCO subraya en su informe que "no ha hallado indicios que corroboren ese extremo" y advierte sobre la "ligereza" de Koldo a la hora realizar afirmaciones sobre "sus relaciones con personas relevantes ante terceros". Para remarcar esa idea, los investigadores explican que en otra ocasión el asesor de Ábalos llegó a afirmar a su interlocutor que se había reunido con el director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil "una mañana concreta", pero las vigilancias corroboraron la "no existencia de esa entrevista".