La quiebra infinita de Jerez de la Frontera, Parla y Jaén: "No conseguirán recuperarse ni dentro de cien años"
El último informe de la AIReF sobre entidades locales alerta de la situación crítica de las tres ciudades tras años de deudas y excesos. La previsión es que jamás vuelvan a la normalidad
El 3 de octubre de 2011, todavía con los coletazos de la crisis financiera, Parla apareció como un punto negro entre las páginas salmón del Financial Times. El periódico británico señalaba la ciudad como el paradigma de la mala gestión pública y la quiebra económica en España. Más de una década después, todo sigue igual. Y así continuará cuando pasen 100 años. No hay posibilidad de que este feudo histórico del PSOE en la Comunidad de Madrid levante cabeza. Como tampoco lo harán Jaén o Jerez de la Frontera, en una situación crítica tras una espiral de deudas, excesos contables e inversiones fallidas.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha escrito la última línea del epitafio de los tres ayuntamientos, señalados desde hace años por esta cuestión. El organismo, encargado de velar por la sostenibilidad presupuestaria de las administraciones, ha ampliado su Observatorio de Corporaciones Locales con nuevas herramientas que analizan con mayor capacidad y precisión la situación de las entidades de más de 20.000 habitantes. Y Parla, Jaén y Jerez de la Frontera han alcanzado un nivel "crítico", sin posibilidad de retorno. "No conseguirán recuperarse ni dentro de 100 años", subraya un analista consultado.
En Parla no sorprende a nadie. El Ayuntamiento, gobernado por el socialista Ramón Jurado desde 2019, evita hacer cualquier declaración. Pero el diagnóstico en la oposición es coincidente, desde el PP hasta Podemos, que estaba en el gobierno hasta hace menos de dos semanas. El municipio tiene una deuda pendiente de más de 507 millones de euros —según los datos del Ministerio de Hacienda—, lo que supone casi 4.000 euros por vecino, con el pago a proveedores en 274 días. "El escenario es muy difícil y es muy difícil gestionar nada", declara Carla Escudero, actual edil de la formación morada en la localidad madrileña.
El origen está en los años de vino y rosas de Tomás Gómez, el alcalde en su día más votado de España que soñó con derrotar a Esperanza Aguirre. El famoso tranvía de Parla se convirtió en una obsesión para el socialista. Y de aquellos polvos, estos lodos. La ciudad quedó fuera del trazado de MetroSur en 1999, al contrario que localidades vecinas como Getafe o Leganés, pero el entonces regidor vio una oportunidad para reivindicarse y aspirar a cotas mayores. Un estrecho colaborador de la expresidenta regional recuerda el día de la inauguración, ocho años después, con José Luis Rodríguez Zapatero al lado de Gómez. Tras una vuelta de reconocimiento, el alcalde parleño sacó pechó ante Aguirre. "Mira, Esperanza, así hago yo las cosas", le dijo.
El proyecto, sin embargo, fue una ruina total. El Consorcio Regional de Transportes manifestó al ayuntamiento sus dudas por la viabilidad de la infraestructura, con alternativas más económicas —como una plataforma de autobuses—, aunque el equipo de Gobierno del PSOE insistió en su idea y dejó bien claro que era una iniciativa propia e innegociable.
El tranvía fue presupuestado en 93 millones de euros, pero finalmente se disparó hasta casi 300 millones de euros, intereses incluidos, según un informe del Tribunal de Cuentas. "Las obras faraónicas y las ocurrencias están detrás de toda esta ruina", apunta un exconcejal del PP que estuvo en la oposición, primero, y en el único gobierno de los populares desde 1979, con solo cuatro años de gestión frente a los cuarenta de los socialistas.
El tranvía simboliza la ruina de Parla y Jaén. En el primero el coste se triplicó, mientras que en el caso andaluz no llegó ni a funcionar
"Está el tranvía, pero en Parla también tenemos la única playa de Madrid, con su piscina de agua salada, que costó 15 millones. Y para una avenida se trajeron hasta palmeras de Egipto en barcos especiales que hubo que replantar en Elche en terrenos de alquiler. Ha sido un despilfarro total", explica el antiguo edil, que narra las dificultades para la gestión del día a día. "Beatriz Arceredillo, que fue la última alcaldesa del PSOE antes de llegar nosotros [2014], empezó con una contención muy importante del gasto y la continuamos, pero ahora da todo igual. Y lo peor es que Hacienda mira para otro lado, no sé si porque Parla es un sitio muy importante para el PSOE...", concluye.
Cinco categorías para la AIReF
La AIReF ha establecido cinco categorías, donde valora la deuda financiera, el periodo medio de pago a proveedores o el remanente de tesorería sobre ingresos corrientes, entre otras variables. El grupo de los críticos son aquellos donde no es posible el retorno a una situación "sostenible" ni pasadas varias décadas. En riesgo muy alto están los que podrían recuperar la normalidad en un periodo de entre 40 y 100 años; y en riesgo alto los que necesitan entre 20 y 40 años. En el segundo escalón aparecen Algeciras, Los Barrios y Navalcarnero, seguidos de Alcorcón, Arcos de la Frontera, Barbate, Gandía, Los Palacios y Villafranca y Totana.
En Jaén, donde PP y PSOE han alternado el bastón de mando, han hecho las cuentas con esos 100 años a los que alude la AIReF en su informe. Para poder enjugar sus cuentas, en el ayuntamiento que lidera hoy Agustín González (PP) necesitarían un superávit de 6 millones de euros durante un siglo. Y eso, por el momento, es una quimera. En los últimos años, la deuda ha seguido creciendo "en unos 20 millones al año", explica el concejal de Hacienda de la localidad andaluza, José María Álvarez, que tiene como principal objetivo alcanzar el equilibrio presupuestario en una ciudad que tiene los presupuestos prorrogados desde 2017 y mantiene una deuda de unos 600 millones de euros.
Álvarez asumió hace unos días el cargo tras ocuparse de la concejalía de Deportes en el primer año del mandato de González, que gobierna gracias a un pacto de los populares con Jaén Merece Más, una formación provincialista que en alguna ocasión ha reclamado la condonación de la deuda. Esta fórmula es la que el PSOE ha adoptado tras un pacto con ERC para Cataluña y que se extenderá al resto de regiones, sin conocerse aún los detalles. Pero en el Ayuntamiento de Jaén no son partidarios de aplicar este "parche" y apuntan a otras opciones, que van desde las reestructuraciones a las facilidades de pago. Sobre todo se refieren a una muy reclamada reforma de la financiación local que permita a los consistorios contar con mayor capacidad financiera.
"Sabemos que es casi irreversible, pero estamos trabajando para alcanzar el equilibrio presupuestario", expresa el concejal de Hacienda jiennense. Entre las medidas que están diseñando destaca la puesta en marcha de una central de compras que haga posible un ahorro en los contratos de los distintos organismos municipales y la revisión de todos los impuestos locales para mejorar la "eficiencia en el cobro". La principal preocupación, sin embargo, está en el capítulo 1, es decir, el pago de las nóminas.
En Jaén el gasto en personal ronda el 59% del presupuesto municipal, mientras que la media andaluza está en el 38,5%
Según cuenta Álvarez, con datos de la AIReF, la media del gasto en capítulo 1 de la Administración local en Andalucía está en el 38,5% del presupuesto, pero en Jaén esa cifra casi alcanza el 59%. El concejal popular recuerda cómo la plantilla municipal pasó de unos 800 o 900 trabajadores en 2007 a rondar los 1.400, una cifra que sigue vigente hoy.
El edil admite que ese aumento ha tenido un efecto en la modernización y el cuidado de la ciudad, pero ha supuesto una hipoteca casi inasumible para un consistorio de tamaño medio en la región. Están trabajando ya en un plan de prejubilaciones y jubilaciones incentivadas que aligere el gasto en personal para buscar ese equilibrio.
El símbolo de aquellos años, como ocurrió en Parla, fue la obra del tranvía de Jaén, que comenzó en 2009 bajo gobierno socialista y llegó a tener pruebas con pasajeros en 2011, aunque nunca llegó a ponerse en servicio. Juanma Moreno, a su llegada al Gobierno de la Junta, se comprometió a reactivar la infraestructura, que tiene una nueva fecha de inauguración para 2025, según el último compromiso de la Consejería de Fomento. En la otra ciudad andaluza aquejada por esta situación de deuda casi insostenible, Jerez de la Frontera, no hubo ninguna obra que simbolizase aquellos dispendios de los años felices previos a la crisis económica y financiera, pero sí quedan de aquella época decenas de rotondas que muestran la expansión de una urbe que todavía tiene que desperezarse.
Plantillas inasumibles
En Jerez de la Frontera también creció de forma exponencial el número de trabajadores, aunque los datos de 2022 sitúan a la ciudad más poblada de la provincia de Cádiz en la media andaluza en los gastos del capítulo 1. Quien conoce la localidad recuerda cómo la reconversión industrial de los años 80 provocó un aumento del paro que, en parte, se absorbió desde el ayuntamiento en los años de Pedro Pacheco, del Partido Andalucista.
Pero Jerez tiene un problema añadido que tiene que ver con la prestación de servicios. El municipio jerezano es el sexto más extenso de España, con varias barriadas rurales alejadas del núcleo urbano. "Para que el camión de la basura llegue a Gibalbín tiene que llegar casi a Arcos de la Frontera", expresa una fuente municipal sobre esta pedanía, que está a 30 kilómetros del centro.
"La deuda no va a frenar la ciudad", dijo María José García Pelayo (PP), alcaldesa de Jerez desde el pasado año y presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), pero que ya conoce la situación de sobra porque dirigió la localidad entre 2011 y 2015, tras otro periplo del PSOE. En esta segunda etapa, el equipo que dirige está preparando una revisión de algunos tributos municipales, como el fin de la bonificación en el impuesto de circulación a los coches de más de 30 años, tanto por motivos económicos como de control de las emisiones contaminantes. Un trabajo de ingeniería presupuestaria que llega muy tarde y que será insuficiente. Ni 100 años salvan a Jerez, Parla y Jaén.
El 3 de octubre de 2011, todavía con los coletazos de la crisis financiera, Parla apareció como un punto negro entre las páginas salmón del Financial Times. El periódico británico señalaba la ciudad como el paradigma de la mala gestión pública y la quiebra económica en España. Más de una década después, todo sigue igual. Y así continuará cuando pasen 100 años. No hay posibilidad de que este feudo histórico del PSOE en la Comunidad de Madrid levante cabeza. Como tampoco lo harán Jaén o Jerez de la Frontera, en una situación crítica tras una espiral de deudas, excesos contables e inversiones fallidas.