Sánchez replica a México que la exclusión de Felipe VI es "inaceptable e inexplicable"
El jefe del Ejecutivo asume la respuesta en primera persona y atribuye que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, no le invite a su toma de posesión a su propio "interés político", como sucesora de AMLO
El jefe del Ejecutivo, en primera persona, ha respondido en la tarde de este miércoles desde Nueva York, antes de intervenir en la Asamblea General de la ONU, a la decisión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, de no invitar a Felipe VI a su toma de posesión. Un hecho insólito en la relación entre ambos países, que emana de la petición de su predecesor y maestro, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que pidió por carta al monarca un gesto de perdón por la conquista española de este país.
Sheinbaum ha justificado en la falta de una respuesta del Rey a esa demanda que Felipe VI sea ahora orillado de este acto institucional. En señal de protesta, el Gobierno ya había anunciado que no mandará a ningún representante. Pero Sánchez ha querido incidir este miércoles en el malestar español y ha asegurado que la exclusión del Rey es "inaceptable e inexcusable". "No podemos aceptarlo", ha añadido.
El propio Ministerio de Asuntos Exteriores ya había fijado esta postura en un comunicado, usando prácticamente las mismas palabras que ahora ha repetido en público el jefe del Ejecutivo en su comparecencia. Sus palabras se producen después de que Claudia Sheinbaum revelara que sí han invitado al presidente y que ella misma ha hablado de este asunto con Sánchez "hace un par de días".
Aunque no ha querido dar detalles sobre esa conversación, sí ha destacado la "frustración" que le produce que este tema, la reclamación de disculpas por el pasado colonial español, obstaculice la normalidad de la relación entre ambos países, a pesar de que están al frente dos gobiernos "progresistas".
Sánchez afirmó que le produce una "enorme tristeza que "dos países hermanos, por el interés político determinado de alguno (México) no podamos tener las mejores relaciones políticas". "Es una lástima que se trate de utilizar la figura del Rey en una polémica que no obedece al sentir de la sociedad española". Pero el propósito del Gobierno es "defender nuestras instituciones y protegerlas", en referencia a la jefatura del Estado.
Más allá de este cruce de reproches, la crisis diplomática no parece que vaya a escalar, a diferencia de lo que sucedió en el choque con Argentina, cuando se retiró a la embajadora después de que su presidente, Javier Milei, llamará "corrupta" a la mujer de Sánchez, en un acto con Vox. Pero la ausencia del monarca sienta un peligroso precedente en los intensos lazos culturales entre España y América Latina. Felipe VI, desde 1996, cuando era príncipe de Asturias, acude a todas las tomas de posesión de los presidentes del subcontinente.
La actitud de México ha provocado la inusual circunstancia de unir al Gobierno y al PP en la defensa del monarca y, a la vez, ha despertado el apoyo de los partidos republicanos. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, finalmente no asistirá, a pesar de haber sido invitada, en señal de respeto a la posición fijada por Sánchez. Pero si lo harán diputados de Sumar y de otros grupos que apoyan en el Congreso al Gobierno de coalición como Bildu y Podemos.
Condena la persecución en Venezuela
Por otra parte, y ya durante su intervención ante la Asamblea General, Sánchez ha mostrado su preocupación por la situación en Venezuela tras las elecciones del 28 de julio y ha reiterado al mismo tiempo el proceso "inquebrantable" de España con la democracia y la defensa de los Derechos Humanos. Asimismo, ha condenado cualquier detención o amenaza contra líderes políticos defendiendo el respeto a la voluntad del pueblo venezolano, la transparencia y la verificación de los resultados electorales.
Además, ha hecho un repaso a los conflictos internacionales, ha puesto en valor el proyecto europeo como "ejemplo de esperanza", ha alertado sobre la fragilidad y el "riesgo real de retroceso" de la democracia y ha ahondado en la necesidad de impulsar la agenda de un desarrollo sostenible, entre otros asuntos. Tras recordar el aumento de conflictos en el mundo y de países involucrados en guerras fuera de sus fronteras que, según ha dicho, es la constatación de una "enfermedad global que corroe los cimientos del sistema multilateral", Sánchez se ha detenido en primer lugar en la guerra en Ucrania y ha recordado otros conflictos como el de la Franja de Gaza.
Como en anteriores intervenciones, Sánchez ha puesto de manifiesto su apoyo para que en la Presidencia de la Asamblea de Naciones Unidas se dé la alternancia de género y se ponga fin a una situación "sencillamente inaceptable" y ha defendido al mismo tiempo la movilización de más fuentes de financiación para ayudar a quienes más lo necesiten mediante políticas tributarias "más eficaces, transparentes y justas".
El jefe del Ejecutivo, en primera persona, ha respondido en la tarde de este miércoles desde Nueva York, antes de intervenir en la Asamblea General de la ONU, a la decisión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, de no invitar a Felipe VI a su toma de posesión. Un hecho insólito en la relación entre ambos países, que emana de la petición de su predecesor y maestro, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que pidió por carta al monarca un gesto de perdón por la conquista española de este país.
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