Investigan la denuncia de una menor de 15 años prostituida en un local de Parla (Madrid)
La madre de la víctima interceptó mensajes sospechosos en su móvil y puso los hechos en conocimiento de la Policía, que dio con el local donde se producían los encuentros sexuales
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La Policía Nacional investiga desde hace tres meses la denuncia de una menor de quince años que dice haber mantenido relaciones sexuales con hombres en un local de la localidad madrileña de Parla. Fue la madre la joven de la que puso en conocimiento de las autoridades estas actividades tras interceptar varios mensajes en el móvil de su hija. Cuando los agentes acudieron al lugar en el que presuntamente se cometieron los hechos, encontraron un local con una cama y objetos para la práctica del sexo. La víctima relata que mantuvo relaciones con al menos tres varones y que llegó a ser penetrada analmente. Hay al menos un detenido acusado de agresión sexual que ya está en libertad provisional.
Los hechos se remontan al pasado mes de junio, cuando la joven sufrió una crisis que obligó a su ingreso psiquiátrico. Lo que le contó a su madre es que mantenía relaciones sexuales a cambio de dinero con otras personas mayores de edad, quienes la contactaban. Señaló en concreto a una persona a la que identificó como “León” con la que había tenido sexo en más de una ocasión y que también había presenciado sus encuentros con otros hombres. Según la documentación del caso a la que ha tenido acceso El Confidencial, este individuo era quien le concertaba las citas y se quedaba con una parte de las ganancias.
La Policía Nacional acompañó a la menor y a su madre al lugar en el que supuestamente habían tenido lugar estos encuentros. La denunciante les llevó hasta un local bajo, en principio no destinado a vivienda, ubicado en Parla. Los investigadores corroboraron que el sitio tiene “características coincidentes con la descripción que la menor efectuó y donde se han encontrado enseres propios de un local o establecimiento al que las personas acuden exclusivamente a mantener relaciones sexuales”.
El local contaba únicamente con una cama y diversos objetos como un bote de lubricante, preservativos, bolas chinas u otros juguetes sexuales. También hallaron una habitación compatible con la práctica del sadomasoquismo. Los hechos se investigan en el Juzgado de Primera Instancia y de Instrucción número 6 de Parla. Uno de sus primeros pasos fue pedir el informe médico de la menor y una declaración como denunciante para que conste en la causa como prueba preconstituida y así evitar que declare varias veces por estos hechos.
"Para sentirse menos inútil"
La documentación médica a la que ha tenido acceso este periódico analiza sus antecedentes y también los cuatro días de junio que permaneció ingresada en Psiquiatría con atención de los profesionales sanitarios, medicación y la visita de su madre. El desencadenante del empeoramiento clínico fueron las relaciones sexuales con hombres. Al ingresar ya manifestó que había sido manipulada por un adulto para mantener lo que el informe describe como “conductas de riesgo”. Según el atestado policial, tuvo que ser tratada de lesiones en la vagina y en el ano.
A los siete años le diagnosticaron Trastorno por Déficit de Atención (TDA) y a los nueve años ingresó en el hospital por un “intento de precipitación”. El estudio refleja una vida traumática desde la niñez, con problemas afectivos, autolesiones, amistades conflictivas y necesidad de aceptación. Repetidora en el colegio, fue objeto de bullying. Cuenta el informe de las psiquiatras que en Primaria se dejaba pegar solo por estar acompañada. Le afectó la separación de sus padres. Uno de sus planes de futuro era marcharse de Parla para vivir con su padre y en el futuro estudiar para ser educadora infantil.
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A sus quince años fuma unos diez cigarrillos al día, entre dos y tres porros a la semana y admite haber consumido cocaína. Su madre también sigue un tratamiento por problemas mentales y el abuelo padecía un trastorno derivado de su adicción al alcohol. La joven le contó a los médicos que dos semanas antes de su ingreso en junio había empezado a prostituirse y que lo hizo “para sentirse menos inútil” manipulada por el individuo que controlaba sus citas. Al menos se acostó con tres hombres y no fue capaz de poner límites por miedo a la persona que, según dice, la manipuló.
La madre se hizo pasar por su hija
Por estos hechos fue arrestada una persona el 21 de junio. Fue gracias a que su madre, que tenía el móvil de su hija, se hizo pasar por la menor para concertar una cita con el varón. Cuando este individuo llegó al lugar indicado, la Policía procedió a su detención. En ese momento, los agentes le pidieron a la madre que llamase al número que figuraba en la agenda de contactos de la menor y acto seguido sonó el teléfono que el sospechoso llevaba en el bolsillo.
La Policía admite que no se trata de una posible identidad que ya barajase por este tipo de delitos, pero lo cierto es que el investigado continuaba escribiendo a la menor. Otro indicio en su contra es que el hombre tenía tatuajes en un brazo compatibles con la descripción que había dado la denunciante. Sin embargo, esta persona quedó en libertad provisional hace unos días. El caso dio un giro al analizar con detalle la declaración que prestó la joven y el análisis de su teléfono móvil.
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Según la documentación del caso, existen dudas de que la persona que la prostituyó fuese el detenido. Hay otro individuo que también aparece en el listado del teléfono a la que la policía ya ha identificado, que es además el dueño del local en el que se producían los encuentros. De lo que se concluye del análisis de las conversaciones es que mantuvo relaciones con varios hombres que todavía no han sido arrestados.
El hasta ahora único detenido, de 36 años de edad, contrató a los abogados Juan Gonzalo Ospina y Beatriz Uriarte, conocidos por haber representado los intereses de la víctima de Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua en Tailandia por asesinato. En su petición de libertad pusieron de manifiesto que la menor no recordaba las características físicas de su cliente, de nacionalidad española, “a pesar de referir que la agredió sexualmente muchas veces. “Si tiene que decir un color es rubio, no sabe cómo se llama y en resumen no sabe nada porque se lo presentaron unos gitanos”, dice el recurso de los letrados.
El juzgado ha aceptado su puesta en libertad en un auto dictado el 12 de septiembre con la prohibición abandonar España y de acercarse a 500 metros de la menor. La Fiscalía no se opuso a esta medida tras tres meses en prisión provisional. Hasta ahora, el juzgado se había negado por el riesgo de destruir pruebas, reiteración delictiva y riesgo de fuga ante la perspectiva de una alta condena en función de los hechos relatados.
La Policía Nacional investiga desde hace tres meses la denuncia de una menor de quince años que dice haber mantenido relaciones sexuales con hombres en un local de la localidad madrileña de Parla. Fue la madre la joven de la que puso en conocimiento de las autoridades estas actividades tras interceptar varios mensajes en el móvil de su hija. Cuando los agentes acudieron al lugar en el que presuntamente se cometieron los hechos, encontraron un local con una cama y objetos para la práctica del sexo. La víctima relata que mantuvo relaciones con al menos tres varones y que llegó a ser penetrada analmente. Hay al menos un detenido acusado de agresión sexual que ya está en libertad provisional.