Sandro Rosell lleva al Supremo su batalla contra Jaume Roures por acusarle de "espionaje"
El litigio tiene su origen en la querella que Mediapro interpuso contra el expresidente del Barça en 2016 por supuestamente espiar el correo electrónico de Roures durante tres años
La batalla entre Sandro Rosell y Jaume Roures ha llegado al Tribunal Supremo. La Audiencia Provincial de Barcelona rechazó el pasado julio la demanda en la que el expresidente del Barça reclamaba 200.000 euros el expresidente de Mediapro por vulnerar su derecho al honor al acusarle de "espionaje", pero su defensa va a presentar un recurso ante el Alto Tribunal para intentar revertir la decisión, informan fuentes consultadas.
El litigio tiene su origen en la querella que Mediapro interpuso contra Rosell en 2016 por supuestamente espiar el correo electrónico de Roures entre 2009 y 2011. La denuncia se extendía a otros dos altos cargos del club catalán que terminaron por ser condenados este mismo año, pero, en el caso concreto de Rosell, la Audiencia Provincial de Barcelona archivó la causa en noviembre de 2020 al considerar que las pruebas obtenidas no tenían "fundamento suficiente".
Nada más conocerse el sobreseimiento, la defensa del expresidente del Barça emitió un comunicado contra Roures: "Se ha dedicado a propagar durante años sus infundadas sospechas contra el Sr. Rosell, sonoramente amplificadas gracias a sus constantes apariciones en los medios de comunicación, de las que cabe esperar una inmediata rectificación". Roures respondió ese mismo día con otro comunicado: "Sigo pensando, y así lo seguiré manifestando, que Sandro Rosell es el responsable del espionaje".
El expresidente del Barça puso rumbo a los tribunales al considerar que este último mensaje infringía su derecho al honor. Un juzgado de Barcelona fue el primero en rechazar la demanda en 2022, pero su defensa recurrió a la Audiencia Provincial. Al tratarse del mismo tribunal que había archivado la querella de Mediapro contra él, confiaban en que les diera la razón, pero los magistrados vuelven a descartar sus argumentos en una sentencia de julio a la que ha tenido acceso este diario.
"El contenido de los comunicados y manifestaciones tanto del Sr. Rosell como del Sr. Roures debe calificarse como de interés general, en cuanto se incardinan en ámbitos propios de sus actividades como presidente de un muy relevante club deportivo y gestor de un importante grupo audiovisual", advierte la resolución. "No cabe olvidar tampoco que el comunicado emitido por el demandado y que se tacha de lesivo para la honorabilidad del apelante se efectúa como respuesta a otro anterior realizado por la defensa jurídica del Sr. Rosell".
El expresidente del Barça incidía en su recurso en que el último comunicado se había emitido después de que la propia Audiencia Provincial hubiese rechazado la querella de Mediapro contra él, pero el tribunal también matiza esta afirmación: "Tampoco cabe desconocer que el auto de sobreseimiento provisional no implica el archivo definitivo de las diligencias penal contra una o varias personas, con lo que siempre cabría la reapertura de la investigación criminal en caso de aparición de nuevos hechos o pruebas", advierte.
Tras este nuevo rechazo, la defensa del expresidente del Barça ha optado por recurrir en casación ante el Supremo, pero la propia Audiencia Provincial ya deja caer en su resolución una referencia a la jurisprudencia del Alto Tribunal. En concreto, a la sentencia del pasado 28 de mayo con la que el Supremo desestimó la demanda de un youtuber contra una activista que le tachaba de "machista" y "violento". Según apuntó el alto tribunal, cualquier "conflicto entre la libertad de expresión y el derecho al honor" obliga a tener en cuenta el "doble carácter" de este último: por un lado, de "libertad individual" y, por otro, de "garantía institucional de una opinión pública libre" que ha de gozar de "un amplio cauce para el intercambio de ideas y opiniones".
La batalla entre Sandro Rosell y Jaume Roures ha llegado al Tribunal Supremo. La Audiencia Provincial de Barcelona rechazó el pasado julio la demanda en la que el expresidente del Barça reclamaba 200.000 euros el expresidente de Mediapro por vulnerar su derecho al honor al acusarle de "espionaje", pero su defensa va a presentar un recurso ante el Alto Tribunal para intentar revertir la decisión, informan fuentes consultadas.