Feijóo y Abascal rivalizan por el favor de Meloni y recrudecen su guerra: "Están descolocados"
Vox sitúa a Fratelli como sus "socios" en Europa pese a su anexión a la plataforma de Orbán y presume de una interlocución "constante" con la italiana. El PP busca dejar a los de Abascal sin espacio en plena crisis migratoria
Feijóo tiene este jueves una cita en Roma. Pero su primer idilio con Giorgia Meloni llegará, como mucho, a triángulo amoroso. El presidente del PP ha comenzado a corregir una de las grandes carencias de su liderazgo político metiendo el pie en el plano exterior, una carrera en la que, hasta la fecha, Santiago Abascal le ha llevado ventaja. Y consuma esta nueva etapa con una audiencia con la primera ministra italiana, una fotografía que, hasta hace sólo unos meses, resultaba incómoda en Génova, en parte por su cercanía a Santiago Abascal y a otros líderes ultraconservadores europeos.
Meloni se ha convertido en una figura de peso en la actual política comunitaria. En palabras de la dirección del PP, se ha "europeizado". Y eso permite a Feijóo conjugar cierta sintonía con sus recetas migratorias, aunque sin entrar en los detalles. Simplemente, "funciona". El líder gallego corre un tupido velo sobre las duras proclamas contra los "lobbies LGTBI" o contra la ideología de género que pronunció Meloni en diversos actos organizados por Vox. Y en su equipo defienden que, con el paso del tiempo, "se ha moderado" por la responsabilidad que ocupa.
El encuentro de este jueves tiene un doble objetivo para Feijóo. El primero y principal es demostrar liderazgo a nivel nacional e internacional ante la crisis migratoria por el "vacío" que observa en el Gobierno. El gallego ya visitó Grecia la semana pasada, y prevé más viajes a otros países en las próximas semanas para explorar fórmulas con las que combatir las oleadas de inmigración irregular e "internacionalizar la respuesta de España" a este desafío.
Pero en el PP creen que la visita a Roma tiene también un impacto directo en el partido de Santiago Abascal. Contribuye, a su juicio, a desdibujar su espacio, su foco, y su discurso. "Están descolocados", opinan fuentes de la dirección, donde aseguran percibir cierta "molestia" por el acercamiento de Feijóo a una política que siempre ha estado vinculada a Vox y a su líder. Por si fuera poco, el PP se lanza a intentar arrebatar a Vox su gran bandera, la de la inmigración, posicionándose con la mano dura de la primera ministra italiana.
En el entorno de Santiago Abascal, sin embargo, aseguran estar tranquilos con la visita del mandatario del PP a Roma. El líder de Vox había sido notificado de la audiencia entre Feijóo y Meloni, con la que mantiene una amistad. "Confiamos en ella", sentencian las fuentes consultadas, que apuntan a que la reunión sólo significa que el PP "legitima a nuestros socios" en Europa e, incluso, que compra las recetas duras contra la inmigración irregular que ellos han defendido, y por las que decidieron romper unilateralmente sus alianzas territoriales con el PP.
En Vox aseguran que la interlocución con la primera ministra italiana es "constante" no ha cesado en los últimos meses a pesar de la división de la ultraderecha en Europa. En julio, el partido de Abascal decidió 'romper' con el ECR, familia política de Meloni, para integrarse en la plataforma de Patriotas por Europa, impulsada por el húngaro Viktor Orbán, que aúna a otros líderes de la extrema derecha comunitaria, como Matteo Salvini o Marine Le Pen.
Nos parece muy bien que el señor Feijóo se reúna con Meloni.
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) September 18, 2024
A ver si aprende algo con nuestros amigos de cómo acabar con la inmigración ilegal. https://t.co/kRkDItXtLs pic.twitter.com/Z9AjvdERt9
La escisión con el ala más dura de la derecha comunitaria ha contribuido a la paulatina moderación de la italiana, según justifican en el PP. El tabú lo rompió en realidad la propia presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que se abrió por primera vez a pactar con el grupo de Fratelli d'Italia el pasado mes de mayo. Y Feijóo replicó ese mismo discurso poco después, defendiendo que se podía acordar con Meloni por su carácter "proeuropeo", vertiente en la que no encuadran a Vox.
La "normalización" de las relaciones con Giorgia Meloni llegará este jueves. Para Feijóo, las medidas migratorias de Italia se alinean con el Pacto Europeo de Migración porque "mezcla legalidad con humanidad" y distingue entre "inmigración regular e irregular". Pero en Génova se sacuden del relato de Vox y cuidan que el encuentro no sirva para "legitimar" a un partido al que consideran ultraderechista. ¿Cómo? Recordando, en primer lugar, que el propio Sánchez se vio con Meloni en 2023; y que Feijóo sigue la estela de otros líderes comunitarios, como el primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, que "se interesó por los avances notables en política migratoria bajo el mandato de su homóloga italiana".
En paralelo, Feijóo y Abascal siguen abiertamente enfrentados por la inmigración. Más allá de los encuentros fortuitos en los pasillos del Congreso, donde los dos líderes exhiben cierta sintonía e intercambian mensajes sobre "cuestiones personales", la relación es nula. Pese a la foto con Meloni, Vox cree que el PP sigue muy lejos de sus planteamientos en materia migratoria, y censuran las políticas de "efecto llamada" de los populares, en alusión al convenio firmado entre Feijóo y Canarias para solucionar el colapso migratorio de las islas y repartir a miles de menores migrantes no acompañados por todo el territorio nacional.
Los de Abascal amagan ahora con romper también las alianzas municipales —gobiernan en más de un centenar de consistorios, algunos de grandes ciudades— si éstos siguen acogiendo a inmigrantes irregulares. Las dos fuerzas de la derecha pugnan por una batalla que va in crescendo y que, según el CIS, ha escalado hasta convertirse en el primer problema para los españoles, por delante del paro o la vivienda. Este mismo miércoles, Vox tumbó una moción del PP en la Cámara Baja sobre la crisis migratoria y la protección de las fronteras por considerarla demasiado laxa. "No proponen más que bobadas", censuró el diputado ultraconservador, José María Sánchez. El combate, avanzan en las dos partes, no ha hecho más que comenzar.
Feijóo tiene este jueves una cita en Roma. Pero su primer idilio con Giorgia Meloni llegará, como mucho, a triángulo amoroso. El presidente del PP ha comenzado a corregir una de las grandes carencias de su liderazgo político metiendo el pie en el plano exterior, una carrera en la que, hasta la fecha, Santiago Abascal le ha llevado ventaja. Y consuma esta nueva etapa con una audiencia con la primera ministra italiana, una fotografía que, hasta hace sólo unos meses, resultaba incómoda en Génova, en parte por su cercanía a Santiago Abascal y a otros líderes ultraconservadores europeos.