Adiós a los petardos: estas son las ciudades que han prohibido los fuegos artificiales en aras del bienestar animal

• Claves de la nueva Ley de Bienestar Animal: qué entra en vigor y qué no
• Primera multa de 500 euros por la Ley de Bienestar Animal tras dejar a un perro atado en la puerta de una farmacia

El sonido ensordecedor de los petardos, tan habitual en cualquier tipo de festividad, ha provocado que cada vez más personas y organizaciones se planteen si este tipo de celebraciones son seguras. Aunque para muchos los fuegos artificiales son un espectáculo visual y acústico atractivo, para otros se han convertido en una auténtica pesadilla. Entre ellas, están las personas con sensibilidad auditiva, como aquellas dentro del espectro autista, sufren las consecuencias de este tipo de eventos. Sin embargo, los más afectados son, sin duda, los animales.

Las mascotas y otros animales domésticos o salvajes tienen un oído mucho más agudo que los humanos. Esto los hace extremadamente sensibles a los ruidos fuertes, lo que les provoca episodios de ansiedad, estrés e incluso daños físicos. Durante las fiestas, es habitual que los veterinarios alerten sobre el aumento de consultas relacionadas con problemas en perros, gatos y aves domésticas debido al estruendo causado por la pirotecnia. De hecho, no son raros los casos de animales que, al asustarse, intentan huir y terminan expuestos a situaciones de peligro, como atropellos.

TE PUEDE INTERESAR

Fuegos artificiales con preaviso para que las mascotas no se asusten del ruido

El Confidencial

Algunas organizaciones de bienestar animal han señalado que estos episodios pueden causar daños irreversibles. Los perros, por ejemplo, sufren taquicardias y en algunos casos fallos cardiacos. Además, los felinos y las aves tienden a escapar en busca de refugio, lo que les lleva a lastimarse. Estas razones han motivado a varias ciudades a considerar alternativas más seguras y respetuosas con los animales.

Ciudades españolas que han prohibido los fuegos artificiales

Una de las ciudades pioneras en tomar medidas para reducir el uso de fuegos artificiales con alto impacto sonoro ha sido Barcelona. El Ayuntamiento ha trabajado en colaboración con organizaciones de bienestar animal para implementar restricciones durante festividades como Sant Joan o Nochevieja, promoviendo alternativas más seguras como los fuegos artificiales silenciosos, que ofrecen un espectáculo visual sin generar el estrés acústico.

Valencia, conocida mundialmente por Las Fallas, ha tenido que enfrentar el reto de equilibrar una tradición profundamente arraigada con la creciente demanda de protección hacia los animales. En los últimos años, se han introducido restricciones en cuanto a horarios y tipos de pirotecnia, buscando minimizar el impacto en las mascotas y otros animales que viven en la ciudad. A pesar de la tradición, las autoridades locales han fomentado la adopción de fuegos artificiales menos ruidosos, y cada vez más barrios optan por este tipo de soluciones durante las festividades.

TE PUEDE INTERESAR

Un 'tiktoker' muestra su curioso método para que su perro no se asuste con los fuegos artificiales

P. Díaz

Por su parte, Madrid ha avanzado hacia una regulación más estricta en cuanto a la pirotecnia, motivada en gran parte por las numerosas quejas de los dueños de mascotas y las recomendaciones de veterinarios. En la capital, el uso de petardos y fuegos artificiales está restringido a eventos específicos y requiere autorización previa. La capital también ha promovido eventos alternativos, como espectáculos de luces y actividades culturales sin ruido, para ofrecer opciones de entretenimiento que no afecten al bienestar animal.

Prohibición total, multas y excepciones

Otras ciudades como Vitoria-Gasteiz han optado por una prohibición total del uso de pirotecnia ruidosa en eventos municipales. Esta decisión, implementada en 2019, ha sido aplaudida tanto por residentes como por defensores del bienestar animal. Además, Zaragoza, Vigo o Torremolinos también han prohibido los fuegos artificiales, limitando el uso a opciones más silenciosas. En Badajoz, Mérida o Plasencia, no existe una prohibición, pero sí restricciones en su uso y en Terrassa o Vic han recomendado no lanzar fuegos artificiales. Por su parte, en Cáceres e Irún, las sanciones por violar estas restricciones oscilan entre los 700 y los 1.500 euros.

Los ruidos de los fuegos artificiales y petardos provocan episodios de ansiedad, estrés e incluso daños físicos en los animales

Sevilla, que mantiene la prohibición del uso de pirotecnia durante todo el año, permite excepciones en Navidad, en concreto, los días de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo. Sea como fuere, la lista de ciudades que se suman a esta iniciativa sigue creciendo cada año, lo que refleja un cambio en la mentalidad de las autoridades y ciudadanos, quienes ahora buscan opciones más respetuosas con el entorno y los seres vivos que comparten el espacio urbano.