Un alto cargo de Hacienda señala al juez que Koldo guardó mascarillas en un "despacho"

El director general de Presupuestos del Ministerio de Hacienda, Javier Sánchez Fuentefría, ha confirmado este miércoles durante su declaración como testigo la falta de control a la hora de recibir y distribuir las mascarillas del caso Koldo. El magistrado Ismael Moreno acordó su citación porque en el momento en el que se produjeron los hechos Fuentefría ejercía como director general de Organización e Inspección del Ministerio de Transportes. Según apuntan fuentes presentes en su comparecencia, el actual alto cargo de Hacienda ha explicado que el propio Koldo García gestionó la llegada de las primeras mascarillas de la trama y que "las metió en un despacho".

La reciente auditoría realizada por el Ministerio de Transportes también pone el foco en esa falta de control a la hora de custodiar el material sanitario: "El oficial mayor del departamento ha indicado que, del primer vuelo que aterrizó en la madrugada del 28 de marzo, el MITMA [Ministerio de Transportes] recibió un lote de 10.000 mascarillas, de las que, si bien no hay acta de recepción, sí hay datos de su posterior distribución dentro del MITMA [Ministerio de Transportes]", explica el informe. "Koldo García llevó al MITMA [Ministerio de Transportes] dos palés con unas 25.000 mascarillas, de lo que tampoco hay acta de recepción".

La auditoría destaca que este segundo lote "fue custodiado por el entonces asesor del ministro y por el subteniente de la Guardia Civil, José Luis Rodríguez, bajo llave en un almacén del ministerio, y retirado por ellos en un momento posterior, sin que tampoco conste documentación de la retirada". Al ser preguntado por el hecho de que Koldo tuviera en su poder esta "llave", tanto Fuentefría como el oficial mayor apuntaron al mismo motivo: "Era como si lo hiciera el ministro".

La Fiscalía Anticorrupción también ha insistido este miércoles en las gestiones que realizó Koldo a la hora de cerrar las compras, pero Fuentefría ha reconocido que nunca llegó a tener claro su papel. Según apuntan las mismas fuentes, se ha limitado a decir que, por lo que ha "oído", era una persona que estaba "muy preocupada por conseguir que llegasen las mascarillas". La respuesta ha sido similar a la hora de abordar la orden por la que en apenas 38 minutos se duplicó la compra a la trama, pasando de cuatro a ocho millones de mascarillas. Fuentefría se ha escudado en que no era él quien tomaba esta clase de decisiones, sino el "ministro".

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"Pudiera parecer que la estimación final del alcance de la emergencia, duplicada en tan solo 38 minutos, estaría más relacionada con la oferta existente que con las necesidades detectadas en relación con un tiempo determinado", advierte la auditoría interna de Transportes. "El único dato obrante en el marco de la auditoría en relación con dicha duplicación es que Koldo García habría señalado que la empresa ofrecía ocho millones o nada".

Las fuentes consultadas indican que Fuentefría también ha explicado al juez que él hizo "estimaciones" sobre el material que podrían necesitar. También ha dicho que "solo le llegó una oferta", aunque los correos intervenidos por la Guardia Civil reflejan que el Ministerio de Transportes también recibió otras y más baratas que las de la trama. El encargado de hacerle llegar la mencionada oferta fue el exsubsecretario de Transportes, el también imputado Jesús Manuel Gómez García. Fuentefría ha afirmado que él nunca tuvo contacto con la empresa de los investigados porque su función era "analizar las necesidades y gestionarlas".

Las consecuencias de esta falta de control en la compra, custodia y reparto del material sanitario aún son patentes a día de hoy. Según han detectado en Transportes, al menos 238.840 mascarillas siguen "en el sótano" del ministerio", mientras que otras 206.000 están guardadas en un "almacén existente en Azuqueca de Henares". La suma de ambos lotes supera el millón de euros.