Ni la Guardia Civil ni la Policía Nacional: los únicos vehículos que no pueden registrar en un control

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Encontrarse de bruces con un control de la policía o la Guardia Civil es algo que pone nervioso a cualquiera, aunque no haya cometido ninguna infracción. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado imponen respeto, y el momento en el que nos hacen el alto suele ser cuanto menos tenso.

Estos controles, necesarios para garantizar la seguridad vial y la protección pública, permiten detectar y sancionar infracciones como el exceso de velocidad o conducir bajo los efectos del alcohol, reduciendo significativamente el número de accidentes en nuestras carreteras.

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Además, son un acicate para educar a los conductores, y también una medida que permite estudiar el comportamiento de los mismos, lo que permitirá diseñar estrategias de seguridad vial más eficaces en el futuro. Asegurarse de que los vehículos cumplen con las normativas de seguridad, identificar posibles defectos mecánicos que puedan dar lugar a accidentes o identificar el transporte de sustancias ilegales, son algunos de los objetivos de estos controles.

Vehículos exentos

La Ley de Seguridad Ciudadana establece que los agentes tienen autoridad para realizar registros en cualquier automóvil en territorio nacional. Si bien la colaboración de los conductores es siempre recomendable, existen algunos vehículos exentos de ser registrados.

Según la normativa vigente, las caravanas, campers, roulottes y el resto de vehículos camperizados son consideradas viviendas, y los agentes no podrán acceder a ellos para registrarlos sin la autorización de su propietario o una orden judicial. Esto se debe al concepto de inviolabilidad del domicilio, el cual protege cualquier espacio que pueda considerarse vivienda.

No obstante, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad sí podrán acceder a su interior si tienen indicios claros de delito, bien sea la presencia de armas, el transporte de sustancias peligrosas, o cualquier objeto que pueda poner en riesgo a la seguridad de todos.