Marruecos para el intento de entrada en Ceuta y demuestra que la seguridad de la ciudad está en sus manos
Los acercamientos a la frontera ceutí fueron recurrentes durante toda la jornada. Las autoridades marroquís dispersaron a todos aquellos que intentaron sobrepasar la valla, muchos de ellos menores
Los jóvenes marroquíes no han tomado Ceuta este domingo, pero sí han propinado algún susto. Tras numerosos llamamientos a través de las redes sociales instando a entrar masivamente en la ciudad autónoma, la convocatoria quedó en unos escarceos. Empezaron con unas carreras sin rumbo de madrugada de cientos de chavales por Castillejos, la ciudad marroquí colindante con Ceuta, de la que unos 200 lograron salir.
Pusieron entonces rumbo, por las colinas del interior, a la frontera del Tarajal. Allí apedrearon a los antidisturbios marroquíes, obligándoles a cerrar a ratos el cruce fronterizo. Solo dos habían logrado, hasta primera hora de la tarde, entrar en Ceuta, pero por mar. Entre los treinta que se echaron al agua, casi a la vez, uno se ahogó y su cuerpo fue recuperado por los servicios de protección civil en Castillejos. Desde principios de agosto se ha recuperado ocho cuerpos de jóvenes ahogados.
Juan Jesús Vivas, el presidente de Ceuta, hizo un llamamiento a "la tranquilidad de los ciudadanos" en el que también transmitió "su confianza plena en el trabajo" de las fuerzas de seguridad españolas y resaltó la "colaboración" de las autoridades de Marruecos.
Las Fuerzas Auxiliares (antidisturbios), Policía y Gendarmería habían blindado Ceuta y sus alrededores con hasta 7.000 hombres, según la prensa marroquí. Antes hubo detenciones, unas 60, de jóvenes que desde TikTok o Instagram animaban a entrar en tromba por tierra y por mar. En paralelo, del lado español, se añadieron 300 agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil a los efectivos destinados en Ceuta, así como una patrullera y un helicóptero.
Marruecos ha vuelto a demostrar este fin de semana, esta vez en positivo, que la seguridad de Ceuta está en sus manos como lo está también la de Melilla en cuyas puertas abortó, en la noche del 3 de septiembre, una entrada a la carrera de unos 500 jóvenes a través de la frontera de Beni Enzar que cerró a ratos.
El Ministerio del Interior de España ha puesto en valor el "gran esfuerzo" de Marruecos desplegado por "todo el perímetro fronterizo para evitar las entradas irregulares". Además, señalan desde el departamento de Grande-Marlaska, que la colaboración entre la Policía Nacional y la marroquí está siendo clave para seguir controlando la situación e insisten en que no se ha producido ninguna entrada en territorio nacional.
Hace tres años, en mayo de 2021, también lo demostró, pero en negativo. Alentó la entrada de más de 10.000 inmigrantes irregulares, la quinta parte menores de edad, para que entraran en Ceuta en tan solo 48 horas, según los informes del CNI publicados parcialmente por El País.
Más recientemente, a finales de agosto, fueron unos 400 los que lograron alcanzar a nado las playas ceutíes, en lo que fuentes de inteligencia interpretan como la respuesta a la primera visita de una ministra de Defensa, Margarita Robles, a los peñones e islotes españoles a lo largo de la costa marroquí. Hasta finales de agosto han entrado en la ciudad 1.917 inmigrantes irregulares, un 195% más que durante el mismo periodo del año pasado, según el Ministerio del Interior.
Más allá de enviar puntualmente refuerzos a Melilla, medida que ya se ha llevado a cabo desde la mañana de este lunes, el Gobierno español tiene a su alcance otras decisiones para no depender de la buena voluntad, para nada garantizada, del vecino marroquí a la hora de proteger la ciudad. El Ministerio del Interior podría, por ejemplo, colocar en los espigones grandes reflectores que iluminen el mar y permitan discernir a los nadadores marroquíes que aprovechan los días de niebla para intentar emigrar.
Transportes podría, a su vez, alargar los espigones de Ceuta que marcan los límites con Marruecos, como viene reclamando la Asociación Unificada de la Guardia Civil desde hace años. No se hace esa obra porque se buscó el acuerdo de Rabat, que nunca contestó y el Gobierno de Mariano Rajoy no se atrevió a alargarlos sin su permiso ni tampoco el de Pedro Sánchez, según reconocieron tiempo atrás fuentes de la delegación del Gobierno en Ceuta.
Tras la entrada multitudinaria en la ciudad, en mayo de 2021, Iván Redondo, director entonces del Gabinete del presidente del Gobierno, anunció en el Congreso planes integrales de desarrollo socioeconómico para Ceuta y Melilla y también otros de seguridad integral. La Estrategia de Seguridad Nacional adoptada en Moncloa en diciembre de 2021 insistió más tarde en la necesidad de sacarlos adelante.
Los primeros planes fueron aprobados por el Consejo de Ministros en octubre de 2022. Han pasado más de tres años y los concernientes a la seguridad no están ni mucho menos acabados. Debían ser elaborados por un grupo de trabajo integrado por varios ministerios y organismos públicos, así como las autoridades de Ceuta y Melilla.
"Preguntamos [sobre el plan] con cierta frecuencia y siempre nos dan la misma respuesta: que pronto seremos convocados a una reunión de seguimiento", explica, en conversación con El Confidencial, Juan Jesús Vivas. "Si soy convocado, como parece, por el presidente Sánchez en la ronda de despachos que ha anunciado con los presidentes autonómicos, este será, sin duda, uno de los asuntos que plantearé", añade.
Al margen del uso que las autoridades marroquíes hayan podido hacer de la inmigración para presionar a España, hay razones sobradas para poner en marcha esos planes de seguridad. La OCDE publicó, el 11 de septiembre, su último estudio sobre la economía marroquí en el que resalta el mal momento por el que pasa el mercado laboral. El desempleo entre los jóvenes, de entre 15 y 24 años, alcanzó un máximo histórico del 35,8%. Muchos de los que trabajan lo hacen para el sector informal que tanto peso tiene en la economía del país. El paro se mide además en Marruecos con criterios menos rigurosos que en la UE.
En la mañana de este lunes, la frontera que separa Ceuta de Marruecos se mantiene en una calma tensa pero en la que reina la normalidad
No es de extrañar que el último Barómetro Árabe, publicado en junio, revelase que el 35% de los marroquíes se plantean emigrar. Entre los jóvenes de entre 18 y 29 años ese porcentaje alcanza el 55% y muchos de ellos están dispuestos a hacerlo sin cumplir los requisitos, es decir, irregularmente.
En la mañana de este lunes, la frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos, se mantiene en una calma tensa pero en la que reina la normalidad. Un grupo de seis migrantes, todos ellos jóvenes varones marroquíes, han sido detenidos por las autoridades marroquíes esta mañana cuando se habían lanzado al mar desde las costas de Castillejos (Marruecos) para alcanzar a nado la playa del Tarajal, según fuentes policiales de España.
Asimismo, se ha advertido una menor presencia de embarcaciones en el mar para el control de las entradas y el paso fronterizo refleja un paso fluido de personas y vehículos, si bien tampoco se percibe un excesivo movimiento a primeras horas de este lunes.
Los jóvenes marroquíes no han tomado Ceuta este domingo, pero sí han propinado algún susto. Tras numerosos llamamientos a través de las redes sociales instando a entrar masivamente en la ciudad autónoma, la convocatoria quedó en unos escarceos. Empezaron con unas carreras sin rumbo de madrugada de cientos de chavales por Castillejos, la ciudad marroquí colindante con Ceuta, de la que unos 200 lograron salir.
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