El IE declaró al juez Peinado que nunca se plantearon despedir "a la mujer del presidente"

El representante del Instituto de Empresa, Diego del Alcázar, que dio trabajo a Begoña Gómez dentro de un departamento llamado Africa Center, compareció como testigo ante el juez que investiga a la mujer del Pedro Sánchez por tráfico de influencias. En su comparecencia, admitió que, cuando propusieron su fichaje, le dijeron que era la esposa del líder PSOE. Del Alcázar añadió que nunca se plantearon despedir a Begoña Gómez y en su explicación en el juzgado destacó que se trataba de “la mujer del presidente del Gobierno”. También contó al magistrado que el departamento Africa Center esdeficitario: “Ponemos dinero para que eso se pueda hacer”.

En un momento del interrogatorio, celebrado el 29 de julio, se le preguntó al responsable del IE las razones por las que se mantuvo la relación laboral con Begoña Gómez y los motivos por los que se dejó de contar con ella. En su respuesta, Diego del Alcázar admitió que se tuvo en cuenta que era la mujer de Pedro Sánchez. “No se echa a la gente así como así, es decir, nosotros realmente despidos intentamos no hacerlos y ya con una persona que es la mujer del presidente del Gobierno no se nos ha ocurrido, la verdad. No se hace, yo creo”.

Luego, el testigo dijo haber entendido mal la pregunta y precisó que Begoña Gómez “es la que decidió dejar de colaborar con el IE en una fecha determinada por sus razones personales”. Del Alcázar añadió que no le había llegado ninguna queja de ella, pero admitió que antes de firmarle el contrato, la responsable del Africa Center dijo que era la persona adecuada y para ello citó su condición de esposa del líder del PSOE.

“Yo recibo -relató- la sugerencia, más que la sugerencia… somos una organización muy poco centralizada, pero en realidad hay un momento donde alguien me dice: ‘Felicia Appenteng dice que es la persona adecuada para lo que ella quiere y es la mujer del secretario general del Partido Socialista’. Lo que pasa es que estaba trabajando y no podía incorporarse hasta fechas posteriores en las que el secretario general se había convertido en presidente del Gobierno”.

El Africa Center se creó a instancias de una mujer estadounidense llamada Felicia Appenteng, de origen ghanés. Su padre había sido consejero del IE durante 30 años. “Esta mujer cree que la condición de la negritud y toda la esclavitud es una diáspora como la de los judíos”, explicó Del Alcázar. Según contó en el juzgado, Appenteng quería colaborar en mejorar las condiciones empresariales y sociales en África. “Nos insistió y se creó el Africa Center dentro de la Fundación del IE y colaborar con ella, que era la presidenta, era la función de Begoña Gómez”, apuntó. A la mujer de Sánchez se le hizo un contrato laboral.

La función de Begoña Gómez era acompañar a esta persona “por los distintos países africanos, intentar hablar con personas interesadas en organizar seminarios, eventos y estas cosas para mejorar”. El Africa Center se creó, según dijo, “en fechas muy poco anteriores” a la contratación de Felicia Appenteng, pero no precisó más.

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El juez le preguntó quién tuvo la iniciativa de contratar a Begoña Gómez y el testigo contestó que fue Appenteng. “Yo creo que Begoña Gómez se acerca al IE como mucha gente para ver qué posibilidades hay de colaborar y trabajar. Ocurre con mucha frecuencia y va poco a poco, desde el año 2017, hablando supongo que con unos y con otros, algún profesor… y llega a tener más proximidad con Felicia Appenteng, que le propondría al vicepresidente ejecutivo que la contraten”.

Del Alcázar justificó su fichaje en el hecho de que “se necesitaba a alguien que tuviese cierta edad”. Explicó al juez que “una chica de 20 años va a cualquier parte, pero una de 40 es más difícil que quiera visitar distintos países y se entendía que doña Begoña Gómez estaba dispuesta a ir con ella”. Confirmó que no existía nada similar con otros continentes en el IE. “África es un continente deprimido y esta señora (Appenteng) tenía mucho interés”, declaró Del Alcázar.

En otra fase de la comparecencia como testigo, Del Alcázar –con obligación legal de decir la verdad– fue preguntado acerca de su relación con el presidente de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Zurab Pololiskashvili. “Personalmente no le conozco, aunque sé que ha tenido una colaboración con nosotros porque se hizo un seminario en San Petersburgo”.

Sin embargo, consta una foto en la que se les ve a Del Alcázar y a Pololiskashvili juntos en la misma sala. El encuentro tuvo lugar en junio de 2018, según un comunicado oficial de la OMT que se puede consultar todavía en su página web. Anunciaba un acuerdo entre esta institución de la ONU y el IE “para fomentar la innovación y el emprendimiento en el sector turístico”.

En la ciudad rusa de San Petersburgo es donde viajó Begoña Gómez en 2019 y conoció al CEO de Globalia, Javier Hidalgo, y la responsable de una filial del grupo empresarial que terminaría firmando con la esposa de Sánchez un convenio de patrocinio de 40.000 euros para el Africa Center. Esta directiva declaró al juez que en esos círculos se referían a Begoña Gómez como “la mujer del presidente”.

A Diego del Alcázar le preguntaron precisamente sobre el modo en el que se financiaba el IE Africa Center de Begoña. Dijo que “fundamentalmente” por la propia fundación del IE, pero que estaba abierto a financiadores externos, tanto públicos como privados: “No vemos inconvenientes, al revés, sería estupendo”. Sin embargo, en sus respuestas, el representante del IE dijo que Begoña Gómez tenía prohibido por contrato recaudar fondos de instituciones públicas españolas desde el momento en el que Sánchez llegó a La Moncloa.

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“Para nosotros –relató el representante del IE– es un centro de coste, es decir, ponemos dinero para que eso se pueda hacer. No es para nada un centro de beneficios, ojalá pudiéramos conseguir aumentar la actividad mediante entidades o patrocinios interesados por África”.

Al inicio de este interrogatorio, el juez manifestó su malestar por las filtraciones del caso en la prensa y advirtió del riesgo de sanciones: “Voy a reiterar a las partes porque se está reproduciendo con frecuencia el contenido del párrafo primero del artículo 301 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (que hace referencia a que las resoluciones del caso no son públicas). Es decir, la prohibición, salvo multa, de comunicar lo que va aconteciendo a partes que no tienen ninguna vinculación con el procedimiento”.