El apoyo del PNV al PP es un espejismo: se fraguó "por terceros" y una advertencia

La pinza parlamentaria del PNV con el PP es flor de un día. El apoyo del grupo vasco a la moción sobre Venezuela por la que el Congreso pide reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente electo propició ayer otra importante derrota política para el Gobierno y volvió a retratarle en su profunda precariedad. Sin embargo, el desmarque del PNV es "puntual", responde a la vinculación histórica del partido con aquel país -por ser refugio del exilio vasco durante el franquismo-, y "en ningún caso" rompe su alianza estratégica con el PSOE. "Va a ser que no", afirman taxativas fuentes de la dirección nacionalista a El Confidencial. Si Feijóo cree que hay agua en el pozo del PNV y Junts para tumbar a Sánchez, Venezuela es solo un espejismo.

De hecho, el PNV es uno de los mayores interesados en que la legislatura perdure. Los nacionalistas están confiados en que esta es su gran oportunidad para avanzar en el autogobierno y lograr por fin el "reconocimiento nacional" del País Vasco. Hasta el punto de que su líder, Andoni Ortuzar, llamó el lunes a desdramatizar si el Ejecutivo no logra aprobar unos nuevos Presupuestos.

En cambio, la relación entre el PNV y el PP atraviesa por uno de sus peores momentos desde la moción de censura contra Rajoy. Feijóo y Ortuzar apenas se han visto un par de veces. Y aunque el dirigente gallego defiende la necesidad de mantener los puentes abiertos con el PNV y con Junts, la presencia de Vox cierra el paso a cualquier entendimiento. El perfil de sus portavoces tampoco ayuda a establecer un marco de confianza, con continuos enganchones públicos, el último precisamente a cuenta de la moción sobre Venezuela. "Torpe, que eres un torpe", le espetó Aitor Esteban a Miguel Tellado en las redes sociales, tras censurar este al PNV que bloqueara la comparecencia del ministro de Exteriores en la Diputación Permanente.

El PNV dejó en el aire el sentido de su voto hasta el martes, cuando el diputado nacionalista anunció su apoyo crítico a la moción, visiblemente incómodo con la lectura de acercamiento a los populares. De hecho, dentro del hemiciclo ensalzó la labor del Gobierno para dar refugio político a González Urrutia. Y expresó su temor a que el paso que estaba a punto de dar el Congreso no enturbiara su mediación. Anoche, el régimen de Maduro anunció que su Asamblea dará la réplica para que el Gobierno bolivariano rompa "todas las relaciones" con España.

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La decisión final la acordaron entre Ortuzar y el propio Esteban, indican las fuentes consultadas, que recalcan que estuvo condicionada "solo" por la situación venezolana y por las "conversaciones mantenidas con representantes venezolanos en Euskadi, Madrid y Estados Unidos".

Los nacionalistas niegan que se hayan producido contactos con el PP para lograr su apoyo, como asegura Génova. "No es verdad. En ningún momento hemos hablado con el PP", señalan desde el grupo parlamentario. Una prueba de la pobre interlocución entre sus portavoces. "Son demasiado explosivos", coinciden diversas fuentes de las dos formaciones.

Aunque el PNV sí envió un mensaje nítido a Génova "por vía de terceros" -la oposición a Maduro exiliada en España- de que su apoyo estaría condicionado a que el PP no convirtiera el debate en "una burda pelea" sobre política nacional.

"Les pedimos por vía de terceros que evitaran discursos incendiarios mezclados con la política nacional, nada de 'hooligans", comentan las fuentes al tanto de las conversaciones. "A los venezolanos les dijimos que íbamos a votar que sí a no ser que alguien se pasara de la raya burdamente enfocando Venezuela en la pelea interna española. O insultando", explica otro dirigente del PNV.

De hecho, el propio Esteban lo advirtió públicamente en una rueda de prensa en el Congreso horas antes de que se produjera el debate en el Pleno. "Lo que parece evidente es que Cayetana (Álvarez de Toledo, encargada de defender la moción) pareció captar el mensaje y tuvo un discurso firme pero medido. Creo que tanto Cayetana como Narbona hicieron un buen discurso defendiendo sus posiciones sin estridencias", apuntan en el grupo vasco.

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El rechazo explícito del PNV a la "dictadura" de Nicolás Maduro le sirve también para atacar la posición de Bildu, afecto al régimen chavista. La pugna entre los dos partidos nacionalistas es otra clave a tener en cuenta siempre. "Es un tema importante para nosotros. El exilio vasco durante el franquismo se fue a Venezuela (entre otros países), el mayor centro vasco de toda América está en Caracas y el PNV está muy implicado en ayudar a la mayoría democrática de Venezuela", señala el exdiputado nacionalista Iñaki Anasagasti, nacido precisamente allí por el exilio forzoso de sus padres.

No se puede descartar que ambos grupos vuelvan a coincidir en votaciones estratégicas, como ya ha ocurrido antes, como en la reforma laboral de la pasada legislatura que salió de milagro por el error del diputado Alberto Casero. Pura carambola que pudo que puede ser letal para el Gobierno. En Sabin Etxea tienen presente esa aritmética desde el inicio de la legislatura y la utilizarán como medida de presión a Moncloa cuando necesiten mejorar su posición negociadora, como siempre han hecho. Pero eso no significa que el PNV esté pensando en abandonar a Pedro Sánchez. Todo lo contrario.