Ayuso no desvela si plantará a Sánchez y Moreno defiende el diálogo con el Gobierno
Los presidentes autonómicos del PP desoyen la advertencia de la presidenta madrileña, que exigió a sus compañeros no acudir a la Moncloa. Todos se han comprometido por escrito a no pactar de forma bilateral asuntos relativos a la financiación
Alberto Núñez Feijóo diseñó la cumbre de barones de este viernes con el objetivo de cerrar todo tipo de fisuras dentro de sus filas y trazar un "frente común" para desmontar el cupo catalán a través de su ingente poder territorial. Todos los presidentes autonómicos del PP, sin excepción, han cerrado filas con su líder y han aparcado sus diferencias en financiación autonómica para evitar que Sánchez utilice esas grietas para "blanquear" los "privilegios" al independentismo. Ese compromiso se ha plasmado con la firma de un documento conjunto por parte de todos los líderes regionales del PP, además del vicepresidente de Canarias y los representantes de Ceuta y Melilla.
En la víspera de la reunión, no obstante, Isabel Díaz Ayuso agitó el avispero y pidió al resto de compañeros autonómicos que no acudan directamente a las reuniones bilaterales con las que Sánchez pretende enjuagar el 'cupo catalán' sin que antes se haya celebrado una Conferencia de Presidentes. "Los presidentes autonómicos no podemos sentarnos ante esta política mezquina a negociar nada", afirmó este jueves, una petición que cayó en saco roto. Todos los barones del PP, sin excepción, están dispuestos a acudir a la Moncloa si Sánchez llama para abordar asuntos ajenos a la financiación autonómica.
Este viernes, todas las miradas se posaban en la presidenta de la Comunidad de Madrid por quebrar parcialmente la unidad de acción del PP en la ofensiva contra Sánchez. Y la dirigente decidió no ampliar aún más la brecha interna. De hecho, dejó incluso en el aire si ella plantará o no a Sánchez. "Por supuesto que todos los presidentes y todas las comunidades autónomas tenemos problemas singulares. Y claro que quisiera que esto fuera atendido en La Moncloa", aseguró la dirigente después de la reunión con Feijóo y el resto de barones.
Con todo, Ayuso celebró que se haya acordado que "todo lo que tenga que ver con la caja común y con los intereses de los españoles se hable en un foro leal, con todos juntos". Desde su equipo ratifican que ella decidirá si acude o no a la cita cuando el presidente del Gobierno la convoque, a pesar de entender que el contexto no es el ideal para celebrar reuniones bilaterales con Sánchez. Muy distinta fue la alocución pública del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. "Vamos a actuar con responsabilidad y con respeto institucional, lo que significa que vamos a hablar con todo el mundo, y por supuesto con el presidente del Gobierno", defendió.
Los barones del PP se han esforzado por exhibir unidad intentando ignorar el elefante en la habitación, que vuelve a ser el destacado protagonismo de Isabel Díaz Ayuso. La dirigente seguirá en el foco por las dudas sobre su visita a la Moncloa, en contraposición con el resto de compañeros autonómicos y a la propia "institucionalidad" que siempre ha defendido Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP nunca se ha ausentado de las citas con el presidente del Gobierno cuando éste le ha convocado.
El primero en responder de forma indirecta a Ayuso tras su desafío fue el representante de la Región de Murcia, Fernando López Miras. "Yo tengo muchas cosas que hablar con el presidente, quiero sentarme con él", afirmó el jueves. En su equipo ratifican que el dirigente está dispuesto a hablar de la infrafinanciación de su comunidad y de otros asuntos como infraestructuras, agua o inmigración, y él mismo ha solicitado este viernes a Sánchez que ponga "día, sitio y hora" para abordar "todos juntos" el debate de la financiación.
El resto de baronías del PP siguen la misma estela y desoyen los consejos de la dirigente madrileña. "Cómo no va a ir si le llama el que nos debe 3.000 millones de la dependencia, 25 recortes al Tajo-Segura, el agua del lago de La Albufera o las ayudas a la cerámica", resumen en el entorno del presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. El valenciano ha sido uno de los dirigentes del PP más combativos en materia de financiación, que en más de una ocasión se ha mostrado favorable a pactar una "compensación" con el Ejecutivo para aliviar su deuda autonómica tras el trato con Cataluña.
Mazón ha asegurado estar "satisfecho" con el acuerdo suscrito con sus compañeros de partido porque, por primera vez, el PP a nivel nacional ha hecho suya una de sus grandes reivindicaciones: la creación de un fondo de nivelación para compensar a las regiones más infrafinanciadas hasta que se actualice el modelo de financiación autonómica. "Hoy es un día histórico", celebraba a la salida del cónclave.
Los presidentes de Castilla y León, Extremadura, Baleares o Galicia se desmarcan también de la posibilidad de dar plantón a Sánchez por la urgencia de tratar con la Moncloa otros asuntos ajenos a la financiación. Algunos ven imposible que el presidente del Gobierno atienda sus reivindicaciones, pero acudirán por "institucionalidad" o "cortesía". Otros sí ven la posibilidad de dar salida a algunas de sus demandas, aunque todos reiteran que lo relativo a la reforma del sistema se abordará de forma "multilateral" en el Consejo de Política Fiscal y Financiera o en la Conferencia de Presidentes. "Hay asuntos que requieren relaciones bilaterales", ilustran por ejemplo en el ejecutivo de Alfonso Rueda.
La dirección de Génova quiso deshacer el enredo y aclaró que Feijóo no se opone a que sus barones autonómicos puedan reunirse bilateralmente con Sánchez, siempre y cuándo ninguna de esas citas bilaterales rompan la unidad de acción que pretende escenificar este viernes, y que ninguno de los presidentes negocie o acuerde de forma autónoma sus necesidades financieras sin contar con el resto. Todas las regiones, sin excepción, están de acuerdo con este parámetro.
"Bloque de resistencia" frente a Sánchez
El preacuerdo para dar forma a un concierto económico propio para Cataluña ha aparcado las reivindicaciones individuales —y contrapuestas— de los barones del PP en materia de financiación para dar forma a una especie de "bloque de resistencia" con el que frenar el trato del Gobierno con el independentismo. Ese pacto se ha materializado en un documento por el que los 14 barones se comprometen a pedir el desmontaje del cupo catalán; 18.000 millones extra al Gobierno procedentes de los fondos UE; la creación de un fondo de nivelación para atenden a las regiones infrafinanciadas; y el pacto conjunto de una reforma del sistema de financiación.
La cumbre se ha celebrado en el Palacete de los Duques de Pastrana de Madrid, y ha consistido en una reunión de dos horas a puerta cerrada, tras la que Feijóo y el resto de presidentes han hecho declaraciones, sin permitir preguntas a los medios de comunicación. La cita está precedida de un almuerzo en la misma ubicación, a la que se ha invitado también a los líderes regionales que no ostentan funciones de gobierno, como el castellanomanchego Paco Núñez; el catalán Alejandro Fernández; o el vasco Javier de Andrés.
Alberto Núñez Feijóo diseñó la cumbre de barones de este viernes con el objetivo de cerrar todo tipo de fisuras dentro de sus filas y trazar un "frente común" para desmontar el cupo catalán a través de su ingente poder territorial. Todos los presidentes autonómicos del PP, sin excepción, han cerrado filas con su líder y han aparcado sus diferencias en financiación autonómica para evitar que Sánchez utilice esas grietas para "blanquear" los "privilegios" al independentismo. Ese compromiso se ha plasmado con la firma de un documento conjunto por parte de todos los líderes regionales del PP, además del vicepresidente de Canarias y los representantes de Ceuta y Melilla.
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