El PP congela la renovación de la CNMC, la CNMV o RTVE: "La desconfianza es máxima"

El acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) parecía imposible. Cinco años de bloqueo, reproches e intentos fallidos casi habían enterrado las opciones de que PSOE y PP llegaran a estrecharse la mano. El pacto judicial se entendía como la carta más difícil. Ambas partes asumían que si había entendimiento para el reparto de los jueces y la reforma del sistema de elección, las renovaciones obligadas de otros organismos pendientes de acuerdo serían mucho más sencillas. Pero nada más lejos de la realidad.

El fracaso de la negociación para el Banco de España (BdE) acredita que el principio de normalización de las relaciones entre los dos grandes partidos no es más que un espejismo. Que el pacto para el CGPJ fue "una isla", y que lograr "consensos" de Estado, con la institucionalidad por bandera, sigue siendo casi misión imposible. Sánchez ignoró las líneas rojas que trazó el PP y decidió imponer al ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, como nuevo gobernador de la principal institución económica del país, rompiendo con ello una tradición de décadas y sentando un "precedente peligrosísimo", según evalúan en el PP.

En Génova alejan por ahora la posibilidad de llegar a acuerdos en otras instituciones tras el "asalto" en el BdE. Desde el pasado verano, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene cinco vacantes de su consejo pendiente de renovación. En diciembre finaliza también el mandato de Rodrigo Buenaventura al frente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los negociadores de Gobierno y PP —el ministro de Presidencia, Félix Bolaños; y la número dos de Feijóo, Cuca Gamarra— ya habían mantenido conversaciones sobre los mencionados organismos.

Fuentes populares aseguran que, hasta la fecha, había buena sintonía. Y que incluso había ya algunos perfiles encima de la mesa. Pero Génova prefiere ahora poner distancia. El principal motivo es el retorno al clima de "desconfianza máxima" por el jarro de agua fría de la "imposición" de José Luis Escrivá, una decisión que "afecta irremediablemente" a la consecución de otros acuerdos. Los populares se niegan en este momento a mantener la mano tendida a Sánchez, ni a "blanquear" de modo alguno la enésima "colonización" institucional del presidente del Gobierno. De hecho, el PP ha renunciado a su 'cuota' en el BdE, y no propondrá subgobernador para el ente.

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Génova insiste en situar la responsabilidad en el tejado del Ejecutivo, al que acusa de dinamitar toda opción de consenso y de "profundizar la distancia" con el primer partido de la oposición. El PP, satisfecho con la renovación del CGPJ y con la elección de su nueva presidenta, Isabel Perelló, mantenía abierto un canal de comunicación constante con el Ejecutivo en busca de otros perfiles de consenso.

El caso de Escrivá, sin embargo, les devuelve a la casilla de salida. "Nos volverán a tender el guante para otras instituciones, pero volverán a hacer lo que les dé la gana", lamenta un alto cargo de la cúpula, que ve "imposible" nuevos acuerdos en el corto plazo por la negativa del Ejecutivo a proponer perfiles "profesionales" e "independientes". "No pararán hasta colonizarlo todo. El CGPJ ha sido la única excepción, y es gracias a Feijóo", refrendan otras voces.

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Hay otros órganos pendientes de que los dos grandes partidos consigan resolver sus diferencias. La cúpula de RTVE, por ejemplo, continúa en situación de interinidad. Cinco consejeros han finalizado su mandato y, además, está pendiente sustituir al expresidente del ente, José Manuel Pérez Tornero. El episodio del Banco de España empantana la negociación para la CNMC y la CNMV, pero entierra definitivamente el pacto para la radiotelevisión pública.

No ha habido avance alguno en esta cuestión porque el PP se niega a negociar. En el caso de RTVE no sólo se trata de un "cambio de nombres" como en el resto de instituciones, sino de un rosario de polémicas e "ilegalidades" de las que Génova no quiere participar. El propio Feijóo dejó clara su postura durante una entrevista con El Confidencial. "El Gobierno ha tomado la radiotelevisión pública de una manera grosera, incompatible con la imparcialidad del equipo directivo. Y nosotros no vamos a participar del blanqueamiento de una institución que debe ser de todos, y que ahora es del Gobierno", zanjó.

La negociación que también parecía encarrilada y que ahora vuelve a empañarse es la renovación de los miembros de la Junta Electoral Central (JEC), un organismo compuesto por ocho magistrados propuestos por el Tribunal Supremo y otros cinco catedráticos en activo de Derecho, Ciencias Políticas o Sociología designados por el Congreso a propuesta de los partidos políticos. Estas designaciones deberían haberse producido en un plazo máximo de 90 días después de la última constitución de las Cortes, por lo que acumula casi nueve meses de bloqueo.