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El PSOE se abre a desarrollar el Estado autonómico con más competencias y financiación
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El PSOE se abre a desarrollar el Estado autonómico con más competencias y financiación

Ferraz intenta neutralizar las críticas de sus barones con la apelación de que otros Estatutos recogen la ambición de recaudar y gestionar impuestos, la Hacienda propia y la negociación bilateral con el Estado

Foto: La portavoz del PSOE, Esther Peña. (Europa Press/Marta Fernández Jara)
La portavoz del PSOE, Esther Peña. (Europa Press/Marta Fernández Jara)
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El 'café para todos' con el que Pedro Sánchez aspira a controlar la revuelta en el PSOE por el cupo catalán es todavía aguachirle, carente de toda sustancia. Pero la dirección socialista ha empezado a cocinar la receta. El presidente del Gobierno valoró el acuerdo con ERC como un "paso incuestionable" en la "federalización del sistema autonómico". Y Ferraz comienza ya a apuntar a esa meta: una maduración del Estado de las autonomías en el que las comunidades dispongan de más financiación y de más competencias. Un avance en la descentralización centrado sobre todo en cuestiones financieras porque, según señaló ayer la portavoz del partido, Esther Peña, "no es tan importante quién recauda o quién gestiona" como garantizar la prestación y la calidad del servicio público.

La cúpula socialista comienza a dirigir su discurso hacia un nuevo "desarrollo" de los Estatutos de Autonomía porque, explicó Peña, "hay ciertas cosas que han tocado techo". Y eso obliga, señaló, a definir nuevas competencias autonómicas, establecer la calidad de los servicios públicos para que sean homologables y reformular el sistema de financiación. En los últimos días la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha expresado que la voluntad del PSOE y el Gobierno es "profundizar en mayores dosis de autogobierno" en las autonomías,

Esta es la hoja de ruta que se imponen los socialistas después de acordar con ERC un nuevo modelo, que saca a Cataluña del régimen común y le concede un concierto propio con la recaudación, gestión y liquidación de todos los impuestos. Primero será necesario alcanzar un pacto dentro del propio PSOE, donde el cupo catalán ha generado un notable lío interno. Y después diseñar una reforma de la LOFCA que consiga el apoyo de los socios de investidura. La Moncloa, que durante meses apuntó que no podían modificar el sistema de financiación sin el PP, ya no alude a esta condición previa.

El argumento principal del nuevo discurso del PSOE es que otras autonomías podrán reclamar también una financiación singular. "Cataluña ha abierto brecha, hay que reconocerlo", asumió la portavoz socialista, pero para los demás, dijo, se abre la oportunidad de contar con mejores servicios públicos. Por ahora se obvia cualquier detalle técnico sobre cómo una rebaja de la aportación de esta autonomía o de cualquier otra a la caja común puede mantener intacta la solidaridad interterritorial, pero desde el Gobierno y desde el partido insisten en que está garantizada la igualdad de los españoles. "Un catalán no va a tener mejor sanidad que un extremeño", manifestó Esther Peña en rueda de prensa.

Foto: Reuión de la Ejecutiva del PSC tras el acuerdo de investidura. (Europa Press) Opinión

Los socialistas defienden que con Salvador Illa al frente de la Generalitat "se ha arreglado el problema más importante que había que era Cataluña" y ahora toca abordar otros asuntos. "Nosotros afrontamos los temas, aunque no sean fáciles", sostienen sobre la actualización de la financiación autonómica y el modelo territorial. Tras mantenerse largas semanas en silencio para no soliviantar a ERC y asegurar la presidencia de Illa, el PSOE ha comenzado a enhebrar un argumentario en el que se enfrenta directamente a sus propios barones díscolos como Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Adrián Barbón (Asturias), Javier Lambán (Aragón), Luis Tudanca (Castilla y León) o Miguel Ángel Gallardo (Extremadura).

Sánchez ha decido convocar el congreso del PSOE este otoño en Sevilla para fijar una postura común en la reforma de la financiación autonómica y el avance hacia un Estado federal. Aunque en sus propias filas pensaban que no lo haría, que esperaría precisamente a lograr un consenso interno previo, el presidente del Gobierno ha acelerado él mismo la búsqueda de un acuerdo con la celebración del cónclave, los días 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre. Como aperitivo, en Ferraz invitan a los críticos a exponer sus discrepancias en el único foro que consideran adecuado: el Comité Federal de este sábado.

Bilateralidad económica en casi todos los Estatutos

Pero mientras llega ese día, la dirección ha empezado a dar las primeras pinceladas del error que, en su opinió, están cometiendo por censurar una negociación bilateral con Cataluña en materia económica que figura en muchos otros Estatutos. "Lo que criticamos en la casa de al lado está escrito en la propia", indicó la portavoz, que también urgió a los presidentes autonómicos, del PSOE y del PP, a tener "agallas" para realizar propuestas.

La cúpula socialista pone el acento en que la ambición económica de otras comunidades es muy similar a la de Cataluña. El Estatuto de Extremadura recoge la figura de una "Hacienda pública" propia. El de Castilla y León alude directamente a su competencia para gestionar, recaudar e inspeccionar los tributos cedidos a la región y a la creación de un organismo con personalidad jurídica propia. Aragón prevé un "acuerdo bilateral económico-financiero con el Estado" para la participación en los tributos generales que se determinen. Castilla-La Mancha establece que se producirá una negociación con el Ministerio de Hacienda sobre la participación de esta región en los ingresos del Estado,

Con estas consideraciones y la insistencia de que, a diferencia del concierto vasco o navarro, Cataluña mantendrá una cuota de solidaridad, Ferraz pretende acallar las críticas internas y reconducir el debate en el PSOE para acordar una nueva propuesta de modelo de Estado, menos política y más dirigida al desarrollo competencial y la gestión financiera.

El 'café para todos' con el que Pedro Sánchez aspira a controlar la revuelta en el PSOE por el cupo catalán es todavía aguachirle, carente de toda sustancia. Pero la dirección socialista ha empezado a cocinar la receta. El presidente del Gobierno valoró el acuerdo con ERC como un "paso incuestionable" en la "federalización del sistema autonómico". Y Ferraz comienza ya a apuntar a esa meta: una maduración del Estado de las autonomías en el que las comunidades dispongan de más financiación y de más competencias. Un avance en la descentralización centrado sobre todo en cuestiones financieras porque, según señaló ayer la portavoz del partido, Esther Peña, "no es tan importante quién recauda o quién gestiona" como garantizar la prestación y la calidad del servicio público.

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