El miedo de los canteranos del Madrid tras difundir el vídeo sexual: "Se nos puede caer el pelo"
Uno de los futbolistas consultó en Internet el delito de compartir imágenes íntimas y uno de sus contactos amenazó con hacerlo público: “Como se filtren, la hemos liado”
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Los canteranos del Real Madrid investigados por difundir un vídeo sexual suyo con una menor sin su permiso entraron en pánico después de compartir las imágenes con decenas de personas. Así consta en sus conversaciones de WhatsApp a las que ha tenido acceso El Confidencial: “Se nos puede caer el pelo”, “como se filtren esos vídeos, la hemos liado”. Semanas antes de su arresto, los jugadores comenzaron a desconfiar entre ellos y a temer las consecuencias legales de su acción. Uno de ellos llegó a consultar en Internet lo que dice el Código Penal sobre el delito de difundir imágenes íntimas sin consentimiento. Para entonces, a otro de los futbolistas ya le habían amenazado en un chat de grupo con hacer públicas las grabaciones.
Cuatro jugadores están investigados en un Juzgado de las Palmas por revelación de secretos y pornografía infantil. El 15 de junio del año pasado, tres de ellos participaron en una orgía consentida con dos chicas, una de ellas de 16 años. Pero los futbolistas de la cantera blanca grabaron el encuentro con su móvil sin su permiso. Ellas se dieron cuenta y les pidieron que borrasen las imágenes. Ellos contestaron que las habían eliminado, pero mintieron. En lugar de eso, las compartieron con decenas de amigos y compañeros en chats grupales en los que vertieron todo tipo de comentarios vejatorios hacia las mujeres. Las afectadas, al saber por terceros que su imagen estaba circulando, acudieron a denunciar a la Guardia Civil.
Lo que eran risas y mofas sobre su acción, se convirtió en miedo para los canteranos madridistas. Tuvieron que pasar dos días para que comenzasen a temer las repercusiones de lo que habían hecho. Fue el 17 de junio cuando uno de los implicados, Andrés García, se puso en contacto con otro, Ferrán Ruiz, para decirle que no se fiaba del tercer participante de la orgía, Juan Rodríguez: “Escucha, a mí Juan me da un miedo con los vídeos estos, es el típico que los va pasando y la liamos”. Su interlocutor se mostró de acuerdo: “Es que no los tiene ni que pasar”, “ya se los mandó a sus colegas”, “este llegará al Madrid y los enseñará”. Pero para entonces, los tres ya habían mandado las imágenes a múltiples contactos y ya no dependía de ellos.
Minutos después, Andrés García se puso en contacto con Juan Rodríguez para pedirle discreción: “Tú, los vídeos no se los pases a nadie, eh. Que se nos puede caer el pelo. Tú eres el típico. Que como esos vídeos se filtren por ahí la hemos liado”. Al otro lado de la línea, Juan Rodríguez trató de tranquilizarle: “Ya, ya. Cabrón. No, bro. Ya”. Pero era tarde. Lo que ambos se ocultaron mutuamente es que ya los habían difundido de forma “masiva”, según consta en los informes de la Guardia Civil que obran en la causa.
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Juan Rodríguez lo había compartido, entre otros foros, en un chat llamado “Los Chavales” que contaba con 13 participantes. Según la Guardia Civil, el futbolista mandó un primer archivo de tal modo que solo se pudiera visualizar una vez, pero uno de los contactos le comunicó que lo había podido grabar: “Juan, ya lo puedo ver cuando quiera”, “le vas a enseñar a un padre a hacer hijos”,“¿lo quieres volver a ver?”, “cuando debutes en primera no queda nada de ti”. Al canterano no le hicieron gracia los comentarios de su amigo: “Jura que lo grabaste. Eres un perro. Bro. No mola. Eres un hijo de puta”. Pero eso no disuadió a su contacto, que continúo con el intercambio.
El amigo amenazó a Juan Rodríguez con retener el vídeo en su móvil si no acudía a recogerle a su casa esa tarde, a lo que el futbolista se negó y la conversación subió de tono. “Ya lo podéis ir borrando”, “sois unos subnormales, así de claro. No os vuelvo a pasar nada así”, “no me amenaces”. Otro de los participantes en la conversación incluso le advirtió al canterano sobre el error de haber difundido el vídeo: “Pero para qué pasas nada, también te digo”, “lo haces y si quieres lo grabas, pero pasárselo es de notas”, “¿Qué opinará su familia?”. Pero el futbolista reaccionó en consonancia con la tónica general del resto de ocasiones en las que se refirió a las denunciantes: “Pues que es una cochina, qué va a pensar”.
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Finalmente, desistió de rogar la eliminación de las imágenes: “Bro, pues que le cunda el puto vídeo. Es un retrasado”. Cuando Juan Rodríguez les mandó el vídeo, entre risas, les dijo que había sido “un quinteto”, pero a diferencia de otras conversaciones desveladas por este periódico, esta vez no confesó que una de las mujeres era menor de edad. En otros intercambios detectados por la Guardia Civil, este canterano se jactó de que una de las chicas de la orgía tenía 16 años. Esa es la razón por la que también se les investiga por un presunto delito de pornografía infantil, castigado con hasta cinco años de cárcel.
El investigado Ferrán Ruiz llegó a consultar en Internet el significado del “delito de difusión sin consentimiento de imágenes o grabaciones íntimas. Requisito.- Escudo Legal”. Lo hizo el 7 de septiembre, apenas unos días antes de ser detenido por la Guardia Civil. Los investigadores incluyen en su informe remitido al Juzgado que el futbolista eliminó voluntariamente el rastro de esa consulta, pero los expertos del Instituto Armado han acreditado la hora exacta a la que se produjo la búsqueda al recuperar “la ruta origen creada en el sistema de archivos de su iPhone”.
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La Guardia Civil llevó a cabo las detenciones siete días después en la ciudad deportiva del Real Madrid, en Valdebebas. Un abogado de confianza del club asistió a los detenidos. El conjunto blanco emitió un breve comunicado –que ha sido eliminado– en el que se limitaba a aplazar las “medidas oportunas” a la espera de “tener conocimiento detallado de los hechos”. Pasaron los meses sin que constase ninguna medida. Desde este verano, tres de los cuatro investigados ya no juegan en el Madrid, según el perfil Transfermarkt. Agotaron la temporada con normalidad, uno se encuentra sin equipo y dos han recalado en otros conjuntos al quedar libres.
La Guardia Civil incautó sus teléfonos tras las detenciones y procedieron a su análisis bajo la autorización del Juzgado de Instrucción número 3 de San Bartolomé de Tirajana (Las Palmas). Los vídeos no han aparecido, los eliminaron a tiempo, pero ha quedado el rastro de las horas exactas de los envíos de los archivos de imagen y los comentarios relacionados. Tal y como desveló este periódico, los investigadores detectaron que una de las jóvenes los avisó de que les había denunciado.
Los canteranos del Real Madrid investigados por difundir un vídeo sexual suyo con una menor sin su permiso entraron en pánico después de compartir las imágenes con decenas de personas. Así consta en sus conversaciones de WhatsApp a las que ha tenido acceso El Confidencial: “Se nos puede caer el pelo”, “como se filtren esos vídeos, la hemos liado”. Semanas antes de su arresto, los jugadores comenzaron a desconfiar entre ellos y a temer las consecuencias legales de su acción. Uno de ellos llegó a consultar en Internet lo que dice el Código Penal sobre el delito de difundir imágenes íntimas sin consentimiento. Para entonces, a otro de los futbolistas ya le habían amenazado en un chat de grupo con hacer públicas las grabaciones.