Los miles de soldados españoles en fosas de medio mundo: la otra memoria histórica que reivindica Vox
El partido de Abascal reclama al Ministerio de Defensa que elabore un registro para identificar y recordar a los combatientes caídos por España. Historiadores ya han hecho lo propio y calculan que solo en Cuba hay unos 3.000
Vietnam, Marruecos, Rusia, Cuba... Miles de soldados españoles yacen desde hace décadas en fosas y colinas de medio mundo, caídos por diferentes causas, sin reconocimiento ni sepultura digna en muchos casos. Una extensa lista de difuntos ajena a cualquier estadística o registro y que Vox intenta reivindicar ahora. Es la otra memoria histórica que el partido de Santiago Abascal quiere impulsar como parte importante de la batalla cultural contra la izquierda y como homenaje a España y el legado que representa. "Aquellos compatriotas que empeñaron sus vidas en la defensa de un ideal merecen tener un lugar de reposo eterno digno", dice la formación ultraconservadora.
Vox registró la semana pasada una proposición no de ley (PNL) en el Congreso para explorar esta vía. El partido, que derogó las leyes de memoria en los gobiernos autonómicos que controlaba con el PP —ahora rotos— porque establecían "víctimas de primera y de segunda", considera que esta es una tarea ineludible para el Estado. "Existen numerosos casos en los que los restos de nuestros compatriotas permanecen desatendidos y en el más profundo olvido", dicen en la propuesta, que insta al Ministerio de Defensa a iniciar los trámites para elaborar un censo, primero, y rendir homenaje a los muertos, después.
La PNL plantea la creación de un mapa con los cementerios y otros lugares donde descansan los restos de los combatientes españoles, con alusiones a Vietnam, Marruecos o América Latina, entre otros. Vox, que aún no ha recibido el respaldo público de ningún otro partido, propone que el ministerio reciba los fondos suficientes para trabajar en esta cuestión a través de las embajadas en todo el mundo. El objetivo último es recordar a los fallecidos con placas conmemorativas y guías que expliquen cómo murieron y el porqué. El trasfondo ideológico, dicen, no importa en este caso. También la firma de convenios y tratados con los países implicados.
La idea de Vox, aunque no se había plasmado en una iniciativa parlamentaria, no es nueva. En Bambú llevan años volcados en acabar con las leyes de memoria histórica impulsadas por Pedro Sánchez, señalándolas como "una excusa para enfrentar a los españoles". Esa crítica entronca directamente con el espíritu de esta proposición porque los de Abascal defienden que la izquierda hace una lectura sesgada y partidista de la Historia y clasifica y desprecia a las víctimas entre "buenos y malos". Los soldados caídos a lo largo y ancho del mundo, aseguran, no han sido una prioridad porque no se ajustan a su discurso.
El recuerdo a los combatientes, sea cual sea la circunstancia, contrasta también con las teorías revisionistas asociadas a la leyenda negra que sitúa a los españoles como una suerte de genocidas durante los últimos siglos. Vox, a través de la Fundación Disenso, ha entrado de lleno en esta pelea e incluso ha elaborado un informe que denuncia la "manipulación" del futuro museo latino de Washington y su intento de borrar la huella de España en Estados Unidos. La PNL es un paso más en esa dirección, aunque extensible en parte al resto del mundo.
Vox relata algunos ejemplos. En Danang (Vietnam), señala un pequeño cementerio con 32 tumbas de españoles y franceses de la expedición que llegó al antiguo Reino de Anam en el siglo XIX por su persecución a misioneros cristianos. También el camposanto militar de Tetuán, original de 1860, donde se estima que hay más de 2.000 caídos. O las numerosas fosas en buena parte de los países de América Latina y los naufragios de los barcos españoles. La lista es casi interminable, pero la realidad es que no existe ningún censo.
El Ministerio de Defensa, preguntado por este periódico, reconoce que no hay ningún listado, aunque tampoco especifican si la propuesta de Vox está entre las posibles iniciativas a desarrollar a lo largo de la legislatura. Sea como fuere, no parece una prioridad para el Ejecutivo de Sánchez.
Trabajo de historiadores
El trabajo, sin embargo, sí ha sido desarrollado por expertos a título particular. Francisco Javier Navarro es un arqueólogo e historiador aragonés, doctorado por la Universidad Católica de Valencia y presidente de la Asociación Cultural Regreso con Honor, que ha puesto luz sobre el tema. Navarro detalla a este periódico que tiene documentados 63.454 decesos de combatientes en Cuba entre 1895 y 1898 con nombre, apellidos, provincia de nacimiento, motivo y lugar de fallecimiento. El número de guerrilleros en cementerios de la zona se cuenta en miles: al menos 3.000 se encuentran en una fosa común en el camposanto Colón de La Habana.
La labor de Navarro es minuciosa y serviría como punto de partida. Otros siete soldados murieron en la batalla que derrotó al político José Martí. A cuatro de ellos los enterraron en el mismo campo de batalla y a tres en un cementerio, según apunta el experto. En Manzanillo, al sureste de la isla, hay una necrópolis con 200 cuerpos a los que también ha conseguido poner nombre. Sin embargo, el historiador sostiene que aún faltan entre 50 y 60 personas por localizar e identificar.
En uno de los primeros viajes que realizó a Cuba, Navarro visitó un memorial a los fallecidos en la guerra. El historiador cuenta que allí, años antes, estuvo Raúl Castro, hermano de Fidel Castro, y preguntó: "¿Cómo es que no están los nombres de los gallegos?". Y sentencia: "Nadie se había molestado en identificar a los españoles caídos, entonces yo me lo propuse y lo conseguí".
Cuba es el país americano con más soldados enterrados. Pero hay otros países donde ya hay trabajos documentados, como Puerto Rico. Enrique Rovira, autor del libro 1898: La invasión de Puerto Rico, ha estudiado el caso, aunque rebaja las cifras: "Allí murieron muy pocos hispanos porque los militares no opusieron resistencia". Rovira calcula que son cinco o seis, de los que al menos dos se encuentran en la necrópolis del Castillo del Morro.
El mundo está lleno de sepulturas a combatientes españoles. Se estima que al menos 5.000 militares de la División Azul murieron durante la II Guerra Mundial. De estos, 3.500 se encuentran en las afueras de San Petersburgo, pero los 1.500 restantes están en paradero desconocido. Son datos aportados por Vox en su proposición no de ley, aunque este extremo levanta una enorme polvareda política por la conexión de la división con los nazis. En Madrid, incluso, Manuela Carmena intentó retirarles una calle.
Vietnam, Marruecos, Rusia, Cuba... Miles de soldados españoles yacen desde hace décadas en fosas y colinas de medio mundo, caídos por diferentes causas, sin reconocimiento ni sepultura digna en muchos casos. Una extensa lista de difuntos ajena a cualquier estadística o registro y que Vox intenta reivindicar ahora. Es la otra memoria histórica que el partido de Santiago Abascal quiere impulsar como parte importante de la batalla cultural contra la izquierda y como homenaje a España y el legado que representa. "Aquellos compatriotas que empeñaron sus vidas en la defensa de un ideal merecen tener un lugar de reposo eterno digno", dice la formación ultraconservadora.
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