Los Mossos se escudan en que Puigdemont buscó volver al Parlament y cambió de planes
El informe aportado al juez Llarena asegura que la trayectoria del coche de la huida indica que se dirigió en inicio a la Cámara parlamentaria, donde se apreció una puerta lateral abierta
El informe aportado al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena por los Mossos d' Esquadra trata de justificar, con distintos argumentos, el fracaso del operativo desplegado para detener a Carles Puigdemont a su regreso a Cataluña. Una de esas explicaciones es la teoría de que el expresident catalán cambió sus planes iniciales. La tesis que desarrolla el máximo responsable de la policía autonómica, Eduard Sallent, es que Puigdemont buscaba una forma de sortear la vigilancia y regresar al Parlament, pero la presencia policial se lo impidió.
La conclusión que tratan de defender los responsables del Cuerpo se basa en un análisis de los hechos ocurridos al finalizar el mitin que pronunció desde el escenario. Apreciaron movimientos en la parte posterior del zoo de Barcelona, que se encuentra situado justo al lado del edificio del Parlament de Cataluña, en el recinto del Parque de la Ciudadela. Una puerta abierta en un lateral de la Cámara y la trayectoria que recorrió el coche de la fuga conducen a afianzar esa sospecha, señala el escrito de 25 páginas.
Tras el episodio del cambio de plano del dron de vigilancia que adelantó El Confidencial y que, según el relato, impidió enfocar el momento preciso de la huida, el líder de Junts se introdujo en el coche que le esperaba sin que nadie, salvo un agente, lo apreciara. Al volante iba una mujer, con una silla de ruedas ubicada en el asiento del acompañante, de forma que fuera totalmente visible desde el exterior. "Presupone una intención de confundir a cualquier agente de policía que viera el vehículo", dice.
Los Mossos aseguran que han estudiado el recorrido realizado por el vehículo y que la trayectoria indica "que su intención no era alejarse de la zona, al contrario, pone de manifiesto que se estaba dirigiendo a la zona posterior del zoo". Mientras esto sucedía y como elemento de distracción -argumentan- un grupo nutrido de personas trataba de acceder a la zona por dos puertas alejadas de la más cercana al parque zoológico. Parte de los dispositivos policiales se dirigieron a esa zona para contener la entrada.
Simulaban con escobas que iban a barrer
Según su relato, en el mismo momento en el que los ciudadanos estaban presionando sobre las puertas 5 y 6, el presidente del Parlament, Josep Rull, el exsenador y amigo personal de Puigdemont, Josep María Matamala y el abogado Gonzalo Boye "en lugar de acceder al interior del Parlament, se desplazaron hacia uno de los laterales del edificio". A la vez que sucedía esto, "un grupo de personas también se situaba en ese punto y simulaba con escobas que iban a barrer".
Para los Mossos es significativo que en ese instante se comprobara a través del circuito de cámaras del Parlament que había una puerta abierta en la zona próxima al zoo. "La localización de esa puerta abierta provocó que se reforzase de forma inmediata la presencia policial en todos los puntos alrededor del Parlament", insisten.
Lo cierto es que mientras la atención se centraba en la sede parlamentaria, Puigdemont huyó y no se le volvió a ver hasta que estuvo de vuelta en Waterloo. El informe reconoce el fracaso no solo de ese operativo concreto, sino de los métodos de detección previa en los días anteriores. En otro punto del informe se admite que "todas las gestiones de coordinación y de obtención de información operativa realizadas por la Comisaria General de Información, a través de todos los canales disponibles de la comunidad de inteligencia, fueron infructuosas".
Como ya ha publicado este diario, el escrito dirigido al juez insiste en que todos los análisis realizados sobre un posible retorno incidían en que intentaría acceder al Pleno de investidura y ejercer sus derechos como diputado. Que huyera jamás se valoró, de hecho, en estudios policiales previos, se recogía que la no detención "tan solo se podría producir en caso de que decidiera no volver a Cataluña".
"En ningún momento se valoró como posible o probable que Puigdemont pudiera regresar a Cataluña y no tuviera la determinación de acceder al Parlament. Por todos estos motivos, que Puigdemont regresara a España para después huir no se contempló como una posibilidad", concluye. Para demostrar al juez que su intención era detenerlo, en el informe incluyen que hasta reservaron habitaciones de hotel para que durmieran los agentes que se iban a encargar de trasladar al fugado a Madrid para que declarase en el Tribunal Supremo.
El informe aportado al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena por los Mossos d' Esquadra trata de justificar, con distintos argumentos, el fracaso del operativo desplegado para detener a Carles Puigdemont a su regreso a Cataluña. Una de esas explicaciones es la teoría de que el expresident catalán cambió sus planes iniciales. La tesis que desarrolla el máximo responsable de la policía autonómica, Eduard Sallent, es que Puigdemont buscaba una forma de sortear la vigilancia y regresar al Parlament, pero la presencia policial se lo impidió.
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