El CGPJ ya intuye que habrá que buscar fuera del Supremo nuevos candidatos a presidente
Los perfiles que ya se exploran por parte de algunos vocales se encontrarían fuera del Alto Tribunal, entre juristas de reconocido prestigio del mundo académico
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc44%2F485%2F760%2Fc44485760eb1292a0cf4a23169cdc3ff.jpg)
El Consejo General del Poder Judicial sigue atascado y ya hay quien sospecha que no logrará salir del círculo vicioso en el que ha entrado a la hora de elegir a su presidente o presidenta si no se abre el abanico. Distintas fuentes jurídicas consultadas admiten que la posible solución puede estar en encontrar nuevos candidatos de consenso. Los perfiles que ya se exploran por parte de algunos vocales conservadores se encontrarían fuera del Tribunal Supremo, entre juristas de reconocido prestigio del mundo académico.
Los 20 vocales se verán de nuevo las caras este lunes, pero la previsión no es la de abordar la presidencia, sino resolver determinadas cuestiones de urgencia que no pueden permanecer paralizadas a la espera de un nombramiento que puede alargar aún bastante tiempo. Con el acto de apertura del año judicial a un tiro de piedra —está previsto para el próximo 5 de septiembre— nada conduce a pensar que habrá designación.
Y es que las negociaciones entre los dos sectores que agrupan a 10 vocales cada uno arrancaron una semana antes de la toma efectiva de posesión del nuevo Consejo y pese a los repetidos intentos tanto en acercamientos privados como en sucesivos plenos, ni ha habido acuerdo ni se le espera. En estas aproximaciones se han ido estableciendo equipos negociadores por ambas partes. Las citas han llegado incluso a producirse en el domicilio de alguno de los vocales.
De un lado, el progresista, lideran los contactos José María Fernández Seijo, Ángel Arozamena, Ricardo Bodas y Esther Erice. Del conservador, José Antonio Montero, Isabel Revuelta, Alejandro Abascal y José María Páez. El último de los fracasos en la elección abrió un tiempo de reflexión. Un parón para resituar el debate y buscar caminos, incluso nuevos si es necesario. Es ahí donde surge la idea que parte del bloque conservador -y no comparte el progresista- de proponer nuevos aspirantes y buscar en el ámbito universitario.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F2ab%2F26a%2Fbe2%2F2ab26abe2e77afd74ebdb461dc002040.jpg)
El atasco se ha producido a consecuencia de la obligación de que el presidente o presidenta agrupe un apoyo de los tres quintos del Consejo, es decir, de doce de sus vocales. Los progresistas apoyan el nombramiento de una mujer, con preferencia hacia las magistradas Pilar Teso y Ana Ferrer. El bloque conservador del órgano asegura que no tiene "intención de ceder" y prestar dos de sus votos para nombrar a ninguna de las dos y respalda al magistrado Pablo Lucas.
Como ha venido informando este diario, todas las votaciones celebradas hasta el momento para elegir al presidente entre siete candidatos han fracasado. Según relatan fuentes presentes en esas votaciones, las posibilidades de negociación son muy escasas. Los vocales conservadores consideran que el empeño concreto en Pilar Teso se ha convertido en "una imposición" y que sus compañeros progresistas no dan opción a otras posibles soluciones. Se oponen a la jueza de la Sala de Contencioso-Administrativo del TS porque creen que la magistrada es la candidata del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que la preferiría para llevar las riendas del TS. Su elección rompería así el actual equilibrio, de diez a diez, para otorgar a la parte más cercana a la izquierda la mayoría.
Excelencia y consenso
Por su parte, los progresistas se quejan de que la negativa de sus compañeros reivindican que la presidencia debe quedar necesariamente en manos de una mujer con perfil claramente progresista. Recuerdan que durante 38 de sus 44 años de historia, el Consejo ha estado en manos del sector conservador y su presidenta nunca ha recaído en una magistrada. Sin un presidente designado, la puesta en marcha definitiva no se producirá. No será hasta que sea escogido cuando el Consejo pueda abordar la urgente misión de elegir al casi centenar de cargos judiciales, muchos de ellos en el Supremo, cuyo nombramiento fue acumulándose en la última etapa.
A pesar de todo, ambas partes coinciden en al menos dos aspectos. La búsqueda se centra en encontrar un candidato de indudable excelencia y que agrupe los mayores consensos posibles. Aunque se fijó, como regla fundamental, que la elección debe hacerse de forma obligatoria sobre el listado de magistrados propuestos como candidatos, siete nombres, y que, sobre el papel, no podrían proponerse nuevos nombres, la situación ha conducido a pensar a algunos que será necesaria una revisión de este criterio.
Tras constatar que el bloqueo es irresoluble, habrá que valorar abrir la elección a nuevos candidatos. Además de a Teso, Ferrer y Lucas, los 20 vocales propusieron a los magistrados Esperanza Córdoba, Antonio del Moral, Ángeles Huet y Carmen Lamela. Ambas partes consideran que todos estos perfiles cumplen ambas premisas y ven muy complicado encontrar otros nombres que concilien a los dos sectores entre los magistrados del TS. El cupo de catedráticos se ve como una rendija, una opción. Aún no se ha planteado de forma oficial, pero no se ven más posibilidades.
El Consejo General del Poder Judicial sigue atascado y ya hay quien sospecha que no logrará salir del círculo vicioso en el que ha entrado a la hora de elegir a su presidente o presidenta si no se abre el abanico. Distintas fuentes jurídicas consultadas admiten que la posible solución puede estar en encontrar nuevos candidatos de consenso. Los perfiles que ya se exploran por parte de algunos vocales conservadores se encontrarían fuera del Tribunal Supremo, entre juristas de reconocido prestigio del mundo académico.