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Policía y Guardia Civil se desplegaron "en el entorno del Parlament" por si volvía Puigdemont
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Cuando ya se había fugado

Policía y Guardia Civil se desplegaron "en el entorno del Parlament" por si volvía Puigdemont

El informe íntegro de Interior remitido al Supremo acredita la tardía reacción del Gobierno. El ministerio obvió en la nota difundida a los medios de comunicación este "dispositivo conjunto" al margen de los Mossos

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una sesión de control al Gobierno en el Senado. (Europa Press/Gustavo Valiente)
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una sesión de control al Gobierno en el Senado. (Europa Press/Gustavo Valiente)
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La Policía y la Guardia Civil establecieron la tarde del pasado jueves “un dispositivo conjunto” en las inmediaciones del Parlament ante los rumores de que Carles Puigdemont pudiera volver para votar en el pleno de investidura de Salvador Illa. Sin embargo, a esa hora, el expresidente de Cataluña estaba ya camino de vuelta a su refugio en Waterloo (Bélgica). Esta novedad, que acredita que Interior se activó tarde y una vez consumada la huida del líder de Junts, aparece en el informe remitido por el ministerio al Tribunal Supremo, al que ha tenido acceso íntegro El Confidencial.

“Durante la tarde del mismo día 8 de agosto, ante la hipótesis de que el ex present intentara acceder al Parlament para participar en la parte restante del acto de investidura y votación al candidato (Salvador Illa), Policía Nacional y Guardia Civil establecieron un dispositivo conjunto, suficiente, en el entorno del Parlament, con resultado negativo, ya que no se localizó al prófugo”, desvela el documento. Interior despacha en apenas cinco folios las explicaciones solicitadas por el juez Pablo Llarena, quien mantiene su orden de arresto contra Puigdemont.

Esta revelación acredita que el Ministerio del Interior, frente a la versión defendida en público por el Gobierno, sí tenía competencia para hacer su propio dispositivo en los alrededores del Parlament al margen de los Mossos d’Esquadra, pero no lo hizo hasta que ya fue demasiado tarde. Abunda en que la Guardia Civil y la Policía Nacional se activaron especialmente solo después de que el expresidente consumara su fuga.

Esta decisión de movilizar agentes “en el entorno del Parlament” no figura en ninguna de las dos notas de prensa que el departamento de Fernando Grande-Marlaska difundió el martes a los medios de comunicación –la segunda corriendo alguna de sus explicaciones de la anterior– para anunciar que ya había contestado al juez lo que le había solicitado. El Supremo se dirigió a Interior para conocer cuál fue su actuación para hacer efectiva la orden de arresto de Puigdemont. El juez pone en duda el relato del Ejecutivo de que toda la responsabilidad era de los Mossos.

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

En la versión que se trasladó a la prensa, Interior sí admite que solo activó a sus servicios de “inteligencia” cuando ya se conoció la fuga del expresidente y no antes. El secretario general de Junts, Jordi Turull, desveló que Puigdemont estaba desde dos días antes en Barcelona sin que nadie le detectase. “Una vez conocida la fuga, el Ministerio del Interior impartió instrucciones para que, por un lado, se activasen los recursos operativos y de inteligencia extraordinarios de ambos cuerpos para localizar y proceder a la detención del expresident”, avanzó la nota de prensa.

"Innumerables comprobaciones"

El informe, al que ha tenido acceso este periódico, añade que “por los servicios de Información e Inteligencia del Ministerio del Interior, durante la jornada del jueves 8 se realizaron innumerables comprobaciones de diferentes informaciones que se manejaban”. No precisa cuáles eran esas informaciones. Puigdemont apareció por la calle Trafalgar a las 8.55 de la mañana. Se dirigió andando al escenario situado en el Arco del Triunfo y tras dirigirse a sus fieles durante unos minutos, pasadas las 9 horas, se marchó en un coche blanco hasta que se le perdió la vista.

El líder independentista y su entorno habían dicho los días previos que avanzaría rodeado de la gente hasta el Parlament para participar en el debate de investidura. Sin embargo, aprovechó la ausencia de policía para escapar. Su fuga repentina sumió a las fuerzas de seguridad en el desconcierto. Sin noticias de su paradero o sus intenciones, a lo largo del día se especuló con que Puigdemont regresaría para votar en contra de la investidura de Illa o incluso que ya estaba dentro del Parlament. Ninguna de esas informaciones eran verdad. Hasta un día después, los Mossos seguían sin descartar que siguiese en Barcelona.

No detalla el dispositivo

El informe de Interior no ofrece más detalles al juez sobre en qué consistió este “dispositivo conjunto suficiente” de la Policía y la Guardia Civil “en el entorno del Parlament”, ni el número de agentes empleados, si iban de uniforme o de paisano, ni desde qué hora estuvieron. El documento sí incluye, en cambio, detalles sobre los lugares en los que se establecieron controles en carreteras, siempre una vez ya se había fugado Puigdemont. Aporta la ubicación de hasta cinco puntos en Lleida (rotondas y un paso aduanero) y Girona (seis puntos kilométricos de carreteras y un "camino asfaltado rural" que da acceso a Francia por Coll de Banyulls).

De las declaraciones de los responsables de los Mossos tras la fuga de Puigdemont se deduce que la policía catalana tampoco fue informada de ese dispositivo conjunto activado por Interior. “No nos consta que hubiese ninguna actuación por parte de los cuerpos de seguridad del Estado al margen de lo que era el dispositivo del cuerpo de Mossos d’Esquadra”, dijo en rueda de prensa al día siguiente el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent.

Este periódico se puso en contacto a lo largo del día varias veces con el ministerio para conocer si existía alguna directriz o estrategia por parte de Interior una vez desapareció Puigdemont. Un portavoz oficial de este de departamento contestó que el ministro estaba recibiendo información de lo que estaba ocurriendo, pero remitía a los Mossos para más datos. El informe remitido al Supremo acredita que el departamento de Fernando Grande-Marlaska también activó recursos que no estaban desplegados antes de la fuga, pero ya no fueron suficientes para detener a Puigdemont.

La Policía y la Guardia Civil establecieron la tarde del pasado jueves “un dispositivo conjunto” en las inmediaciones del Parlament ante los rumores de que Carles Puigdemont pudiera volver para votar en el pleno de investidura de Salvador Illa. Sin embargo, a esa hora, el expresidente de Cataluña estaba ya camino de vuelta a su refugio en Waterloo (Bélgica). Esta novedad, que acredita que Interior se activó tarde y una vez consumada la huida del líder de Junts, aparece en el informe remitido por el ministerio al Tribunal Supremo, al que ha tenido acceso íntegro El Confidencial.

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