El lío con la financiación de Cataluña deja en el aire un congreso del PSOE este otoño

La rebelión iniciada en el PSOE por el acuerdo con ERC para dejar a Cataluña fuera del régimen común de financiación y concederle un concierto económico solidario pone en riesgo la celebración del congreso ordinario de los socialistas, que podría celebrarse este otoño. En octubre se cumplen tres años desde el anterior, que se realizó en Valencia, y, según fijan los estatutos del partido, puede ya volver a convocarse. "Entre el tercer y cuarto año" desde el último.

La dirección no ha dicho nada sobre cuándo pretendía hacerlo y la postura oficial es que lo abordaría después de las elecciones europeas. Pero dentro del partido se daba por supuesto que sería antes de final de 2024 y que Pedro Sánchez lo aprovecharía para recuperar aliento en el nuevo curso político.

Sobre la legislatura planea una permanente sensación de fragilidad, motivada por la continua presión que ejerce Junts en todas las votaciones, la falta de unos nuevos presupuestos y la concatenación de citas electorales, que han añadido más tensión a la escena política, ya muy polarizada. La acción del Gobierno no acaba de tomar impulso y se atasca en un continuo embudo.

Pese a esta evidente dificultad, los socialistas daban por descontado que conjurado el peligro de una repetición electoral, con Salvador Illa ya al frente de la Generalitat, el presidente se lanzará a tomar decisiones que afectan al Gobierno y al partido.

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Distintos cargos consultados en las últimas semanas apuntaban a este esquema: un rearme a partir de septiembre, con el nombramiento de Teresa Ribera como nueva comisaria europea, su sustitución en el Ejecutivo, y otros relevos que puedan producirse como el del ministro para la Transformación Digital, José Luis Escrivá, si al final la Moncloa lo nombra gobernador del Banco de España. Y, en paralelo, la organización de un congreso del PSOE de trámite para facilitar, sobre todo, los cónclaves autonómicos posteriores.

Después de realizarse de manera extraordinaria en la Comunidad Valenciana, Galicia y Extremadura, es necesario renovar el resto de federaciones en busca de candidatos competitivos para las siguientes autonómicas. Y no es posible hacerlo, de forma ordinaria, sin un congreso federal previo.

Su celebración queda ahora en el aire, al menos hasta que no se logre un acuerdo interno en torno al nuevo modelo de financiación. Las concesiones a ERC han provocado un extenso malestar en los territorios y un rechazo explícito del presidente de Asturias, Adrián Barbón, del de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y de las federaciones de Castilla y León, Extremadura y Aragón. En Andalucía, donde el concierto catalán tampoco gusta, se encuentran a la espera de que la dirección dé explicaciones públicas.

Mientras este asunto no se resuelva, el partido no puede enfrentarse a un congreso. "No habrá hasta que no esté todo claro", vaticinan fuentes socialistas. El traje económico a medida que se ha hecho para Cataluña no tiene cabida en ninguno de los documentos del partido, ni siquiera en los que apuestan por una organización territorial de España más federal.

Una parte del PSOE cree que Sánchez tiene ya diseñado la traslación a un nuevo sistema del pacto suscrito entre ERC y el PSC, con una oferta de mejora para todas las autonomías. Pero por el momento no se ha proporcionado ningún detalle. La inquietud en la organización persiste, aunque el debate público se ha contenido. Pero ahora que la investidura de Illa ya se ha producido, se espera que la cúpula socialista aclare su postura y avance cómo pretende ejecutar el acuerdo con los republicanos.

El siguiente paso, casi obligado, será buscar una postura común de todo el PSOE. Y, una vez lograda, ya sería posible convocar el congreso y plasmar en los documentos políticos la nueva posición sobre la financiación autonómica.