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Los Mossos esperaban mil personas junto a Puigdemont y se encontraron con 4.500
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También erraron en la previsión

Los Mossos esperaban mil personas junto a Puigdemont y se encontraron con 4.500

Un solo agente infiltrado increpado por la masa siguió a la carrera el coche del expresidente en su fuga, que en apenas siete minutos logró dar esquinazo a la policía

Foto: Carles Puigdemont, en el acto de bienvenida en Barcelona antes de fugarse. (EFE)
Carles Puigdemont, en el acto de bienvenida en Barcelona antes de fugarse. (EFE)
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Los Mossos d’Esquadra también fallaron al calcular el número de gente que acudiría a acompañar al expresidente huido Carles Puigdemont durante su baño de masas en Barcelona. Según consta en el atestado policial al que tuvo acceso El Confidencial, la Comisaría General de Información estimó que asistiría una cifra de personas cercana a un millar. La realidad superó sus previsiones y se encontraron con una masa de gente de hasta 4.500, según admiten en el documento. Este fallo de percepción abunda en los errores que propiciaron la fuga de Puigdemont mientras un solo agente infiltrado trataba a la carrera de seguir el coche del líder independentista por las calles de la ciudad condal.

"La previsión efectuada por la Comisaría General de Información era la asistencia de unas 1000/1.200 personas", dicen los Mossos sobre la concentración de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) convocada desde las 8 horas y hasta las 18 horas del jueves en el paseo Lluís Companys. El atestado refleja las llamadas en redes sociales de otros colectivos para sumarse a la iniciativa. "Respecto a las movilizaciones convocadas, la hora de cierre de este documento policial, finalmente se han concentrado un total de 4.500 personas y han creado distintos incidentes que han comportado la detención de dos personas", concluye el documento.

Los datos de asistencia recogidos por las agencias Europa Press y EFE a partir de la medición oficial de la Guardia Urbana de Barcelona también confirman ese error de apreciación de los Mossos. La presencia en el acto independentista alcanzó los 3.500, según este otro cuerpo policial.

El trabajo previo de los expertos en Información es clave para diseñar el dispositivo policial en una concentración. De eso depende tanto el número de agentes, como el lugar en el que ubicarlos y los perímetros de seguridad. Uno de los recursos clave es infiltrar a agentes de paisano entre la multitud para detectar alborotadores o informar de los movimientos de la masa u objetivos concretos. Los infiltrados cobraban especial importancia si se tiene en cuenta que una de las tareas de los Mossos el jueves era detener en el momento idóneo a Puigdemont, que iría arropado por sus fieles.

Foto: El dispositivo Jaula de los Mossos d'Esquadra para localizar al expresident Carles Puigdemont. (EFE/Quique García)

Además de la concentración de la ANC, el partido VOX también había citado a sus seguidores en los aledaños del Parlament para mostrar su rechazo a la presencia de Puigdemont. En este caso, los Mossos calcularon la asistencia de "entre 20/40 personas". La concurrencia de dos convocatorias antagónicas era una preocupación para la policía catalana por el riesgo de incidentes. Atendiendo a la información de la que disponían previamente, el documento policial indica que "por este motivo se ha distribuido un total de 7 efectivos policiales del área de Información de Barcelona para dar seguridad a ambas movilizaciones".

Los agentes de Información no van de uniforme, sino camuflados entre la gente. Según el atestado, solo un agente infiltrado estaba "cerca del escenario" en el que Puigdemont ofreció un mitin de apenas unos minutos. Era el Mosso con Tarjeta de Identificación Profesional (TIP) 14764.

Siete minutos de fuga

Tras su discurso, Puigdemont se subió en un coche a la salida de un parking a la altura del número 18 de paseo de Lluis Companys, avanzó por la calle Nápoles, después giraron por la calle Buenaventura Muñoz, posteriormente tomaron la calle Cerdeña y el agente les perdió de vista a la altura de la calle Cerdeña con la calle del Doctor Trueta. Desde lejos pudo ver cómo el coche paró en el semáforo de la calle de Ramón Trías Farga con el paseo de Circunvalación.

"Una vez puesto el semáforo en verde, no ha podido ver hacia dónde se han dirigido los vehículos (eran dos coches y una moto), únicamente puede ver cómo siguen sentido mar hasta perderlos de vista", zanja el atestado. El recorrido descrito es de un kilómetro y medio, que se completa aproximadamente en 7 minutos. Ese el tiempo que le costó a Puigdemont dar esquinazo a los agentes.

La gente comenzó a llegar a la zona del Arco del Triunfo a las 7 de la mañana, pero el atestado de los Mossos admite que a las 8.30 ya vieron que un grupo de gente, entre el que había presencia de dirigentes de Junts, se concentraba en el cruce entre la calle Trafalgar y el paseo de Sant Benet, a unos cinco minutos andando del Arco del Triunfo. Quedaban 30 minutos para la hora fijada para el inicio del mitin. Fue a las 8.55 cuando vieron aparecer a Puigdemont junto a cuatro personas. En ese momento la gente que había en el cruce entre las dos calles era "de unas 200 personas aproximadamente" que escoltaron al presidente.

Foto: El jefe de los Mossos, Eduard Sallent, junto al presidente de la Generalitat, Pere Aragonés. (EFE/Andreu Dalmau)

"Esta situación la comunicó mediante las comunicaciones del canal policial del trabajo habilitado para esta ocasión", añade el documento. Los Mossos dicen que su plan era evitar incidentes y detener a Puigdemont en el momento oportuno. El plan pasaba por esperar a que tratase de llegar al Parlament para que, una vez dentro del perímetro de seguridad establecido por los Mossos, proceder a su detención ya separado de la gente.

El infiltrado fue detectado por la gente

La información de los Mossos dice que en todo momento Puigdemont estuvo rodeado de unas cien personas y que junto al escenario había varias carpas con un vallado alrededor atado con bridas que impedía ver lo que pasaba dentro. El agente reportaba a sus superiores que Puigdemont seguía ahí y que un grupo de unas 50 personas con un sombrero de paja establecieron tres columnas entrelazadas entre sí con sus brazos. Pero la actuación del mosso, que estaba solo, se vio frustrada al ser detectado por la gente.

"En todo momento, el agente ha sido increpado por su actitud de vigilancia por la gente que controlaba el acto, diciendo cosas como: '¿quién eres?, ¿qué quieres? ¿Qué pasa? Etc'. El agente ha sido rodeado y vigilado durante todo este rato, intentando que perdiera el control visual del interior del recinto cerrado, lo que no ha logrado. El agente ha continuado comunicando vía emisora ​​policial todos estos movimientos".

A las 9.05 horas, tres personas se acercaron a la carpa a la altura de la salida del aparcamiento Sabba situada en el paseo Lluis Companys, delante del número 18. Estas tres personas rompieron las bridas de las vallas que rodeaban la carpa. Ahí fue cuando el agente vio salir al secretario general de Junts, Jordi Turull, y a Puigdemont, ambos con una gorra en la cabeza.

Foto: La portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat (EFE / Fernando Alvarado)

A la salida del parking, el mosso infiltrado vio tres coches: un Honda blanco en el que se subieron Puigdemont y Turull y que conducía una mujer, un Wolkswagen Golf gris de matrícula holandesa y una moto con colores naranjas. El agente no tuvo tiempo de memorizar bien la matrícula del segundo coche o sus ocupantes ni fijarse bien en las características de la moto.

El mosso infiltrado entre la multitud siguió a la carrera los movimientos del expresidente en su huida, pero tuvo problemas por la cada vez más hostil actitud de los fieles de Puigdemont: "Controlaban en todo momento las acciones del agente actuante, ha cambiado de forma repentina y le han comenzado a increpar y a seguir cuando ha iniciado la marcha a pie siguiendo la comitiva de los tres vehículos dirección calle Vilanova. Hasta llegar a la calle Nápoles, ha sido perseguido e increpado por un grupo de personas intentando entorpecer las comunicaciones y el recorrido del agente".

Foto: El ministro de la Presidencia y de Justicia, Félix Bolaños. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)

El mosso pudo "deshacerse de la gente, corriendo por la acera en paralelo y detrás de los vehículos, facilitado tanto el recorrido como los datos de los coches mientras no perdía de vista la comitiva". El atestado describe una persecución a la desesperada que transcurrió desde ese parking del paseo de Lluís Companys y que apenas aguantó unos minutos. Acto seguido, los Mossos optaron por establecer la 'operación Jaula', sin éxito.

La policía autonómica vivió una de sus jornadas más negras al dejar escapar al expresidente, prófugo desde hace siete años. Este viernes, sus responsables policiales y políticos rebajaron la autocrítica e incluso se felicitaron por haber cumplido el objetivo de que el pleno de investidura de Salvador Illa se desarrollase con normalidad.

Los Mossos d’Esquadra también fallaron al calcular el número de gente que acudiría a acompañar al expresidente huido Carles Puigdemont durante su baño de masas en Barcelona. Según consta en el atestado policial al que tuvo acceso El Confidencial, la Comisaría General de Información estimó que asistiría una cifra de personas cercana a un millar. La realidad superó sus previsiones y se encontraron con una masa de gente de hasta 4.500, según admiten en el documento. Este fallo de percepción abunda en los errores que propiciaron la fuga de Puigdemont mientras un solo agente infiltrado trataba a la carrera de seguir el coche del líder independentista por las calles de la ciudad condal.

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