Es noticia
Todas las preguntas que el PSOE no quiere responder hasta que ERC apruebe (o no) el acuerdo
  1. España
TENSIÓN INTERNA

Todas las preguntas que el PSOE no quiere responder hasta que ERC apruebe (o no) el acuerdo

El presidente contiene el debate interno a la espera del aval de la militancia republicana y no ofrece detalles exactos sobre su efecto en el sistema, su aprobación o las mejoras de otras comunidades

Foto: Pedro Sánchez y Salvador Illa en un acto del partido en L'Hospitalet de Llobregat.  (EFE/Andreu Dalmau)
Pedro Sánchez y Salvador Illa en un acto del partido en L'Hospitalet de Llobregat. (EFE/Andreu Dalmau)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Dos comparecencias consecutivas del presidente del Gobierno, algo ya en sí mismo bastante inusual, y no es posible tener más datos sobre el acuerdo entre el PSC y ERC, que saca a Cataluña del sistema de financiación y le concede un concierto económico. Pedro Sánchez retiene los detalles, la letra pequeña de un pacto que los socialistas en el resto de España no acaban de creerse. La amnistía la vieron venir casi desde la noche del 23-J pero este salto les resulta aún inconcebible.

El jefe del Ejecutivo se encuentra a la espera de que las bases de ERC apoyen esta negociación en la consulta de este viernes, aunque también cabe la opción de que la tumben, con tal de no hacer president a Salvador Illa. Si finalmente lo avalan, los socialistas tienen por delante una larga lista de preguntas por responder.

¿Cuál será el cupo catalán y su aportación a la solidaridad?

El pormenorizado acuerdo entre el PSC y ERC establece que Cataluña sale del régimen común de financiación autonómica y logra un modelo singular, similar al que ya disfrutan el País Vasco y Navarra, y que en su caso, sí cuenta con refrendo constitucional. La Generalitat recaudará sus impuestos y después dará una parte al Estado por los servicios que presta. Se desconoce su cuantía y también la llamada cuota a la solidaridad interterritorial, que es la aportación de Cataluña a la caja única. Esta contribución se mantiene con este mecanismo pero limitada por el principio de ordinalidad, que exige recibir dinero en una proporción similar a la que se aporta o, en cualquier caso, no menos que las que autonomías con una menor contribución al sistema. La traducción a cifras exactas es fundamental para conocer la merma del modelo y la disminución de los ingresos de Cataluña, que repercutirán en el resto.

Foto: La secretaria general de ERC, Marta Rovira, durante un descanso de la reunión en la sede de ERC. (Europa Press/David Zorrakino)

¿Cómo se aplicará la reforma?

El documento fija que la financiación singular de Cataluña se debe completar en el primer semestre de 2025. Pero para su aplicación es necesaria una reforma de la LOFCA (Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas), que requiere del apoyo de todos los socios de investidura del PSOE. No se pueden dar sus votos por garantizados, a menos que se otorguen más recursos a otras comunidades. Esta es la reclamación de Compromís, la Chunta Aragonesista (integrados ambos en el grupo parlamentario de Sumar) y del BNG. Y luego hay que contar con la imprevisibilidad de Junts, que en las últimas horas trata de rebajar el alcance del acuerdo porque no aparece textualmente el término "concierto económico" y de influir en la militancia de ERC para que no lo respalde, presentando a Illa como alguien "favorable a la represión en el independentismo". En cualquier caso, los de Carles Puigdemont no se apean de su máxima de negociar con el Gobierno cada votación para obtener nuevas contrapartidas.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la secretaria general de ERC, Marta Rovira. (Europa Press/Lorena Sopêna)

¿Es posible ampliar el pacto para Cataluña al resto de comunidades?

Pues era lo que el PSOE planteaba inicialmente: pactar la financiación de Cataluña con ERC y hacer luego la reforma general del sistema. El mismo procedimiento que se siguió con la condonación de la deuda, aún pendiente de aplicar. El problema es que el acuerdo con los republicanos es tan radical que imposibilita extenderlo a los demás. Si todas las autonomías que más contribuyen -Madrid y Baleares junto a Cataluña- dejan de hacerlo, no es posible financiar a las regiones con menos renta, que reciben más de lo que aportan. Pero el presidente del Gobierno aludió, en su comparecencia en Moncloa de este miércoles, a la existencia de otras negociaciones bilaterales como los "regímenes especiales" de Baleares y Canarias que no impiden después el foro multilateral. Aunque la modificación del sistema de financiación, caducado desde hace 10 años, está comprometida por el Gobierno, desde Hacienda siempre se ha defendido que no es posible hacerlo sin acordar con el PP. El camino para conseguirlo permanece oculto.

¿Por qué ha cambiado el Gobierno de opinión y avala ahora el concierto catalán?

Es otra de las preguntas claves que nadie contesta para desesperación del propio PSOE. A lo largo de estas semanas la posición exhibida por el Ejecutivo era en contra de un cupo para Cataluña. Se apuntaba como solución a una mayor financiación de sus singularidades, en referencia a las competencias de la Generalitat que no tienen otras autonomías y aumentar la cuantía de las transferencias para la gestión de las prisiones, los Mossos d'Esquadra y Rodalies. Sánchez también ha renunciado a explicar este cambio, que tiene asombrado a la mayoría del partido, pero celebra el entendimiento con ERC. No sólo Javier Lambán o Emiliano García-Page se han mostrado en contra, en Asturias, Castilla y León o Andalucía se encuentran a la espera de aclaraciones y con la esperanza de que la falta de apoyo en el Congreso haga descarrilar el acuerdo con ERC.

¿Hay riesgo de ruptura en el PSOE?

El jefe del Ejecutivo intenta diluir el descontento interno con la defensa de que la dirección lo ha respaldado por unanimidad y que todos en el PSOE quieren que Illa sea presidente. Pero el malestar sólo está contenido, a la espera de que efectivamente se conozcan los detalles y si hay o no mejoras para las demás comunidades. Por ahora el mayor argumento político esgrimido por el presidente es que este pacto supone resolver la mayor crisis constitucional de la democracia, por el intento de independencia de Cataluña. Pero lo cierto es que los independentistas logran ahora su primigenia reclamación: el concierto económico. En 2012 Artur Mas ya se lo exigió a Mariano Rajoy y este se negó. Tampoco el PSC lo apoyaba entonces.

¿Es un paso hacia la federalización de España?

El propio presidente citó el concepto este miércoles. Pero sólo sería aplicable en el caso de un cambio global en el sistema de financiación, concebido sobre una mayor carga competencial de las comunidades autónomas. Los socialistas lo plantean en sus documentos políticos como un estadio superior del modelo autonómico, superador de tensiones territoriales, que requeriría de una reforma de la Constitución. La "solución federal" no tiene resistencias internas pero el PSOE no ha defendido nunca un concierto económico para Cataluña en este nuevo marco.

¿Es progresista que las comunidades más ricas condicionen su aportación a la solidaridad?

En este punto los argumentos son especialmente difusos. El presidente defiende con fruición el pacto con ERC, que permitirá a Cataluña implantar una fiscalidad diferente a la del resto del país, como sucede en el País Vasco y en Navarra. Y avala también el cupo catalán porque mantienen una cuota (aún desconocida) de solidaridad con principio de ordinalidad. Es decir, que una comunidad rica (en este caso Cataluña) quiera aportar menos y que su contribución esté limitada, para que la brecha entre lo que da y lo que recibe no sea tan amplia. Pero, sin embargo, Sánchez censura a las autonomías que suprimen impuestos a los ricos y a la vez piden más dinero al Estado con el argumento de que supone un "atentado contra la igualdad". También genera mucha confusión su tesis de que el sistema actual ha servido tanto para hacer recortes (el PP) como para regar de dinero a las comunidades (el PSOE), cuando es una circunstancia que, sin negar la voluntad del Gobierno, depende del ciclo económico y de la subida o rebaja de la recaudación.

¿Hay peligro de que Junts haga la vida aún más imposible al Gobierno?

El Ejecutivo quiere creer que no, que el voto favorable de ERC a Illa, si al final lo apoyan las bases, no tendrá consecuencias a nivel nacional. Se piensa que el reciente toque de atención de Junts, que tumbó la senda de déficit de forma inesperada, no irá a mayores. Y que los presupuestos del próximo año podrán ser aprobados. Puede suceder pero la experiencia de estos meses con el partido de Carles Puigdemont deja claro que no será gratis. El presidente les recordó ayer públicamente que el resultado de las elecciones catalanas (en las que el independentismo por primera vez no fue mayoritario) evidenció que los ciudadanos quieren que "estemos a las cosas importantes" y "en ese contexto (el de pacto fiscal) espero que hagan esa lectura". Pero, adelantándose a quienes ven naufragar ya la legislatura, subrayó que desde el 23-J el Ejecutivo "no ha parado de modernizar nuestro país y ""vamos a continuar haciéndolo estos tres años".

Dos comparecencias consecutivas del presidente del Gobierno, algo ya en sí mismo bastante inusual, y no es posible tener más datos sobre el acuerdo entre el PSC y ERC, que saca a Cataluña del sistema de financiación y le concede un concierto económico. Pedro Sánchez retiene los detalles, la letra pequeña de un pacto que los socialistas en el resto de España no acaban de creerse. La amnistía la vieron venir casi desde la noche del 23-J pero este salto les resulta aún inconcebible.

Noticias de Cataluña Salvador Illa Pedro Sánchez PSC PSOE Financiación autonómica
El redactor recomienda