Espaldarazo de Sánchez a Díaz frente a la patronal: "Vamos a reducir la jornada laboral"
El presidente se compromete públicamente con la medida en plena pugna negociadora con la CEOE. Trabajo está dispuesta a aprobarla sin los empresarios, aunque ha ampliado su ultimátum
Pedro Sánchez, al auxilio de Yolanda Díaz en plena batalla con la CEOE por la reducción de la jornada de trabajo. El presidente del Gobierno dejó este jueves muy claro que la medida estrella de su ministra se aprobará, sí o sí. Aunque el Ministerio de Trabajo ha alargado una semana más las negociaciones para tratar de llegar a un acuerdo con los empresarios, no existe por ahora ni una sola señal de acercamiento. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, aseguró anoche que seguirán sentados en la mesa pese al "monólogo" del Gobierno. Más duro fue su vicepresidente y líder de Cepyme, Gerardo Cueva, quien leyó un manifiesto por la libertad de empresa en el que censuró la "inejerencia", "hostigamiento" y el "intervencionismo" del Ejecutivo. "Hay poco espacio para la empresa privada ante un Gobierno que adopta tesis comunistas", censuró.
En medio de las hostilidades desatadas entre Trabajo y la patronal, Sánchez se posicionó del lado de su vicepresidenta. Aunque su deseo meses atrás era que la reforma cuente con el máximo consenso posible, ayer se mostró expeditivo. "Por supuesto que vamos a reducir la jornada laboral y va a ser bueno para la economía y para la dignidad laboral de los trabajadores", defendió en el acto de presentación de Avanza, el nuevo laboratorio de ideas del PSOE.
Un think tank que nutrirá de propuestas al Gobierno, y que ofrecerá respuestas ante "el nuevo pensamiento de la ultraderecha". En la lucha contra la ideología "reaccionaria, libertaria, populista y posdemocrática" sitúa Sánchez la "ofensiva ideológica" progresista, porque, para el presidente, los mantras del neoliberalismo están superados desde que Europa modificó su reacción ante las grandes crisis. De los recortes y la austeridad de la crisis financiera a la protección de los ciudadanos y las empresas en la crisis sanitaria.
Un nuevo paradigma en el que Sánchez incardina su gestión y en el que se incluye la apuesta por recortar la jornada de trabajo de las 40 horas semanales a las 37,5 horas para 2025 sin merma salarial, comprometida con Sumar en el acuerdo del Gobierno de coalición. "Tiene que estar en vigor antes de que acabe el año para cumplir con el pacto", recuerdan en el equipo de Díaz. La última vez que se recortó la jornada laboral en España fue en 1983 de la mano de Felipe González, lo que desató una guerra entre la patronal y el joven gobierno socialista.
La vicepresidenta confiaba en que el Consejo de Ministros diera luz verde a su medida estrella antes del parón estival, para llevarlo a la Cámara, donde no está claro que el Gobierno vaya a contar con los apoyos suficientes, especialmente de Junts. Díaz viajará en las próximas horas al País Vasco para amarrar los votos del PNV, que en principio no teme un gran impacto porque la mayoría de los convenios vascos están incluso por debajo de las 37,5 horas. "El acuerdo tiene que ser inminente", insisten desde el ministerio.
Con la economía en pleno crecimiento, Sánchez no ve en esta medida el oscuro panorama que predicen los empresarios. Al contrario, "las ideas están para llevarlas a la práctica", dijo, tras recordar que también se decía que el aumento del Salario Mínimo Interprofesional, un 54% en seis años, "nos llevaría al desastre". "Y lo mismo mantenían sobre subir las pensiones".
El jefe del Ejecutivo presiona así a favor del acuerdo, en el plazo de margen que el Ministerio de Trabajo ha dado para lograr el respaldo de la patronal pero colocándose del lado de Díaz, que ha dejado la dirección de Sumar para centrarse en su perfil de gestora. Pero el PSOE no aclara si se aprobará, aunque no tenga el sí de los empresarios.
El Ejecutivo no pierde la esperanza en convencer a la CEOE. La portavoz y ministra de Educación, Pilar Alegría, apostó ayer públicamente por un pacto con la patronal, UGT y CCOO. "Creo que es importante que nos encaminemos y que vayamos hacia esa dirección de reducción de jornada laboral, pero me parece también clave que podamos llegar a ese objetivo en base al diálogo y al consenso social que, desde luego, ha traído tan buenos acuerdos durante estas últimas dos legislaturas", aseguró.
La tensión con los empresarios está en máximos. El lunes, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, dijo tras la última reunión que se avanzaría sólo con los sindicatos por la posición "muy decepcionante" de la patronal española. Un día después, la vicepresidenta matizó la amenaza y explicó que hará una nueva propuesta a CEOE y Cepyme en la siguiente cita de la mesa de negociación, el próximo lunes 8 de julio.
"¿No era ayer? ¿Por qué una semana más? Que lo hagan ya", contestó socarrón el jefe de los empresarios, Antonio Garamendi, que critica al Ejecutivo porque le han planteado "de todo" y no han escuchado "en nada". La patronal presentará una queja formal ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) porque el Gobierno ha alterado la reforma laboral al consentir, pocos meses después de cerrar el pacto, la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los sectoriales, como le exigieron los nacionalistas.
La negociación sobre la jornada laboral amenaza con ser el mayor choque con la patronal de la era Sánchez. Nada presagia una aproximación de posturas. Y menos cuando el Gobierno está haciendo hueco en las instituciones públicas a la Confederación Nacional de Pymes (Conpymes), el competidor de la patronal oficial. Trabajo afirma que la jornada laboral de 37,5 horas se va a aprobar "seguro" aunque no entre la CEOE. Pero insisten en su disposición a "intentar un acuerdo". Sánchez se ha comprometido públicamente con la medida pero queda la duda de si dará tiempo a la búsqueda del pacto o se plantará. Según fuentes socialistas, en los tiempos de Nadia Calviño se habría remado a favor de que no se descolgaran los empresarios. Ahora está por ver.
Pedro Sánchez, al auxilio de Yolanda Díaz en plena batalla con la CEOE por la reducción de la jornada de trabajo. El presidente del Gobierno dejó este jueves muy claro que la medida estrella de su ministra se aprobará, sí o sí. Aunque el Ministerio de Trabajo ha alargado una semana más las negociaciones para tratar de llegar a un acuerdo con los empresarios, no existe por ahora ni una sola señal de acercamiento. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, aseguró anoche que seguirán sentados en la mesa pese al "monólogo" del Gobierno. Más duro fue su vicepresidente y líder de Cepyme, Gerardo Cueva, quien leyó un manifiesto por la libertad de empresa en el que censuró la "inejerencia", "hostigamiento" y el "intervencionismo" del Ejecutivo. "Hay poco espacio para la empresa privada ante un Gobierno que adopta tesis comunistas", censuró.
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