La cúpula del PP ha contactado al menos dos veces con Espinosa de los Monteros tras dejar Vox
La dirección del PP se desvincula de esta aproximación "informal", que tuvo lugar tras el verano. "El único que puede autorizar fichar a alguien de otro partido es Feijóo", responde un portavoz oficial
La cúpula del PP ha contactado al menos en dos ocasiones con Iván Espinosa de los Monteros tras su salida repentina de Vox, producida el pasado mes de agosto. La renuncia al acta de quien ha sido una de las voces más notables del Congreso, tras el fiasco que supuso el 23-J para la derecha, causó tanta conmoción en el menguante sector liberal del partido de Santiago Abascal como interés en Génova, donde hubo quien especuló sobre su posible fichaje a medio plazo. Dos miembros de la dirección nacional pidieron verse con el economista a la vuelta del verano, según narran fuentes de diversa procedencia. En la primera ocasión se le llegó a tantear de manera sibilina sobre una incorporación al partido que lidera Alberto Núñez Feijóo, aunque fue una aproximación "informal" y "nada comprometedora" para ninguna de las dos partes. Claramente, no fraguó.
Según fuentes enteradas de estas conversaciones, un cargo con "altas responsabilidades" en Génova le insinuó la posibilidad de continuar en la primera línea política tras su sorpresiva salida de Vox. Un primer contacto del que ya informó El Independiente, pero que continuó por medio de otro destacado dirigente del núcleo duro de Núñez Feijóo, según ha podido confirmar El Confidencial. En esta segunda ocasión, no hubo propuesta alguna sobre una eventual reincorporación, "ni formal ni informal", pero sí un interés por mantener una relación fluida con quien ha sido mano derecha de Abascal y una de las voces más cualificadas de Vox desde su irrupción en el Congreso. Los dos interlocutores tienen asiento en el comité de dirección del PP.
Ni Génova, ni el exdiputado han querido comentar el contenido de estos contactos, que no niegan, sino que califican de "conversaciones informales y habituales" entre políticos "que han ocupado cargos de responsabilidad", según precisan en el PP intentando restar trascendencia a esta relación sobrevenida con quien ha sido el rostro más reconocible de Vox junto a Abascal. "Fueron alusiones en condicional, todo bastante light", informa otra fuente al tanto de los contactos. "En ningún caso ha habido vocación de incorporarle", tercia un portavoz oficial del partido, quien desvincula a Feijóo de cualquier operación de aproximación. "Quien haya hecho esos contactos los hace por su cuenta y riesgo, a título personal. Como te imaginarás, un ofrecimiento de esa naturaleza debe hacerse con expresa autorización y el único que puede decidir el fichaje de alguien de otro partido es Feijóo". Otras fuentes, en cambio, contradicen esta versión dado el altísimo rango de estos dos interlocutores.
Más allá de estos encuentros en la tercera fase, en la cúpula del PP admiten el "atractivo político" de alguien como Espinosa de los Monteros, por su formación intelectual, su verbo fluido y su gran proyección pública. Incluso desde Moncloa, pese al abismo ideológico que les separa, dijeron que su salida "no es una buena noticia para la política". Al exdiputado se le reconoce en el Congreso por su desempeño parlamentario con un talante civilizador, que le llevó a entablar una buena relación política y personal con la presidenta de la Cámara, la socialista Meritxell Batet. Una anomalía para estos tiempos.
Lo cierto es que Espinosa de los Monteros, que permanece como militante de base, ha mantenido un perfil discreto y alejado de la primera división política desde que se marchó. Se ha escrito sobre su intención de conformar un nuevo proyecto político con el que supuestamente aspiraba a presentarse en las elecciones europeas. Sin embargo, el economista ha expresado en privado su deseo de mantenerse fuera de los partidos y está centrado en sus negocios privados, en el mundo inmobiliario y en inversiones hosteleras. Aunque sigue comprometido con dar la "batalla cultural", pero desde la "sociedad civil". Esta semana ha protagonizado en Madrid una charla privada ante unas 400 personas a propuesta de It's Time To Think, grupo que promueve el "pensamiento libre" entre los jóvenes.
Casado con Rocío Monasterio, líder de Vox en la Comunidad de Madrid, el exdiputado protagonizó el desgarro más doloroso para Abascal, quien ha sido acusado por el sector liberal del partido de haberse bunkerizado en un grupo de asesores de postulados ideológicos más extremistas, liderado por Kiko Méndez-Monasterio y Jorge Buxadé. Espinosa de los Monteros no ha querido pronunciarse públicamente sobre el trasfondo de su abrupta salida y en su despedida habló de que todo respondía a una motivación personal y familiar. Pero varios de sus compañeros sí han alertado de la deriva ultraderechista de Vox, sin espacio para el ala liberal.
En esa batalla interna se encuadra la depuración de las listas electorales en las generales del 23-J de los diputados Víctor Sánchez del Real y Rubén Manso. "Cometer una injusticia es peor que sufrirla. Aristóteles", escribió Manso, ex inspector del Banco de España, en las redes sociales el día de los cristales rotos de Vox. También Juan Luis Steegmann renunció a repetir como parlamentario tras la salida de Espinosa de los Monteros, y precisamente esta misma semana ha anunciado su baja del partido por la deriva "antiliberal" y "neofalangista" de la dirección. Steegmann apunta directamente a Jorge Buxadé, candidato para las europeas: "Desde hace años Vox está prescindiendo de la parte más liberal de su programa y de sus diputados. Es más, ha continuado un viaje nocturno que se acerca al neofalangismo", dejó escrito en una carta a sus ya excompañeros.
La cúpula del PP ha contactado al menos en dos ocasiones con Iván Espinosa de los Monteros tras su salida repentina de Vox, producida el pasado mes de agosto. La renuncia al acta de quien ha sido una de las voces más notables del Congreso, tras el fiasco que supuso el 23-J para la derecha, causó tanta conmoción en el menguante sector liberal del partido de Santiago Abascal como interés en Génova, donde hubo quien especuló sobre su posible fichaje a medio plazo. Dos miembros de la dirección nacional pidieron verse con el economista a la vuelta del verano, según narran fuentes de diversa procedencia. En la primera ocasión se le llegó a tantear de manera sibilina sobre una incorporación al partido que lidera Alberto Núñez Feijóo, aunque fue una aproximación "informal" y "nada comprometedora" para ninguna de las dos partes. Claramente, no fraguó.
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