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El Mini Cooper fantasma de Francisco Correa que escapa al embargo 14 años después
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Justicia tira la toalla

El Mini Cooper fantasma de Francisco Correa que escapa al embargo 14 años después

El cabecilla de la Gürtel roza la semilibertad sin que la Audiencia Nacional haya dado con el paradero de su coche. Durante años, le llegaron más de un centenar de multas de ese auto a otra persona

Foto: Ejemplo del modelo del BMW Mini Cooper que conducía Francisco Correa en sus apariciones ante a la Audiencia Nacional. (iStock)
Ejemplo del modelo del BMW Mini Cooper que conducía Francisco Correa en sus apariciones ante a la Audiencia Nacional. (iStock)
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Francisco Correa ha pasado nueve años y ocho meses en prisión. El empresario roza con los dedos poder salir a diario de la cárcel gracias a un tercer grado. El que fuera cabecilla de la Gürtel acumula decenas de años de condena, pero la Audiencia Nacional aprecia en él una evolución positiva. Ha devuelto ya 20,7 millones de euros en concepto de multas e indemnizaciones. Pero, más de 14 años después de su arresto, la Justicia sigue sin encontrar su coche para poder embargarlo. Oficialmente, está a nombre de otra persona a la que le estuvieron llegando multas de tráfico durante años por un auto que nunca condujo. En una de las sesiones de juicio, Correa apareció al volante de este vehículo y, al verse captado por las cámaras, lo dejó aparcado en la puerta de la Audiencia Nacional como si no fuera suyo. Este es el misterio del Mini Cooper del cabecilla de la Gürtel que la Justicia sigue reclamando.

El primer capítulo tuvo lugar el 21 de noviembre de 2007. Un concejal de Majadahonda entonces desconocido se presentó en las dependencias de la UDEF de la Policía Nacional. Quería ampliar la denuncia presentada unas semanas antes sobre una trama de corrupción a nivel nacional sobre la que había aportado 80 horas de grabación clandestina a algunos de sus protagonistas. Ese denunciante era José Luis Peñas y lo que había captado su grabadora era el caso Gürtel que muchos años después le costaría el Gobierno a Mariano Rajoy. Pero lo que quería contar en aquella segunda visita a la comisaría era la existencia de un vehículo Mini Cooper matrícula 4978CBW. Informó a los investigadores que, aunque formalmente estuviera a su nombre, en realidad era propiedad de Francisco Correa.

Foto: Correa, en una de sus visitas a la Audiencia Nacional. (EFE/Fernando Villar)

Lo compró el exalcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, al que apodaban el Cara Rata. Lo adquirió el 14 de noviembre de 2002 en un concesionario de BMW de Ponferrada, propiedad de un cuñado de José Luis Peñas, quien no sabe a día de hoy quién puso el dinero de la compra. Durante los primeros años, el coche estuvo a nombre del alcalde, pero después Correa pidió que figurase el concesionario de Ponferrada como titular. Así se hizo hasta que, en 2007, el dueño del concesionario se cansó de esta situación y llamó a su cuñado, José Luis Peñas. Ahí fue cuando Correa le pidió al propio Peñas que lo pusiera a su nombre. Y hasta hoy. Este concejal que denunció la Gürtel le dijo a la Policía que aceptó con el fin de acreditar el modus operandi del cabecilla de la trama y cómo adquiría propiedades que nunca ponía a su nombre.

Decenas de multas

Era Peñas quien pagaba el seguro del coche con el dinero que le daba Correa, que era quien lo utilizaba. El empresario se paseaba con su Mini Cooper por Madrid y por Ibiza, según el concejal. A la UDEF le entregó aquel 2007 una fotocopia de la tarjeta de inspección técnica, el permiso de circulación y el primer recibo del pago del seguro. Pocas veces Peñas se arrepintió tanto de haber hecho ese favor a Correa. Durante años, estuvo recibiendo multas de tráfico cometidas por alguien que no era él. Fueron al menos 124 multas hasta el año 2016. El abogado de este concejal, que terminó condenado en el caso y actualmente se encuentra a la espera de un indulto, logró demostrar al Ayuntamiento de Madrid que no era el usuario del coche, y las multas dejaron de llegar al buzón de su casa. Fue una pequeña victoria, pero no definitiva.

De manera periódica, la Audiencia Nacional le sigue pidiendo el coche a Peñas como parte del embargo de sus bienes derivado de su condena por el caso Gürtel. La última comunicación le llegó hace solo unas semanas. Su abogado, Ángel Galindo, el mismo que ejerce su defensa desde el primer día, contestó al tribunal que su cliente nunca ha usado ese coche. La misma explicación que en diciembre de 2022 y que en diciembre de 2021 y que en mayo de 2021… “No ha estado nunca a disposición de José Luis Peñas”, “Se puso por escrito el 10 de febrero de 2009”. En una de sus comunicaciones a la Audiencia Nacional, el letrado informó de que la propia esposa de Correa, un día después del arresto de su marido, admitió a la Policía “ser la poseedora y usuaria” del coche y que lo tenía en su casa de Pozuelo de Alarcón (Madrid).

placeholder El exedil de Majadahonda que destapó la trama, José Luis Peñas (izquierda), a su llegada a la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares. (EFE)
El exedil de Majadahonda que destapó la trama, José Luis Peñas (izquierda), a su llegada a la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares. (EFE)

Durante una de las celebraciones del juicio por la primera época de Gürtel, se produjo un hecho determinante en este contencioso. En la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares que albergaba las sesiones, apareció Francisco Correa conduciendo el coche. Lo captaron las cámaras de La Sexta, apostadas a la llegada de los acusados. La cuestión ya había ocupado algunas preguntas de los investigadores en sede judicial. “Lo sigo usando porque lo tengo en la puerta”, le dijo el cabecilla de la trama al tribunal en una de sus declaraciones. “El famoso Mini, que a ver si por fin sacan ese Mini de circulación, por favor”, contestó entre risas la mujer de Correa a la Fiscalía.

Según las imágenes, a la salida y al caer en la cuenta de que se había dejado ver con el coche que se supone que no podía tener, Correa se marchó en el vehículo de otro de los acusados y el Mini Cooper quedó aparcado en los aledaños de la Audiencia Nacional. Este periódico se ha puesto en contacto con el abogado del empresario para recabar su versión, pero ha declinado hacer declaraciones al respecto. Esta semana, la Justicia le ha concedido el tercer grado, pero todavía está pendiente de que el auto sea firme. La Fiscalía Anticorrupción tiene todavía unos días para recurrir, pero fuentes del Ministerio Público consultadas por este periódico se inclinan por permitir su semilibertad.

placeholder Francisco Correa subiendo al BMW Mini Cooper a nombre de José Luis Peñas. (EC)
Francisco Correa subiendo al BMW Mini Cooper a nombre de José Luis Peñas. (EC)

Tasado en 2.270 euros

La Subdirección General de Conservación, Administración y Realización de Bienes que dependen del Ministerio de Justicia realizó un oficio en 2021 con una relación de todos los bienes sobre los que se había dictado un embargo a los condenados de la Gürtel. El destinatario era la Audiencia Nacional. Apuntaban el coche en el apartado de José Luis Peñas y la prohibición de utilizarlo desde el mismo día que se produjeron las detenciones del caso, el 6 de febrero de 2009. En 2021, el auto se tasó en 2.270 euros. Fuentes conocedoras del sector afirman que ese tipo de coches está cotizado en el mercado, especialmente si va provisto de extras. Un BMW Mini Cooper matriculado en 2002 puede llegar a rondar actualmente los 10.000 euros en función de los kilómetros recorridos.

El pasado 8 de febrero, la misma Subdirección General de Conservación, Administración y Realización de Bienes emitió otro oficio en el que tiraba la toalla: “Dado el tiempo transcurrido sin que por ese órgano judicial o por el titular del vehículo se haya informado nada al respecto de su paradero actual a efectos de que por esta Oficina pudiera proceder a su realización, le comunico que por parte de esta Oficina se procede a archivar las actuaciones sobre el mismo”. A pesar de ello, la Audiencia Nacional volvió a insistir unos días después y ordenó a la Policía Local de Majadahonda —lugar de residencia de Peñas y no de Correa— a informar sobre el paradero del vehículo, su poseedor y su estado de funcionamiento. 14 años después, sigue siendo un coche fantasma para la Justicia.

Francisco Correa ha pasado nueve años y ocho meses en prisión. El empresario roza con los dedos poder salir a diario de la cárcel gracias a un tercer grado. El que fuera cabecilla de la Gürtel acumula decenas de años de condena, pero la Audiencia Nacional aprecia en él una evolución positiva. Ha devuelto ya 20,7 millones de euros en concepto de multas e indemnizaciones. Pero, más de 14 años después de su arresto, la Justicia sigue sin encontrar su coche para poder embargarlo. Oficialmente, está a nombre de otra persona a la que le estuvieron llegando multas de tráfico durante años por un auto que nunca condujo. En una de las sesiones de juicio, Correa apareció al volante de este vehículo y, al verse captado por las cámaras, lo dejó aparcado en la puerta de la Audiencia Nacional como si no fuera suyo. Este es el misterio del Mini Cooper del cabecilla de la Gürtel que la Justicia sigue reclamando.

Caso Gürtel
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