El cabecilla de la Gürtel logra el tercer grado tras pasar nueve años en prisión

El empresario Francisco Correa, el cabecilla de la trama Gürtel de corrupción que le costó el Gobierno al PP en 2018, ha logrado el tercer grado penitenciario tras cumplir nueve años y ocho meses en prisión. Así lo acuerda el Juzgado Central de Vigilancia de la Audiencia Nacional en un auto al que ha tenido acceso El Confidencial. “Ha puesto íntegramente su patrimonio a disposición de la Justicia, incluidas las cantidades depositadas en Suiza”, dice la resolución, que cifra en 20,7 millones el dinero aportado por el preso en todo este tiempo. Además, destaca que Correa cuenta con una oferta laboral para trabajar en un medio de comunicación fuera de la cárcel.

Fue detenido un 6 de febrero de 2009 por orden del entonces juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón. La noticia saltó como una operación simultánea en varios municipios de Madrid que afectaba a cargos del PP, pero pronto el caso derivó en una maraña insondable de tramas. El Supremo impuso 51 años de prisión a Francisco Correa, la pena más alta, solo por la primera época de Gürtel. Esa fue la pieza que provocó la moción de censura contra Rajoy y aupó al Gobierno al socialista Pedro Sánchez. Hubo más sentencias dentro de esta macrocausa judicial que afectó a decenas de personas y cargos públicos como el ex tesorero y senador del PP, Luis Bárcenas. Sus actividades acapararon durante años los titulares de la prensa y los debates políticos.

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La concesión ahora del régimen de semilibertad al máximo responsable de esa trama marca un hito en la reciente historia judicial española. “Estoy bien jodido”, le advirtió a su abogado horas después de su arresto. Correa pasó en prisión preventiva tres años y cuatro meses. Salió en junio de 2012, pero volvió a ingresar en febrero de 2017, casi cinco años después, para cumplir la condena de otros 13 años que le impuso el Tribunal Superior de Justicia de Valencia por la pieza separada conocida como el ‘caso Fitur’. La Audiencia Nacional le impuso en 2018 otros cinco años y tres meses de prisión por su participación en la financiación irregular del PP de la Comunidad Valenciana. La lista de delitos incluye la asociación ilícita, el tráfico de influencias, malversación y cohecho, entre otros.

Interior apela a la "alarma social"

Correa, de 67 años de edad, cumple condena en régimen cerrado en la cárcel madrileña de Valdemoro. Los jueces fijaron en 18 años el máximo de estancia en prisión, una acumulación que se calcula al multiplicar por tres la pena por el delito más grave cometido. A partir de ahí, la ley obliga a revisar cada seis meses el grado penitenciario de los condenados con sentencia firme como el caso de este empresario corrupto. El pasado 24 de abril, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que depende del Ministerio del Interior, acordó mantenerle en segundo grado, el más común dentro de las cárceles españolas. Contra esta decisión, el recluso presentó el 22 de mayo un recurso de queja ante la Audiencia Nacional que ahora le ha dado la razón.

El Ministerio del Interior justificó su negativa al tercer grado en un escrito donde alegó que “de la conducta global no se desprende una evolución suficientemente favorable, por el momento, que permita inferir una capacidad para llevar en lo sucesivo un régimen de vida en semilibertad”. Instituciones Penitenciarias argumentó conceptos como “la alarma social” que provocó la Gürtel, la elevada pena impuesta o la existencia de causas pendientes en su contra. Frente a estos argumentos, el magistrado ve factible su reinserción en virtud a su apoyo familiar, su nivel formativo, sus posibilidades de encontrar trabajo o la “ausencia de adicciones”. También destaca que el cabecilla de la Gürtel ha asumido su responsabilidad delictiva y que se encuentra actualmente pagando la responsabilidad civil impuesta por sus delitos.

Correa: "Tuve acceso a ganar dinero ilícita y fácilmente, cuando debí abstenerme"

En un auto de ocho folios firmado este martes, el juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, concluye que “su evolución es positiva”. Según los cálculos de la Audiencia Nacional, Correa terminará de cumplir definitivamente su condena el 9 de julio de 2031, dentro de ocho años. Ha disfrutado de permisos ordinarios de salida a los que tienen derecho los reclusos en segundo grado cuando han cumplido un cuarto de su condena. “Se aprecia un importante sentido de la responsabilidad en el penado, que ha hecho coincidir días de disfrute para acudir a las sesiones de juicio oral en la Audiencia Nacional”, señala el juez.

En marzo de 2021, el empresario remitió un escrito al Juzgado en el que manifestó su deseo de transmitir su “arrepentimiento” a la opinión pública: “Mis delitos me han llevado a cumplir ya ocho años de prisión. En un momento de mi vida tuve acceso a formas de ganar dinero ilícita y fácilmente, cuando debí abstenerme de tales prácticas”. El juez entiende que esta actitud guarda coherencia con su colaboración con la Justicia en los últimos juicios y su voluntad de participar en el Programa de Intervención de Delitos Económicos. Sobre las cantidades de dinero devueltas, el auto señala que han superado los 12,1 millones que le impusieron por la condena por la primera Época de Gürtel. La cuantía se dividía en 2 millones en concepto de responsabilidad civil, otros 2,5 millones en decomisos y 7,5 millones de multa.

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Según explica el juez, “la progresión a tercer grado es la relación de los mecanismos normales de control de la marcha del interno en el régimen ordinario, concediéndole un más amplio espacio de libertad”. Se apoya para concederlo en el contenido de sentencias y la opinión de la Fiscalía anticorrupción, que la semana pasada redactó un escrito donde avala la colaboración de Correa en otras piezas del caso como la que aborda la visita del Papa a Valencia o la trama de Boadilla del Monte.

Sobre las causas pendientes que tiene Correa, la Audiencia Nacional recuerda que el preso tiene fijado un máximo de 18 años en prisión por lo que no es previsible que ninguna nueva condena altere ese límite. Tampoco cree factible que se fugue dado que no lo hizo cuando permaneció en libertad provisional, antes de conocer sus principales condenas. El empresario cuenta con mujer e hijo fuera de prisión y el juez añade que la lejanía de los hechos delictivos hacen difícil que vuelvan a darse las circunstancias en las que se cimentó la trama Gürtel. Rechaza por tanto la valoración que apunta a un riesgo de reincidencia medio alto que se le atribuye al preso.

Contra esta decisión tanto Correa como la Fiscalía pueden presentar un recurso ante el propio juez en un plazo de tres días o ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en cinco días. Al haber sido condenado a más de cinco años de cárcel, Francisco Correa, tendrá que esperar a que este auto sea firme para acceder a su nueva vida en semilibertad.