El Consejo Editorial de EC analiza las elecciones: "La ola del 28-M se intensificará en las generales"

Tras las elecciones del 28-M y con la vista puesta en las generales del 23 de julio, El Confidencial celebró el pasado miércoles su segundo Consejo Editorial del año. En este encuentro, que busca analizar las claves de la actualidad de la mano de voces autorizadas en cada uno de los temas que marcan la agenda informativa, se debatió sobre los resultados de los comicios municipales y autonómicos, las líneas que guiarán la nueva campaña electoral, y el papel de España en la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea.

Este Consejo Editorial, presidido por José Antonio Zarzalejos, contó con la presencia de José Antonio Sánchez, presidente ejecutivo y editor de El Confidencial; Nacho Cardero, director del periódico; los directores adjuntos Carlos Sánchez, Ángel Villarino y Miquel Roig; Rebeca Fernández, redactora jefa; Esteban Hernández, jefe de opinión; Ignacio Varela, analista de El Confidencial, consultor político y experto en estrategias electorales y análisis de la opinión pública; Ramón González Férriz, periodista y columnista del diario; Fernando Abril-Martorell, expresidente de Indra; y Aurora Nacarino-Brabo, periodista y columnista del periódico.

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Respecto a las elecciones del 28-M, Ignacio Varela arrancó su intervención con una panorámica sobre los resultados, que reflejan la transformación del voto en España y los indicadores sobre la próxima cita con las urnas. En concreto, señaló que el PP ha aumentado cerca de dos millones de votos, mientras que el PSOE ha perdido en torno a medio millón, especialmente en los grandes núcleos urbanos, y solo ha experimentado una subida en Cataluña. En conjunto, el bloque de izquierdas ha perdido alrededor de dos millones, ya que las formaciones a la izquierda del PSOE se han dejado casi 1,5. Por su parte, Vox ha cosechado el doble de votos, 800.000, en cuatro años. En número de concejales, el partido de Feijóo ha ganado más de 2.500 con respecto a los anteriores comicios y el de Sánchez ha visto evaporarse unos 2.000.

Varela: "Hay un dominio electoral de la derecha sobre la izquierda y no hay razón para pensar que esto se pueda invertir en los próximos meses"

En las 80 ciudades más importantes, el PSOE ha pasado de controlar 43 alcaldías a 20, frente al PP, que antes del 28-M gobernaba en 14, y ahora cuenta con 34. En este vuelco electoral, Varela destacó el calado que ha tenido en Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía. En lo que se refiere a los gobiernos autonómicos, los socialistas han ganado en tres, frente a los nueve que ostentaban antes del pasado domingo, mientras que los populares han crecido hasta nueve, además de contar ya con la mayoría de las diputaciones.

Por ello, el resultado de las urnas dibuja una hegemonía del poder territorial del partido de Feijóo para los próximos cuatro años. "Hoy en España hay un claro dominio electoral de la derecha sobre la izquierda y no hay razón para pensar que esto se pueda invertir en los próximos meses", apuntó el experto en estrategias electorales y análisis de la opinión pública, quien señaló además una "aguda crisis de credibilidad del presidente y el rechazo a su política", así como el abandono del "territorio de la centralidad" por parte de su formación.

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En un contexto social en el que se ha detectado el "malestar de las clases medias por el empobrecimiento o la sensación de abandono", a juicio de Varela, el PSOE ha ejecutado una campaña electoral "incomprensible" que ha renunciado a la fortaleza que representaban sus alcaldes y gobiernos autonómicos.

La nueva cita con las urnas

Menos de 24 horas después de la ola azul, el presidente del Ejecutivo anunció la convocatoria de comicios generales, una decisión que Varela resume en una frase: "Ante la adversidad, envido más". En su opinión, el movimiento de Sánchez pretende evitar "males mayores": el examen crítico en el seno del PSOE y la "inminente" quiebra de la mayoría parlamentaria (ERC y PNV). Con ello, el líder socialista también buscaría salvar el resultado de su formación a costa de Unidas Podemos y asentar "una oposición fuerte" para la próxima legislatura. "Ha preferido un periodo corto de confrontación en lugar de seis meses de periodo continuado", consideró Varela, para quien la convocatoria de julio es una "buena decisión" para el país.

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¿Cabe la posibilidad de un cambio de orientación en el voto antes de acudir de nuevo a las urnas? Para el consultor político, no solo "nada de lo estructural" se transformará en estos dos meses, sino que más bien se intensificará la tendencia mostrada en las autonómicas y municipales. "El resultado del 28-M refleja un debilitamiento operativo del PSOE, especialmente en los territorios clave: Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha, hay una desmovilización orgánica", valoró.

El movimiento de Sánchez pretende evitar "males mayores": el examen crítico en el PSOE y la "inminente" quiebra de la mayoría parlamentaria

Según el barómetro flash de IMOP para El Confidencial publicado el pasado miércoles, el bloque de la derecha estaría 20 escaños por encima de la mayoría absoluta (176) con los 144 diputados del PP y los 52 de Vox. Por su parte, el PSOE volvería a estar por debajo de la barrera de los 100 y la plataforma de Yolanda Díaz, apenas convencería al 10,2% de los electores, lo que se traduciría en 25 representantes (incluyendo en Sumar a Podemos junto con el resto de fuerzas a la izquierda de los socialistas). Este bloque obtendría 118 escaños, 26 menos de los que lograría el PP, y 76 por debajo de la derecha. Vox repetiría los 52 asientos de 2019, pero con mayor porcentaje de voto.

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Ante estas previsiones, Varela vaticinó una campaña electoral socialista "dura, sucia y trumpista" ante un PP cuya mejor baza es la de "mantener la serenidad".

España en Europa

Las elecciones generales tendrán lugar días después de que España asuma la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea. González Férriz explicó que este rol tiene "una función relativamente rutinaria y técnica", ya que el país que ejerce ese papel se encarga de "coordinar la agenda", pero no tiene una función ejecutiva que "pueda establecer esa agenda". "Los países suelen utilizarla políticamente en mayor o menor grado. Pero el Gobierno de Pedro Sánchez, probablemente, ha ido un poco más allá y, antes de las elecciones, quiso convertirla en una especie de emblema de su europeísmo, su capacidad tecnocrática y su influencia en el exterior. Ha puesto mucho más énfasis en ese acontecimiento de lo que es habitual", destacó.

A su juicio, buena parte de los objetivos del Ejecutivo español consistían en "impulsar cuestiones abiertas de la agenda legislativa europea", algunas de ellas muy relevantes: se trabaja en la redefinición de las reglas fiscales de la UE, la reforma del mercado eléctrico o del sistema migratorio. Además, en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de agosto en Toledo, Albares tenía previsto proponer el fin de la toma de decisiones por unanimidad en la UE para impedir el bloqueo político de países en plena deriva antiliberal como Hungría y Polonia.

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No obstante, González Férriz consideró que el elemento más destacado de la presidencia española estaría en "su énfasis en estrechar las relaciones con América Latina", donde la presidencia española contaría con "rasgos singulares". En un momento en el que China está aumentando su presencia en América Latina, que dispone de materias primas como el litio que serán claves en el futuro, "incluso países como Alemania o Francia querían reforzar las relaciones con América Latina, pero España quiere utilizar la presidencia para impulsarlo, y de hecho una de las cumbres más importantes será con la CELAC (la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), en Bruselas el 17 y el 18 de julio".

González Férriz: "Más allá del relieve político que ha querido darle el Gobierno español, se trata de una presidencia más técnica que ejecutiva"

España quería promover incluso el acuerdo comercial de la UE con Mercosur, que lleva tiempo estancado ante las reticencias de países como Francia (que busca proteger su sector agrícola) y de partes de la economía del cono sur, que se resisten a competir con las empresas europeas en sectores como el automóvil. "Es difícil que se llegue a un acuerdo, pero demuestra la ambición española en esta presidencia", argumentó.

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La pregunta clave es si las elecciones en España varían esta planificación. Para González Férriz "no demasiado". "Más allá del relieve político que ha querido darle el Gobierno español, se trata de una presidencia más técnica que ejecutiva, por lo que no cabe esperar que un cambio de Gobierno altere demasiado las prioridades, que vienen dadas por la coyuntura". En su opinión, el PP podría variar "el énfasis" en algunas cuestiones: "Quizá sea un poco menos partidario de relajar mucho las reglas fiscales, o de cambiar las reglas acerca de la unanimidad. Pero nada cambiaría de manera radical ni supondría, en caso de que hubiera un cambio de Ejecutivo, un riesgo para la credibilidad española", concluyó.

Por último, el Consejo Editorial, tras valorar las actuales circunstancias políticas, sociales y económicas, se reafirmó en los principios que le caracterizan: el rigor y la serenidad para contribuir al fortalecimiento del sistema institucional y a las libertades constitucionales.