Es noticia
Los canarios se han ido a la cama girando al centroderecha
  1. España
  2. Islas Canarias
Con siete puertas

Los canarios se han ido a la cama girando al centroderecha

El retroceso de dos de los tres socios del socialista Ángel Víctor Torres, Nueva Canarias (NC) y Podemos, deja al presidente sin apenas margen para intentar su reelección

Foto: El candidato de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, sigue los resultados electorales. (EFE/Ramón de la Rocha)
El candidato de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, sigue los resultados electorales. (EFE/Ramón de la Rocha)

Quedan décimas por contabilizar, y también conocer en qué medida el voto de los emigrantes provoca que algún escaño cambie de color. Habrá que esperar algunos días para que el puzzle termine de coger forma, pero Canarias se ha ido a la cama girando al centroderecha. El electorado deja al bloque de las izquierdas sin la posibilidad de contar con una mayoría y cede a Coalición Canaria y PP la iniciativa para formar Gobierno —o, yendo más allá, para intentar trasladar un acuerdo en el Ejecutivo autonómico a cabildos y ayuntamientos—. El retroceso de dos de los tres socios del socialista Ángel Víctor Torres, Nueva Canarias (NC) y Podemos, deja al presidente sin apenas margen para intentar su reelección. Los morados salen por una puerta y Vox sube a escena no solo en el ámbito parlamentario sino en las corporaciones locales.

Quienes han acompañado a Torres estos últimos cuatro años en el Gobierno regional le han amargado la victoria al PSOE, y a Torres. La debacle de los morados y el retroceso de NC dejan al presidente con CC y PP al saque para ganar una bola de partido, con nacionalistas y populares sumando treinta y cinco de los setenta diputados que conforman la Cámara, a los que posiblemente se añadirá el escaño de los herreños de AHI e incluso los tres diputados de la Agrupación Socialista Gomera —más que probable socio en una mayoría alternativa a la actual—.

Foto: Preparativos electorales en Tenerife. (EFE/Ramón de la Rocha)

Los socialistas han obtenido buenos resultados en muchas plazas insulares o municipales, particularmente en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. En muchos ayuntamientos y cabildos ganan o logran un amplio apoyo, pero sin garantías o incluso sin opciones de ser gobierno. Ganar no siempre implica gobernar. En muchos casos el PSOE es la lista más votada, pero no tiene con quien sumar para ser mayoría. Victorias amargas.

Con el telón del recuento terminando de caer se ha despejado el jardín de dudas que ha acompañado al PSOE canario durante los últimos meses. Sobre algunas flores del pacto de las flores se han precipitado a plomo los malos augurios: han marchitado, y de qué manera. Su retroceso electoral hace que el jarrón que ha acogido al Ejecutivo regional durante el último cuatrienio haya caído al suelo de los resultados insuficientes. A diferencia de las flores que dieron por finalizado un amor adolescente de Antonio Gala, las urnas han sentenciado que las de Ángel Víctor Torres eran flores de verdad, expuestas a los zarpazos de los tiempos electorales, perecederas.

Fue hace años, en televisión. El dramaturgo, que ayer dijo adiós, contó que siendo adolescente acompañó a su novia a casa para conocer a sus padres. Mientras esperaba, en el recibidor, observó un jarrón con flores, colorido, y vistoso. Gala no pudo resistirse y se acercó a olerlas. Horrorizado, comprobó que eran de plástico. La sensibilidad del dramaturgo sufrió una sacudida, herida de muerte que llevó a Gala a salir corriendo y no volver jamás, ni a la casa ni a la novia. En una casa donde las flores mienten no puede fluir la vida ni el buen gusto, debió pensar el poeta. Es una forma de leer el futuro, hay otras. Quizá los poetas no conciban un mundo donde los jardines sean plastificados. Tal vez los románticos solo quieran conjugarse si las flores sonríen o lloran como lo hacen los enamorados; pero la política es otra cosa, otras texturas y sensibilidades. Las mayorías parlamentarias prefieren flores de plástico, capaces de convivir sin despeinarse con el mal tiempo, concebidas para pasar de largo cuando las olas de frío, calor o centroderecha dejan su huella en las urnas.

Foto: El candidato del PSOE a la reelección como presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres. (EFE/Ángel Medina G.) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
Del poliamor y otras ecuaciones abiertas
Jaime Pérez-Llombet

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, lleva meses preguntándose si sus flores —los socios del denominado pacto de las flores— son de verdad o de plástico. Torres, secretario general del PSOE en las Islas, ha pasado la campaña observándolas como Gala hizo en la casa de los suegros que no llegaron a serlo, diciéndose cómo se comportarían electoralmente Nueva Canarias (NC) y Unidas Sí Podemos, dos de las cuatro flores —porque la otra, la tercera, Agrupación Socialista Gomera (ASG), es una flor de uranio, no falla, ni se desvanece, no necesita fotosíntesis—. Ángel Víctor Torres necesitaba flores de plástico para despertar al día después de la jornada electoral, sabiéndose reelegido. Si las flores del pacto de las flores cruzaban el río sin ahogarse, al actual presidente únicamente le correspondería llevar a cabo algunos retoques, sin prisas, con la serenidad quirúrgica del cuidador de bonsáis. Esa fue la duda durante la campaña, confirmar (o no) que las flores que han acompañado estos cuatro años al presidente se marchitarían como las flores que no encontró Antonio Gala o si, por el contrario, el plástico fino abriría las puertas a una reedición del acuerdo de Gobierno de la última legislatura, manteniendo a Coalición Canaria y Partido Popular en la oposición. En una rosa caben todas las primaveras —dijo Gala—. En un jarrón deben caber tantas rosas como hacen falta para contar con una mayoría suficiente en la Cámara regional.

El 28-M partió de esa casilla de salida en el archipiélago. Si PSOE, NC, Podemos y AGS sumaban lo suficiente, la reedición del pacto desplazaría el grueso de las negociaciones postelectorales a cabildos y ayuntamientos. Con los socialistas tirando bien en las encuestas y los tres escaños de Agrupación Socialista Gomera garantizados, solo un retroceso de NC y de los morados frustraría el plan A —así reconocido por el propio Torres— activándose el protocolo de una mayoría alternativa impulsada por Coalición Canaria y PP.

Foto: Varios jugadores de la U.D. Las Palmas celebran el gol del empate ante el Cartagena el pasado fin de semana. (EFE/Marcial Guillén) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
Cuando goles y papeletas pasan juntos el fin de semana
Jaime Pérez-Llombet

Ya a media tarde los tambores de un hipotético giro a la derecha en buena parte del país empezaron a contaminar los ánimos y las paredes de las sedes de los principales partidos. Claro que Canarias es diferente. El mapa en las Islas es distinto y, si bien las olas no pasan de largo, las cuentas y recuentos atienden en el archipiélago a operaciones poco estandarizadas. Parece que el PP está arrasando en muchos ayuntamientos de las grandes ligas y que el electorado está castigando a las izquierdas —repetían muchos mensajes que circularon según avanzaba la tarde—. Sondeos. Soplos. Rumorología que la noche fue confirmando o desmintiendo.

Con estos resultados, los partidos con pocas o ninguna opción de formar parte del Gobierno de Canarias intentarán compensarlo yendo a cuchillo en las negociaciones que poco después de cerrar los colegios echaron a andar, con la mirada en cabildos y ayuntamientos. Perder el poder en el ámbito autonómico —o no conservarlo, en su caso— obliga a los principales dirigentes a salvar los muebles intentando amarrar el poder en las corporaciones locales. Cuando a Antonio Gala le contaron el dificilísimo camino de espinas al que lo obligaría la enfermedad que finalmente se lo ha llevado, el dramaturgo lo describió con su habitual maestría. Voy a una guerra en la que soy el campo de batalla, sentenció. Las urnas han puesto al día las preferencias del electorado. Ahora toca a los negociadores de los principales partidos irse a una guerra en la que ellos serán el campo de batalla. Con Vox debutando en algunas instituciones —sembrando dudas sobre el guion que ejecutará— en el aire queda saber a cuántas corporaciones alcanzará la onda expansiva del más que previsible pacto en el Ejecutivo regional.

Quedan décimas por contabilizar, y también conocer en qué medida el voto de los emigrantes provoca que algún escaño cambie de color. Habrá que esperar algunos días para que el puzzle termine de coger forma, pero Canarias se ha ido a la cama girando al centroderecha. El electorado deja al bloque de las izquierdas sin la posibilidad de contar con una mayoría y cede a Coalición Canaria y PP la iniciativa para formar Gobierno —o, yendo más allá, para intentar trasladar un acuerdo en el Ejecutivo autonómico a cabildos y ayuntamientos—. El retroceso de dos de los tres socios del socialista Ángel Víctor Torres, Nueva Canarias (NC) y Podemos, deja al presidente sin apenas margen para intentar su reelección. Los morados salen por una puerta y Vox sube a escena no solo en el ámbito parlamentario sino en las corporaciones locales.

Noticias de Canarias Elecciones municipales y autonómicas
El redactor recomienda