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El PP barre, el PSOE pierde poder, Vox se consolida y Podemos cae en la irrelevancia
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ELECCIONES MUNICIPALES Y AUTONÓMICAS

El PP barre, el PSOE pierde poder, Vox se consolida y Podemos cae en la irrelevancia

Con el 100% escrutado, el mapa electoral ofrece una nueva realidad política. El PP se ha comido ya definitivamente a Ciudadanos y el PSOE tiene un grave problema con su izquierda, que ha caído en la irrelevancia

Foto: El candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, comparece tras los resultados. (EFE/Kiko Huesca)
El candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, comparece tras los resultados. (EFE/Kiko Huesca)
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La política municipal y autonómica se acostó la noche del sábado teñida de rojo, en el sentido figurado del término, y se ha levantado con el color azul del Partido Popular. Pero el menú del desayuno ha sido el no previsto: elecciones adelantadas el 23 de julio. Victoria sin paliativos de los conservadores y disolución de las Cortes.

El PP es el partido con más concejales (23.412), el que gobernará en la mayoría de las comunidades autónomas y, de largo, es el que más crece. Vox se asienta cómodamente como la tercera fuerza política y el mundo de Unidas Podemos cae en la irrelevancia tanto en las municipales como en las autonómicas, donde desaparece en algunos parlamentos como el de Madrid o la Comunidad Valenciana. El PSOE pierde feudos importantes y el Gobierno de coalición amenaza con entrar en barrena.

¿La causa de este movimiento sísmico? La liquidación por derribo de Ciudadanos, que en 2019 fue la tercera fuerza política en la mayoría de los territorios, pero cuatro años más tarde ha consumado su irrelevancia política. O, expresado de forma numérica: los casi dos millones de votos que logró Ciudadanos aquel año se han esfumado y prácticamente en su totalidad han ido al partido de Núñez Feijóo, que con el 100% de las papeletas escrutadas ha logrado 7.046.634 votos. Ha ganado, en concreto, 3.048 concejales en el conjunto del país.

Foto: Isabel Díaz Ayuso, José Luis Martínez-Almeida y Alberto Núñez Feijóo saludan desde el balcón de Génova tras conocer los resultados electorales en Madrid. (EFE/Juanjo Martín)

Otro dato lo confirma: los 2.787 concejales que logró Ciudadanos en 2019 (el 8,81%) se han quedado en 392. La gran mayoría de esos ediles se han ido al PP y en un porcentaje mucho menor a Vox, que cuenta hoy con 1.695 concejales, tres veces más de los que tenía hace cuatro años.

En el caso del PSOE, su derrota no tiene que ver con un desplome de sus resultados anteriores, se ha quedado a 757.725 votos del PP, y, de hecho, ha mantenido o subido en algunas plazas relevantes, como la Comunidad de Madrid, tanto en las autonómicas como en las municipales, sino que, precisamente, sus pobres resultados tienen que ver con que ha sido incapaz de capitalizar los dos millones de votos que se ha dejado Ciudadanos. De hecho, y respecto a 2019, ha perdido 1.557 concejales, lo que significa que se ha dejado el 7% de sus ediles.

La ventaja del PP

La gran ventaja del PP –—allí donde no ha logrado mayoría absoluta— es que cuenta con Vox para gobernar en la Comunidad Valenciana, La Rioja, Cantabria y Aragón; mientras que el drama del PSOE es que a su izquierda está la nada. Más Madrid ha mantenido por los pelos (27 diputados en la Asamblea) su posición como segunda fuerza política, pero ahora se encuentra con un PSOE más fuerte (también 27 diputados) tanto en la comunidad como en el Ayuntamiento. En el Ayuntamiento de la capital, las cosas le han ido mucho peor al partido de Íñigo Errejón, que ha pasado de 19 concejales a 12 con la misma candidata: Rita Maestre, que no ha ganado en ningún distrito de la capital.

Algo parecido ha ocurrido en la Comunidad Valenciana, donde Compromís ha retrocedido (-2 diputados), al igual que En Comú Podem, en este caso en la ciudad de Barcelona, donde la todavía alcaldesa, Ada Colau, ha quedado tercera.

Esto es importante porque se trata de las tres formaciones aliadas de Yolanda Díaz, cuya fortaleza electoral es clave para que el PSOE pueda gobernar en las próximas elecciones generales del 23 de julio. Si se caen los socios de los socialistas, las probabilidades para que gobierne el PP se multiplican. El hecho de que Podemos haya perdido en la Asamblea de Madrid sus 10 diputados al no alcanzar el 5% de los votos refleja con claridad el drama electoral que vive la izquierda a la izquierda del PSOE, que, como se ha dicho, ha caído en la irrelevancia política, con las consecuencias que ello tiene también desde el punto de vista económico.

Esta, de hecho, es la principal conclusión del 28-M. El PP podrá gobernar en muchos territorios, incluso, sin necesidad de apoyarse en Vox, pero el PSOE ni siquiera con sus compañeros de viaje de la actual legislatura podría formar Gobierno en unas próximas generales, salvo que vuelva a practicar una política más transversal, lo que no parece probable en el actual contexto. La política de bloques, por decirlo de alguna manera, le ha salido cara al PSOE, que no ha encontrado apoyos a su derecha pese al derrumbe de Ciudadanos.

Foto: Irene Montero junto a la candidata a la Comunidad de Madrid, Alejandra Jacinto. (EFE/Fernando Villar)
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A la luz de lo que ha pasado este 28-M en las municipales, que son lo más parecido a unas elecciones generales debido a que se han celebrado en el conjunto del territorio, la situación de partida es la siguiente. Con el 100% escrutado, el PP obtiene el 31,5% de los votos en las municipales, algo más de siete millones de papeletas, es decir, un 50% más que hace cuatro años. El PSOE, por el contrario, ha logrado, también en las elecciones locales, un 28,11%, prácticamente lo mismo que el 28% que obtuvo en 2019 y 6,25 millones de votos.

Tres puntos, tres

La distancia entre una y otra fuerza es, por lo tanto, de algo más de tres puntos porcentuales, una diferencia que puede parecer pequeña, pero que, en términos electorales, es muy relevante porque el primero se lleva la prima que dan los restos al aplicarse la regla D'Hondt al ser las circunscripciones provinciales. Y, si le faltan votos al PP, siempre puede tirar de Vox, que se consolida como tercera fuerza política con más de 1,6 millones de votos en las municipales y algo más del 7% de las papeletas válidas.

El partido de Abascal, es más, pasa de 47 a 119 diputados regionales y tendrá la llave de la gobernabilidad en lugares muy significativos como la Comunidad Valenciana o Aragón, además de ciudades como Sevilla, Zaragoza o Valencia. La clave estará en si el PP acepta gobernar en coalición con Vox, como pretende la dirección de este partido, o el PP lo rechazará aun a costa de perder poder. Liquidado Ciudadanos, el objetivo de Feijóo será ahora desgastar electoralmente a Vox, que ya se convierte en el único adversario en la derecha.

Es decir, justo lo contrario que el PSOE, que solo ha visto crecer a su aliado más polémico, EH Bildu, que durante una semana fue el centro de la campaña electoral a cuenta de exterroristas incluidos en sus listas.

La formación abertzale, que ha obtenido los mejores resultados desde su nacimiento, en 2011, ha logrado más de 366.202 votos que se han traducido en 1.399 concejales. Incluso bastante por encima del PNV, que en las municipales se ha quedado a 43.649 votos de EH Bildu, que hoy, a nivel nacional, y pese a que solo se presenta en Navarra y País Vasco, es la sexta fuerza política con mayor número de concejales. Se convierte, incluso, en la primera fuerza política de Vitoria-Gasteiz, aunque su candidata, Rocío Vitero, dependerá de otras formaciones para gobernar.

Foto: Juan Karlos Izagirre, Rocio Vitero y Arnaldo Otegi celebran los resultados electorales. (Europa Press/Unanue)
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Un último dato refleja lo que ha sucedido en las municipales. El partido Popular ha obtenido 462 mayorías absolutas y, por lo tanto, podrá gobernar en solitario, mientras que ha logrado 1.460 mayorías relativas. El PSOE, por su parte, ha conseguido una mayoría absoluta en 437 municipios y 1.279 relativas. Los dos partidos centrales del sistema político, por lo tanto, mantienen una posición hegemónica en el 45% de los 8.131 municipios españoles y en todas las comunidades autónomas, salvo Cataluña y el País Vasco.

La política municipal y autonómica se acostó la noche del sábado teñida de rojo, en el sentido figurado del término, y se ha levantado con el color azul del Partido Popular. Pero el menú del desayuno ha sido el no previsto: elecciones adelantadas el 23 de julio. Victoria sin paliativos de los conservadores y disolución de las Cortes.

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