Imbroda arrasa en Melilla tras el hundimiento de CpM por la compra de votos

Juan José Imbroda volverá a ser presidente de Melilla. El candidato popular, que ya presidió la ciudad autónoma entre 2000 y 2019, ha arrasado en los comicios con un 53% del voto, 14 escaños y una rotunda mayoría absoluta. La victoria no responde solo al mérito de los conservadores, que crecen con fuerza con respecto a 2019, sino al desplome histórico de Coalición por Melilla, el partido involucrado en la compra de votos.

Los resultados de CpM son los peores desde 1995. Con respecto a las últimas elecciones, el partido islámico ha perdido casi la mitad de su cuota electoral. De ocho concejales pasan a cinco, y de disputarse el liderazgo con el PP, han pasado a estar cerca de sufrir el sorpaso del PSOE. Detrás de estos datos hay dos claves. La primera, los 5.800 votos por correo anulados. Son, a grandes rasgos, los apoyos que le faltan para alcanzar las cifras de los últimos comicios, lo que abona la teoría de que la mayor parte de los sufragios bajo sospecha iba dirigida a CpM.

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Alfredo Pascual. Melilla

Por otra parte, tampoco ha ayudado a la coalición progresista haber estado repitiendo durante los últimos días su intención de impugnar las elecciones. Se trata de un hecho que ha desincentivado a sus votantes, en tanto que no tiene sentido participar en un proceso que, según los de Mustafá Aberchán, está abocado a repetirse.

A la Asamblea también se sumarán otros cinco concejales, tres del PSOE, dos para Vox y uno para Somos Melilla.

Pocos incidentes

La jornada electoral ha sido especialmente tranquila en la ciudad autónoma. El despliegue especial de fuerzas de seguridad, que movilizó a 650 agentes, incluyendo Policía Nacional, Municipal y Guardia Civil, desalentó cualquier intento de revuelta. Se temía que, tras una campaña embarrada, repleta de acusaciones cruzadas entre partidos, los allegados a CpM tratasen de desvirtuar la llamada fiesta de la democracia, algo que finalmente no ha sucedido.

De hecho, desde el Gobierno regional indican que se han producido menos incidencias que en las pasadas elecciones. La Policía ha identificado a tres ciudadanos que estaban a las puertas del colegio León Solá, en el barrio de la Cañada de Hidum, un barrio de mayoría musulmana, acusados de compra de votos. Se les ha incautado una pequeña cantidad de dinero, en torno a 500 euros, pero no han sido detenidos. No obstante, esto no significa que no se les acuse de delito electoral en los próximos días.

Además, algunos votantes que pidieron el sufragio por correo han intentado votar presencialmente con una autorización falsa. Cuando las fuerzas de seguridad han comenzado a identificarlos, de súbito han dejado de aparecer con la autorización, que presumía de estar firmada por la delegada del Gobierno. Por último, un ciudadano ha conseguido introducir un sobre en las urnas a pesar de que ya había votado por correo. Al tratarse de un solo sufragio, desde la Junta Electoral de la zona se ha tomado la decisión de seguir adelante sin tomar medidas.