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El partido islámico embarra el final de campaña: la culpa es del PP, de Sánchez y del racismo
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ACUSADOS DE COMPRA DE VOTOS

El partido islámico embarra el final de campaña: la culpa es del PP, de Sánchez y del racismo

Coalición por Melilla, asediado por las acusaciones de compra de votos, emprende el ataque contra sus rivales políticos a dos días de la cita con las urnas

Foto: Mustafá Aberchan, durante el cierre de campaña de CpM. (A.P.)
Mustafá Aberchan, durante el cierre de campaña de CpM. (A.P.)
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La Plaza de Armas es la joya de Melilla. Situada en el corazón de la ciudad amurallada, aquí se acantonaron las fuerzas del Duque de Media Sidonia en el otoño de 1497, en los estertores de la Reconquista. Armados hasta los dientes, los soldados españoles esperaron una respuesta del Reino de Fez que nunca llegó y, desde entonces, cada 17 de septiembre es el lugar donde los melillenses celebran la anexión de la primera plaza africana a la corona española.

En un escenario con tanta carga simbólica ha cerrado la campaña Coalición por Melilla, el partido islámico acusado de comprar votos. Pero los tiempos han cambiado y entre el público pueden verse tantos hiyabs como banderas de España. "Nos han acusado de ser antipatriotas, cuando somos los más españoles de Melilla", arrancó el mitin Mustafá Aberchán, histórico líder de CpM. "Sabemos que el PP juega sucio, por eso os pido que comprobéis los sobres de voto que tengáis. No os fieis de nadie", continuó el expresidente de Melilla, ahora inhabilitado por un caso de compra de votos en 2008.

placeholder Aberchán, en un momento del cierre de campaña. (A.P.)
Aberchán, en un momento del cierre de campaña. (A.P.)

Es el final de una campaña embarrada por el escándalo de compra de votos. Y CpM, los únicos señalados por la investigación policial, ha optado por encender el ventilador para dispersar las culpas entre el resto de partidos. "Están intentando que a los ciudadanos no les quede claro quién está comprando votos y quién no", dice un cargo del Partido Popular en la región.

Con solo dos días por delante antes de llegar a las urnas, ya no caben estrategias conservadoras. Si esto fuera un partido de fútbol, CpM sería un equipo metido debajo del larguero despejando balones a la grada. "Ya no tienen otra forma de defenderse que atacándonos", continúan desde el PP.

Así, durante los últimos días, el primer partido progresista de la región ha culpado a todos los estamentos y rivales imaginables: desde el Gobierno central al racismo, pasando por el PP y, en especial, su líder Juan José Imbroda.

Foto: Agentes de la Policía Nacional frente a la oficina de Correos de Melilla. (EFE/Paqui Sánchez)

Fue Mustafá Aberchán el primero en abrir fuego el pasado domingo. En un acto público, acusó a la delegada del Gobierno en Melilla, la socialista Sabrina Moh, de emprender una cacería contra su formación. Según su relato, una fuente policial le avisó de que se estaba cocinando un ataque contra CpM a pocos días de los comicios con el objetivo, expresó Aberchán, de apear a su partido de la carrera por el gobierno local. "Alguien que pertenece a las FyCSE, nos informó de que la delegada del Gobierno pidió a las FyCSE que persiguieran a CpM y detuvieran a su presidente", dijo en rueda de prensa.

El ataque recibió respuesta desde Madrid. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, consideró horas después que las acusaciones de Aberchán "son absolutamente graves y demuestran su total desconocimiento de cómo funciona un estado de derecho". Además, la delegada ha amenazado con tomar medidas legales contra Aberchán si no rectifica, algo que no parece que vaya a suceder.

El objetivo de las críticas cambió hace un par de días, coincidiendo con la detención de Felipe Heredia por presunta compra de votos. Heredia, a diferencia de la red que está investigando la Udyco, se hacía con los sufragios y los ofrecía a los distintos partidos por una sustancial cantidad de dinero. En esta línea, Heredia acusó a Juan José Imbroda, presidente de la región durante casi dos décadas, de haber participado en la compra de votos.

Dunia Almansouri, deslizó en una rueda de prensa que se había detenido "a una persona cercana al PP con 200 sobres de voto"

Como réplica, Imbroda publicó un polémico audio de WhatsApp en el que se podía escuchar a Heredia quejarse de que en el PP no le "hacían caso" cuando intentaba reunirse con el partido para ofrecerles su mercancía.

No quedó ahí la cosa: anteayer, la candidata de CpM, Dunia Almansouri, deslizó en una rueda de prensa que se había detenido "a una persona cercana al PP con 200 sobres de voto". Desde la Policía desmienten este extremo, señalando que el único político detenido es Mohamed Ahmed Al-lal, de CpM, mientras que el resto, otras once personas, pertenecen al entorno del partido islámico. Según los investigadores, en estos momentos no hay ningún indicio que implique a PP o PSOE en la compra de votos de Melilla.

Por si no fuera suficiente, Ernesto Osuna, abogado de CpM contratado para la ocasión, se dirigió ayer a los medios para denunciar una campaña de racismo contra la formación islámica. "Se está manipulando el proceso electoral desde la instrumentalización de la Justicia", explicó Osuna, que considera que "se están persiguiendo conductas delictivas o a personas por su filiación, credo, origen racial o apellidos".

placeholder La candidata de Coalición por Melilla (CpM), Dunia Almansouri. (A.P.)
La candidata de Coalición por Melilla (CpM), Dunia Almansouri. (A.P.)

Para el abogado, la operación policial responde a una estrategia mediática concebida para laminar las posibilidades de CpM, que llega a los comicios en situación de empate técnico con el Partido Popular.

Con estas tres excusas, desde la coalición adelantan que, sea cual sea el resultado, impugnarán las elecciones ante la Junta Electoral y pedirán su repetición dentro de unos meses. Un movimiento que ha hecho levantar la ceja a más de uno, dado que la sanción de Aberchán para el sufragio pasivo termina este verano y podría estar disponible para una hipotética repetición electoral.

La Plaza de Armas es la joya de Melilla. Situada en el corazón de la ciudad amurallada, aquí se acantonaron las fuerzas del Duque de Media Sidonia en el otoño de 1497, en los estertores de la Reconquista. Armados hasta los dientes, los soldados españoles esperaron una respuesta del Reino de Fez que nunca llegó y, desde entonces, cada 17 de septiembre es el lugar donde los melillenses celebran la anexión de la primera plaza africana a la corona española.

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