Núñez Feijóo conjura la 'maldición' del balcón de Génova y habrá foto con Díaz Ayuso
La dirección estudia todavía si colocar el andamio en la fachada en la sede nacional, pero apuesta por una imagen con Ayuso y Almeida el domingo para enterrar la estampa del 4-M con Casado y Egea
El PP ultima ya los preparativos para la noche electoral. Las expectativas vuelan alto después de la inyección de euforia que recibió Feijóo en Valencia, y la dirección nacional se prepara para vender como un éxito los resultados del 28-M. El líder nacional seguirá los resultados junto a su equipo en Génova 13, que también es el hogar del PP de Madrid. La dirección no ha decidido todavía si colocará el ya conocido como balcón de las victorias, aunque todo apunta a que dará luz verde definitivamente si los últimos trackings internos confirman una evolución favorable en los últimos días de campaña. Lo que sí tienen claro en la cúpula es que, si hay balcón, habrá foto con Ayuso. Y con Almeida. Sin imposiciones. Pero con unidad.
No es una cuestión baladí, si se tiene en cuenta que la última vez que el PP montó el andamio en la fachada de Génova vino con polémica. La tensión entre Casado y Ayuso estaba ya en plena ebullición, y el entonces líder nacional trató de subirse al tsunami de la dirigente madrileña... y al balcón de las victorias. Los celos, los egos y las estrategias internas frustraron la pretendida imagen de unidad el 4 de mayo de 2021. Y Sol no tardó en denunciar cómo la anterior dirección maniobró aquella noche para robar protagonismo a la dirigente regional, a la que negaban al mismo tiempo la presidencia del PP de Madrid, pese a haber arrasado en las urnas.
El spin doctor de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, pidió al equipo de Pablo Casado que dejase a la madrileña tener un momento de gloria en solitario en lo alto del 13. No tuvo éxito. Al escenario no solo salió Casado, sino también el secretario general, Teodoro García Egea; el entonces presidente del PP de Madrid, Pío García-Escudero; su número dos, Ana Camins, y el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, entonces ungido portavoz nacional de Génova. Salvo el regidor, que logró saltar a tiempo, todos se subieron al barco de Casado cuando este naufragó menos de un año después. Ayuso no saboreó completamente su victoria hasta ese preciso momento.
El contexto es muy distinto ahora. En la actual dirección de Génova, reivindican que esa época acabó con la propia salida de Casado y huyen del marco de la polémica del balcón, que dura desde la última experiencia. Feijóo se propone acabar ahora con esa maldición. Los preparativos aún tienen que pactarse con la dirección regional, pero en el equipo del gallego dan por hecho que habrá foto de unidad, con Ayuso y Almeida. El dirigente no tiene inconveniente en dejar su cuota de protagonismo a la madrileña, sobre todo ante la posibilidad de que se alce el domingo con una mayoría absoluta. Entienden que ya lo demostró cuando le dio su lugar con la primera misión que ejecutó Feijóo cuando llegó a Génova: entregarle en bandeja de plata la corona del PP de Madrid.
Pero el líder nacional tendrá un papel protagonista en la noche electoral, con balcón o sin él. Explican en Génova que, a diferencia del 4-M, esta vez las elecciones afectan a todo el mapa nacional. No solo a Madrid. Y la sede nacional debe convertirse en centro neurálgico de la esperada victoria territorial. "Solo Ayuso y Almeida aparecen junto a Feijóo en los carteles electorales de la fachada, porque la sede está en Madrid. Pero el 28-M es de todos", zanjan.
En horas arranca la campaña electoral en la que los españoles van a escoger entre el sanchismo o el @ppopular.
— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) May 11, 2023
Nos mueven las ganas y la ilusión por servir a todos los ciudadanos.#EntreTodos vamos a devolver al PP el orgullo de ser la primera fuerza política en España. pic.twitter.com/BxQiAJojAp
Pese al optimismo, el PP se enfrenta el domingo a una noche electoral de alta tensión. En muchas autonomías y ayuntamientos clave, la balanza se inclinará a derecha o izquierda por un puñado de votos. "Será una noche de photo finish", sintetizan en el partido. En la Comunidad Valenciana, entendida como la joya de la corona este 28-M, los últimos trackings internos apuntan a una victoria ajustada para Carlos Mazón, cuya suma con Vox le otorgaría 52 escaños, frente a los 50 que pronostican para el bloque de la izquierda. En Aragón, puede repetirse un escenario parecido, mientras que las cosas se complican en autonomías como Castilla-La Mancha y Extremadura.
El discurso de Génova el domingo servirá para reivindicar cómo el PP logra "teñir el mapa de azul" y arregla la debacle que experimentó en 2019, independientemente de que finalmente logre o no gobernar en todos esos territorios. Esa será la siguiente página a abordar, pero no la noche electoral. A nivel municipal, los populares reconocen que el PSOE puede demostrar "su resistencia", pero esperan superar a los socialistas en número de votos y ayuntamientos, sea cual sea el margen final. En Madrid, podría chocar la victoria incontestable de Ayuso con el resultado final de Almeida. No obstante, las encuestas internas que manejan en Génova confían en que el alcalde sacará un mejor resultado del esperado, y que podría quedarse a uno o dos escaños de la mayoría absoluta.
Así las cosas, Feijóo no solo prevé compartir escenario con Ayuso el próximo domingo, sino que, como adelantó El Confidencial, cerrará la campaña electoral junto a la madrileña en la capital el próximo viernes. Con este calendario, Génova trata de enjuagar la última polémica que ha derivado en un choque de trenes interno, de nuevo con la presidenta madrileña como protagonista. El verso libre de la mandataria y su marcado discurso nacional provocan, en ocasiones, contradicciones evidentes con la estrategia de Feijóo. Esta semana tuvo a Bildu como protagonista: mientras Ayuso presiona para promover su ilegalización, en línea con Vox, Feijóo insiste en que es inviable jurídicamente. "Un brindis al sol", sintetizaban en la cúpula nacional.
En Génova, quitan hierro al último conflicto dialéctico con la mandataria. Lo que busca Feijóo es convertir la debilidad en fortaleza, y usar el discurso bronco —y discordante— de Ayuso como una oportunidad para llegar al votante de Vox que su perfil de hombre moderado no logra atraer. "Feijóo no se va a meter en las estrategias políticas de ningún presidente autonómico", zanjan en la dirección.
El PP ultima ya los preparativos para la noche electoral. Las expectativas vuelan alto después de la inyección de euforia que recibió Feijóo en Valencia, y la dirección nacional se prepara para vender como un éxito los resultados del 28-M. El líder nacional seguirá los resultados junto a su equipo en Génova 13, que también es el hogar del PP de Madrid. La dirección no ha decidido todavía si colocará el ya conocido como balcón de las victorias, aunque todo apunta a que dará luz verde definitivamente si los últimos trackings internos confirman una evolución favorable en los últimos días de campaña. Lo que sí tienen claro en la cúpula es que, si hay balcón, habrá foto con Ayuso. Y con Almeida. Sin imposiciones. Pero con unidad.
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