Es noticia
Los otros 'Gallardos' con los que Vox pretende condicionar gobiernos del PP tras el 28-M
  1. España
ELECCIONES AUTONÓMICAS Y MUNICIPALES

Los otros 'Gallardos' con los que Vox pretende condicionar gobiernos del PP tras el 28-M

Los de Abascal reservan fuerzas en campaña para echar el resto en las negociaciones posteriores a los comicios, donde se juegan ser decisivos en plazas clave y replicar el modelo de Castilla y León, su gran objetivo electoral

Foto: El candidato de Vox a la presidencia de la Generalitat, Carlos Flores. (EFE/M. Bruque)
El candidato de Vox a la presidencia de la Generalitat, Carlos Flores. (EFE/M. Bruque)

Vox ha diseñado una campaña de perfil bajo, sobria, sin fuegos artificiales. El partido ha multiplicado su radio de acción territorial con casi 2.000 listas, y allí creen que tienen un amplio margen de mejora respecto a 2019. Su apuesta es que doblarán el número de concejales y mejorarán sustancialmente en las autonomías. Pero su auténtico desafío no se sitúa el 28-M, sino que comienza justo el día después de las elecciones. Los de Abascal saben que se jugarán el tipo en la mesa de negociación, donde pelearán por lograr el objetivo que se han marcado a fuego desde el principio: replicar el modelo de Castilla y León y lograr entrar en otros gobiernos del PP. El planteamiento que hacen los ultraconservadores es que conseguir ahora esa meta facilitará a Santiago Abascal hacer lo propio con Alberto Núñez Feijóo, y pedir ministerios en un hipotético ejecutivo de derechas.

Si el resultado así lo permite, Vox no descarta incluso pedir la vicepresidencia al PP en algunos territorios. El precedente de Juan García-Gallardo en el ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco —donde los verdes cuentan también con otras tres consejerías— avala que no es un escenario tan lejano. Los de Abascal creen que, con las cifras en la mano, podrán sortear el veto de Génova y de los barones populares, que se abren a pactos con el partido situado a su derecha, pero solo en el ámbito programático, de forma puntual y sin ceder cuotas de poder. Los candidatos del PP escapan de la presión de Feijóo, que recomendó a sus dirigentes no intentar un gobierno con Vox si no ganan las elecciones. Si hay posibilidad de sumar, advierten en los territorios, negociarán. Sean o no primera fuerza. La presión sobre los candidatos del PP es alta. Si no consiguen gobernar, se abrirá inmediatamente el debate sobre su continuidad al frente de la marca en sus respectivos territorios.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Manuel Bruque)

Vox promete un juego agresivo una vez se cierren las urnas. Y el territorio donde tienen más claro que pueden aspirar a la vicepresidencia es la Comunidad Valenciana. El golpe de no gobernar en este territorio puede tener enormes consecuencias en el cuartel general de Génova. Es la joya de la corona, la "llave de la Moncloa" para el PP. Los de Abascal jugarán con esa baza para poner un precio alto a sus votos, y que Carlos Flores, el candidato de los ultraconservadores en este territorio, se alce como número dos del popular Carlos Mazón. Las cifras también le sonríen. Vox puede mejorar hasta cinco escaños, y hacerse con hasta 15 diputados, según los sondeos. El PP está en la horquilla de los 35. Y la mayoría absoluta está fijada en 50. El escenario está enormemente ajustado, y la izquierda también está en condiciones de revalidar el Botànic. Pero el entendimiento entre PP y Vox se estima fundamental para tener opciones de arrebatar al PSOE uno de sus grandes feudos.

"No va a haber ningún gobierno valenciano del PP sin Vox. Punto", aseveró Flores en una reciente entrevista para El Mundo. El elegido de Vox en la Comunidad Valenciana tiene un perfil con muchas aristas. Es un catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia, cónsul de Macedonia en la ciudad, y una cara conocida por su asidua colaboración con distintos medios de comunicación. Su perfil de buen orador se ve clave si llega la hora en que Vox quiera atar en corto a Mazón. Como García-Gallardo, Flores no llevaba mucho tiempo afiliado a Vox cuando Abascal se fijó en él. Pidió el carné verde en octubre de 2022, solo unos meses antes de que Vox oficializase su candidatura a la Generalitat. Tuvo una experiencia política en su juventud a bordo de la Fuerza Nueva del ultraderechista Blas Piñar. Es abiertamente contrario al aborto o la eutanasia, y tiene un talón de Aquiles: una condena por agresión machista en 2022, por ejercer violencia psíquica contra su expareja. "Me equivoqué", reconoció el candidato hace meses, cuando estalló la polémica.

placeholder El candidato de Vox a la Generalitat valenciana, Carlos Flores Juberías. (EFE)
El candidato de Vox a la Generalitat valenciana, Carlos Flores Juberías. (EFE)

El reparto de escaños podría sonreír también a Vox en Aragón, otro de los territorios donde los de Abascal plantean tensar la cuerda con el popular Jorge Azcón. Si las cifras son suficientes como para desbancar al socialista Javier Lambán, el PP se guarda un as en la manga: intentar negociar con Aragón Existe para limitar la influencia de Vox. Pero tiene un inconveniente: Tomás Guitarte ha cerrado frontalmente la puerta a participar en un acuerdo en el que también esté Vox, apoye desde dentro o desde fuera un eventual ejecutivo popular. El hombre fuerte de Vox en esta región hará valer los hasta seis escaños que pronostican los sondeos para el partido verde.

Vox ha apostado por perfiles desconocidos y procedentes de la vida privada para engrosar su red territorial, una estrategia con la que el partido buscó enmendar el "error de cálculo" de Macarena Olona en Andalucía. Y su candidato en Aragón no es una excepción. Alejandro Nolasco es un escritor y abogado en ejercicio en Teruel desde hace seis años y tiene vínculos con distintos medios de comunicación regionales, con los que colabora frecuentemente. Se afilió a la formación ultra a principios de 2019, y desde entonces ha desempeñado distintos puestos orgánicos regionales en la estructura regional.

placeholder El candidato de Vox a la presidencia de Aragón, Alejandro Nolasco (d); junto al líder del partido, Santiago Abascal. (EFE)
El candidato de Vox a la presidencia de Aragón, Alejandro Nolasco (d); junto al líder del partido, Santiago Abascal. (EFE)

La situación es muy similar en Baleares, uno de los territorios en los que el PP firma ya una victoria indiscutible de su candidata y exdiputada, Marga Prohens. Igual que en Aragón, Vox está en situación de doblar su resultado de 2019 y llegar a los 6 diputados, que de nuevo se estiman clave para que los populares puedan arrebatar al PSOE otra de sus plazas. El encargado de pilotar las negociaciones en las islas es Jorge Campos, que aspira por primera vez al Govern balear de la mano de Abascal y que ha convertido la lucha lingüística en uno de los pilares de su campaña. Licenciado en Derecho, este palmesano de 45 años ha colaborado con la FAES de Aznar y con asociaciones de víctimas del terrorismo, como el Foro de Ermua o la Asociación 11-M.

placeholder El candidato de Vox en las Islas Baleares, Jorge Campos. (EFE)
El candidato de Vox en las Islas Baleares, Jorge Campos. (EFE)

Vox está también en condiciones de ser determinante en Castilla-La Mancha, otra de las plazas clave que el PP aspira a arrebatar al PSOE. El posible compañero del popular Paco Núñez es David Moreno, que pelea por un doble objetivo: irrumpir por primera vez en las cortes regionales y, además, ser decisivo para un eventual gobierno de derechas que desaloje a Emiliano García-Page, un resultado que en estos momentos depende de un puñado de votos. Moreno es el actual portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Talavera de la Reina, donde también optará a la alcaldía. El partido de Abascal decidió ubicar a este asesor empresarial al frente del partido en Castilla-La Mancha en detrimento de una diputada nacional que entró en todas las quinielas para el puesto, la toledana Inés Cañizares.

placeholder El candidato de Vox a la presidencia de Castilla-La Mancha, David Moreno. (EFE)
El candidato de Vox a la presidencia de Castilla-La Mancha, David Moreno. (EFE)

En la dirección del partido ultraconservador apuntan a no perder de vista Ceuta, territorio en que la inmigración es un asunto de primer nivel, y en el que Vox se desenvuelve con mucha facilidad. Juan Sergio Redondo aspira a tensar la cuerda con Juan Jesús Vivas, presidente de la ciudad autónoma durante 22 años, empujado por la implantación del partido de Abascal en un territorio que se convirtió en uno de sus grandes feudos en las últimas elecciones generales: Vox fue la fuerza más votada en los últimos comicios al Congreso.

placeholder El candidato de Vox en la Región de Murcia, José Ángel Antelo. (EFE)
El candidato de Vox en la Región de Murcia, José Ángel Antelo. (EFE)

Vox tiene también muchas esperanzas puestas en la Región de Murcia y en las posibilidades de su candidato, José Ángel Antelo, de condicionar al popular Fernando López Miras. El dirigente popular aspiraba a acariciar la mayoría absoluta, pero los últimos sondeos apuntan a que el PP podría alejarse del techo de los 23 escaños para lograr gobernar en solitario. La apuesta de Vox en este territorio es conocido por su pasado como canterano del Real Madrid baloncesto. Llegó a liderar en 2004 a la selección española de Eurobasket sub-18 y se retiró definitivamente en 2019. Este gallego de Santiago asentado en Murcia ha engordado las expectativas de Vox en la región, hasta el punto de doblar el resultado que obtuvieron los de Abascal en 2019.

Vox ha diseñado una campaña de perfil bajo, sobria, sin fuegos artificiales. El partido ha multiplicado su radio de acción territorial con casi 2.000 listas, y allí creen que tienen un amplio margen de mejora respecto a 2019. Su apuesta es que doblarán el número de concejales y mejorarán sustancialmente en las autonomías. Pero su auténtico desafío no se sitúa el 28-M, sino que comienza justo el día después de las elecciones. Los de Abascal saben que se jugarán el tipo en la mesa de negociación, donde pelearán por lograr el objetivo que se han marcado a fuego desde el principio: replicar el modelo de Castilla y León y lograr entrar en otros gobiernos del PP. El planteamiento que hacen los ultraconservadores es que conseguir ahora esa meta facilitará a Santiago Abascal hacer lo propio con Alberto Núñez Feijóo, y pedir ministerios en un hipotético ejecutivo de derechas.

Partido Popular (PP) Elecciones municipales y autonómicas
El redactor recomienda