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Explicación de la caída del reaparecido ministro Bolaños, un político que "se ha salido de la curva", ha defraudado las expectativas de Sánchez y que es otro de sus graves fallos en el 'casting' de sus colaboradores

Foto: El ministro Bolaños, en la conmemoración de los bombardeos de Gernika. (EFE/Miguel Toña)
El ministro Bolaños, en la conmemoración de los bombardeos de Gernika. (EFE/Miguel Toña)
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Ocupa el despacho de su predecesora Carmen Calvo en uno de los edificios del complejo de la Moncloa. Es el mismo que ocupó también Soraya Sáenz de Santamaría. Como Félix Bolaños, ambas fueron ministras de la Presidencia, pero con una diferencia: las dos fueron empoderadas con la titularidad de la vicepresidencia primera del Gobierno. La incógnita inicial sobre la, hasta ahora, mano derecha de Pedro Sánchez remite a la omisión de esa categoría para el ministro más cercano a él. Se supone, por parte de atentos observadores de la "burbuja" monclovita, que el presidente del Gobierno prefirió diluir la relevancia de la vicepresidencia en Nadia Calviño —sin fuerza en el PSOE y considerada, como Teresa Ribera, como "una tecnócrata"— porque asignársela a Bolaños "hubiese producido un efecto en él de sobreestimación, siendo un tipo que se tiene en demasiada consideración y al que el presidente no quiso arropar con un título excesivo para su precoz carrera política".

Esta misma fuente subraya que "la vicepresidencia dispone de ciertas prelaciones y facultades, pero su poder lo determina el propio presidente, según la ley de Gobierno" y añade: "Bolaños ha tenido una progresión muy rápida, de asesor jurídico en Ferraz a pretender manejar el Gobierno. Se ha extralimitado. Hubiese cumplido bien su función de haberse dedicado a la intendencia de la Moncloa, a dar soporte discretamente al presidente. Como hizo Carmen Calvo, que se comió unos cuantos marrones acorazando a Sánchez".

Foto: Sánchez conversa con Bolaños en el Congreso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Lo cierto es que el de Presidencia es el único ministro con despacho en la Moncloa, con acceso inmediato al presidente y, en el caso de Bolaños, ha sido la clave de bóveda del gabinete que formó en julio de 2021 un Sánchez jupiterino que depuso a Calvo, a la que mantiene su aprecio; expulsó a Ábalos; prescindió de Campo —luego recuperado como magistrado del Constitucional—; y se deshizo de Iván Redondo, cuyo sueño hubiese sido ocupar la plaza que obtuvo su contradictor y crítico Félix Bolaños.

Los poderes del ministro

"La gente, incluso tus colegas, no visitan el Boletín Oficial del Estado. Si lo hicieran, descubrirían el inmenso poder del ministro de la Presidencia, que en el caso de Bolaños se añade al que ostenta por ser el miembro más prominente de la Federación Socialista Madrileña y un fontanero avezado en manejar los hilos desde las bambalinas. Era cauteloso, pero, quizás sobreestimando su capacidad, se ha exhibido y ha cometido errores imperdonables, de gran repercusión en el funcionamiento del Gobierno". Palabras de un cargo socialista en la Moncloa durante la etapa anterior que, aunque no registró fricciones directas con Bolaños, siempre mantuvo las distancias con él.

"Quizás sobreestimando su capacidad, ha cometido errores imperdonables, de gran repercusión en el funcionamiento del Gobierno"

El Real Decreto de 18 de febrero de 2020 de estructura orgánica del Ministerio de la Presidencia equipa a su titular con una catarata de competencias. Así reza el abigarrado artículo primero de esa disposición que delimita las amplias facultades de Bolaños, pero al mismo tiempo, sus varias responsabilidades incumplidas:

"Corresponde al Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática la coordinación de los asuntos de relevancia constitucional; la preparación, desarrollo y seguimiento del programa legislativo; el apoyo inmediato a la Presidencia del Gobierno; la asistencia al Consejo de Ministros, a las Comisiones Delegadas del Gobierno, a la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios y, en particular, al Gobierno en sus relaciones con las Cortes Generales; la coordinación interministerial que le encomienden las disposiciones vigentes, el Gobierno o su presidente; la coordinación y el análisis de la calidad de la actividad normativa del Gobierno; las funciones de apoyo material, de gestión económico-financiera, presupuestaria, de personal y, en general, cuantas otras de esta naturaleza precisen el presidente del Gobierno y los órganos dependientes de la Presidencia del Gobierno; el ejercicio de las competencias relacionadas con el uso de la bandera, el escudo y demás símbolos nacionales; así como las demás competencias atribuidas por el ordenamiento jurídico. Le corresponde también la propuesta y ejecución de la política del Gobierno en materia de memoria histórica y democrática, así como del ejercicio del derecho a la libertad religiosa y de culto".

Foto: Félix Bolaños recibe la cartera como nuevo ministro de Presidencia. (EFE) Opinión
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Del ministro de la Presidencia y de Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática dependen, además, la agencia del Boletín Oficial del Estado, el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales y el Centro de Investigaciones Sociológicas, además del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional. Sin duda, la herramienta clave de cualquier ministro de la Presidencia es el buen manejo de la Comisión General de secretarios de Estado y Subsecretarios que es la que prepara las sesiones del Consejo de Ministros.

Los dos mayos "épicos"

Con tanto poder y tanta ascendencia sobre Pedro Sánchez, la gestión de Bolaños es mal valorada desde amplios sectores del PSOE e, incluso, por parte de otros ministros socialistas. "Los dos de mayo de 2022 y 2023 han sido épicos", subraya uno de sus críticos. El año pasado, el ministro, efectivamente, desató una crisis en el CNI al desvelar en una extemporánea rueda de prensa, y actuando en ella como portavoz del Gobierno, el jaqueo de los teléfonos móviles del presidente y de la ministra de Defensa. Bolaños habría convencido a Sánchez de que ese era el mejor recurso para aliviar la presión de los dirigentes independentistas catalanes a los que se habían practicado escuchas por los servicios de inteligencia, previamente autorizadas por el magistrado de la Sala III del Supremo, Pablo Lucas.

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"La estrategia de Bolaños ha sido del todo fallida porque provocó una innecesaria crisis en el CNI, que se llevó por delante a su directora, Paz Esteban, contra el criterio de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y abrió en canal la seguridad del Estado al admitir en la comisión de secretos oficiales a ERC, Bildu y la CUP, una deriva realmente increíble", analiza una de las fuentes consultadas y próximas al Ministerio de la Presidencia. "Además, el procedimiento judicial que aconsejó Bolaños y que se impulsó por la Abogacía del Estado en la Audiencia Nacional, está en colapso procesal, paralizado porque ni Israel, suministrador del programa-espía Pegasus, ni Marruecos, cuyo Gobierno es sospechoso de la intrusión, han colaborado lo más mínimo, ni lo harán". Además, "Sánchez está quedando en mal lugar porque, a raíz del vuelco en las relaciones con Marruecos a propósito del Sáhara Occidental, se ha extendido la especie de que el presidente está agarrado por no se sabe qué informaciones que habrían sido obtenidas de su móvil".

placeholder Momento en el que se impidió a Bolaños (c) subir a la tribuna del acto cívico militar por el Dos de Mayo. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
Momento en el que se impidió a Bolaños (c) subir a la tribuna del acto cívico militar por el Dos de Mayo. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

El pasado dos de mayo, fiesta grande de la autonomía madrileña, Bolaños consumó otro día "épico". El ministro quiso incorporarse como autoridad del Estado a la tribuna instalada para ellas en la Puerta del Sol. No estaba invitado al acto. El Gobierno madrileño solo cursó invitación a la ministra de Defensa —desfilaban unidades militares— y a Isabel Rodríguez, no en su condición de portavoz, sino como responsable del departamento de Política Territorial. "Los ministros no delegan entre sí mediante resolución administrativa; solo lo hace el presidente del Gobierno, y Bolaños adujo que asistía por delegación de Rodríguez. Planteó un pulso a una mujer como Ayuso, a la que poco le importa el real decreto de prelaciones protocolarias, y Bolaños quedó muy desairado. Podemos y debemos criticar la actitud del Gobierno de Madrid, pero hay que estar a los efectos reales del incidente: esa foto de la catenaria de la jefa de protocolo de la comunidad —Alejandra Blázquez— impidiendo el acceso al ministro de la Presidencia fue terrorífica y jamás se debió haber producido".

Foto: Isabel Díaz Ayuso durante el desfile militar del Dos de Mayo. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

No es nuevo, pero se subraya ante las enormes dificultades para escalar posiciones en el 28-M de las candidaturas de Maroto y Lobato, que el gesto de Félix Bolaños fue un error que se califica además de "indefendible". Sánchez "reaccionó dos días después muy serio y con brevedad, seguramente porque no conocía las intenciones del ministro", comentan fuentes socialistas, que detallan también que, ya entonces, "Félix no estaba bien; había sufrido cólicos biliares; no tenía energía y además su equipo no gestionó con habilidad esa situación". Mientras unos niegan que Margarita Robles —situada ya en la tribuna de autoridades— se "diese cuenta de lo que estaba ocurriendo, porque hubiera reaccionado", otros disienten de esa versión: "Robles y Bolaños están distanciados y la ministra no olvida el lío del CNI".

Bolaños y la candidatura por Madrid

Pero el mayor malestar en el PSOE, que compartiría el presidente del Gobierno, aunque la versión no es pacífica al respecto, fue la supuesta negativa de Félix Bolaños a asumir la candidatura a la alcaldía de Madrid. Según una de las fuentes consultadas, Bolaños fue "simplemente tanteado"; según otras, "se le ofreció esa misión". Sánchez, que ya apostó y fracasó con Pepu Hernández, sugirió el encargo a varios representantes del socialismo después de que la primera oferta la rehusase en el otoño del pasado año Carmen Calvo, la exvicepresidenta y antecesora de Bolaños. Las fuentes antes citadas atribuyen la negativa de Calvo a que "estaba pasando por un mal momento familiar y no se sentía con fuerzas", que luego recuperaría, hasta el punto de que meses después se replanteó la negativa y le mostró a Sánchez su disponibilidad. Para entonces, sin embargo, el líder socialista ya había consultado a otras personas —entre ellas, a Bolaños— y estaba decidido por el tándem Reyes Maroto-Juan Lobato.

"Al margen ya del destrozo del 2 de mayo, tiene vara alta en la Federación Socialista Madrileña y pudo habérsela echado a la espalda y lo eludió"

Bolaños, intervenido quirúrgicamente para extirparle la vesícula biliar el pasado 6 de mayo, atraviesa por un período de convalecencia, pero reapareció el pasado miércoles en la sesión de control en el Congreso y contestó una pregunta de Vox. El jueves participó en dos mítines (Murcia y Almería) y este viernes en Madrid con los dos candidatos socialistas. Se despejaba así la incógnita de su intervención, o no, en la campaña por la duda de los efectos de su presencia, basada en que el ministro "puede movilizar más a la derecha que a nuestro electorado, al menos en Madrid".

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Las exhumaciones de Francisco Franco y de José Antonio Primo de Rivera, aquella antes de las elecciones de noviembre de 2019, cuando desempeñaba el cargo de secretario general de la Presidencia, y esta a semanas de la campaña del 28-M, "marcan mucho a Félix en un doble sentido, pero no sabemos cuál de los dos es más potente, si el favorable o el contrario, teniendo en cuenta la reactividad de Vox y de la propia Ayuso". Si las candidaturas de Maroto y Lobato no logran en Madrid las segundas plazas en el ranking del día 28, "se le van a pedir cuentas porque, al margen del destrozo del 2 de mayo, tiene vara alta en la Federación Socialista Madrileña y pudo habérsela echado a la espalda y lo eludió".

Ni control legislativo ni de los socios

Es competencia de Bolaños "la coordinación y el análisis de la calidad de la actividad normativa del Gobierno" y este es el aspecto técnico de su gestión que ofrece un peor balance. El visto bueno del Consejo de Ministros a la ley orgánica de Garantía de Libertad Sexual (del solo sí es sí) ha sido el "peor error legislativo" de la coalición. Sus efectos se califican por estas fuentes de "demoledores", porque, "además de excarcelar a más de un centenar de delincuentes sexuales y de rebajar las penas a más de mil, ha significado la ruptura, no formal pero sí real, de la coalición, y ha puesto en valor al PP en el Congreso, sin cuyo concurso no se hubiese podido reformar la ley para, en el futuro, parar la sangría escandalosa de revisiones y libertades de presos que nos ha hecho tanto daño", reflexionan las fuentes consultadas. A propósito de los errores de este proyecto de ley —luego ley—, en la Moncloa "hubo hasta gritos". Y correspondía a los ministerios de Justicia (que no elaboró el proyecto, sino Igualdad) y a Presidencia (que debió valorar su calidad técnica), haber evitado el episodio más bochornoso de los protagonizados por el Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos.

Foto: Foto de familia del Gobierno. (EFE/Juan Carlos Hidalgo) Opinión

El hecho de que los socios más cualificados de la mayoría de la investidura (ERC y Bildu) tampoco apoyasen la reforma de la ley, cuestionó la eficacia de las "relaciones con las Cortes" que tiene atribuidas Félix Bolaños. Igualmente, no debió pasar el filtro la llamada ley trans, que se considera un "fracaso" en los entornos socialistas. Provocó la ruptura del movimiento feminista en el PSOE, de larga tradición, que quedó reflejada en la abstención de Carmen Calvo en la votación de la norma. "Tampoco debió pasar esta ley como lo hizo", se quejan representantes de esta potente corriente de mujeres socialistas, desarbolada en buena medida por una ley que les enmienda en tanto en cuanto propicia "el borrado de la mujer".

Se frustra la "desjudialización"

No fue mejor, técnicamente, la reforma del Código Penal para suprimir el delito de sedición y crear un tipo más benigno de malversación. Y no lo fue por un doble motivo: por el empleo para aprobar la norma de una proposición de ley con la finalidad de eludir los informes preceptivos de los órganos consultivos y porque el propósito de impunidad para los condenados en la sentencia del Supremo de octubre de 2019 no se consiguió en lo que concernía a la malversación. Con cierto abuso censor, aliviando responsabilidades generalizadas en el Gobierno, estas fuentes también descargan una buena parte de ellas sobre Félix Bolaños, porque "además de ministro de la Presidencia, creíamos que era un buen jurista". En todo caso, "la desjudialización no se ha conseguido porque la malversación en su tipo más agravado será la acusación que formule el fiscal en las decenas de procedimientos penales a cargos públicos secesionistas. Y se trataba de evitar el regreso a ese escenario de tensión".

Foto: El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. (EFE/Julien Warnand)

Socialistas de corte tradicional denominan "enmiendas bastardas" a las que intentó tramitar el Gobierno a través de sus grupos parlamentarios para alterar aspectos sustanciales de la ley del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional y que paralizó el órgano de garantías constitucionales el pasado mes de diciembre. De nuevo, surge el papel de Bolaños en esta crisis, porque "la ministra de Justicia es la más irrelevante del Gobierno (citan las huelgas de los letrados y la evitada in extremis de jueces y magistrados) y carece del peso político que él sí tenía".

El listado de agravios es largo: los dos ministros reprobados por el Congreso con los votos de los socios parlamentarios (Fernando Grande Marlaska y Raquel Sánchez), la imposibilidad de reformar la Ley de Seguridad Ciudadana (ley mordaza) y de aprobar otra de Secretos Oficiales. En la gestión de las mayorías necesarias, la cita es crítica también para Rafael Simancas, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, y para Patxi López, portavoz del grupo parlamentario socialista.

Estas fuentes acusan también de incapacidad negociadora a Bolaños respecto de un asunto inabordable por el Gobierno y el PSOE: el CGPJ

Aunque estas fuentes arremeten contra la "oposición destructiva e incoherente del PP", acusan también de incapacidad negociadora al ministro de la Presidencia, respecto de un asunto inabordable por el Gobierno y el PSOE: el Consejo General del Poder Judicial. "Este es el primer Ejecutivo que no ha conseguido renovar el órgano de gobierno de los jueces, que sigue en una prórroga de más de cuatro años que es inédita". Se requería, dicen, "un abrelatas negociador para obligar al PP y, por más que se ha tocado y retocado la ley Orgánica del Poder Judicial, la derecha, con un descaro absoluto, se ha mantenido encastillada. Y de ahí nadie le ha sacado. Tampoco Félix, aunque es verdad que la ministra de Justicia no ha sido precisamente inocente".

Bolaños "se ha salido de la curva"

En plástica descripción de una veterana socialista, "Bolaños se ha salido de la curva y con Sánchez —que falla en los castings de sus colaboradores más cercanos— eso es muy peligroso. A Félix le están esperando con la escopeta cargada muchos damnificados, incluso el jefe del gabinete del presidente, Óscar López". Efectivamente, el ministro de Presidencia ha de ser muy cuidadoso con las relaciones que mantiene con el aparato de la Moncloa al servicio directo del jefe del Gobierno y que se amplió mediante un real decreto en el verano del pasado año.

placeholder El ministro de Presidencia, Félix Bolaños. (EFE/Kiko Huesca)
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños. (EFE/Kiko Huesca)

La conclusión es que una pieza maestra del gabinete de julio de 2021 está irreversiblemente averiada, Félix Bolaños, en un contexto de deterioro, igualmente irreversible, de la coalición. La impresión es que Pedro Sánchez "aguantará el tirón con este equipo hasta convocar las generales", pero también dependerá de los resultados del próximo domingo. "Tal y como están las cosas, el PSOE no puede llegar a las elecciones previstas en diciembre con este estado de cosas", en referencia a sus ministros, pero también a la "incrustación" de Podemos en el gabinete, y el papel de Yolanda Díaz, que es tanto amiga como adversaria, pero a la que hay que "controlar al milímetro".

"A Félix le están esperando con la escopeta cargada muchos damnificados, incluso el jefe del Gabinete del presidente, Óscar López"

Pedro Sánchez, siempre atento a la política internacional, se volcará en la presidencia de turno de la Unión Europea a partir del primero de julio. Pero el líder socialista quiere amarrar esa gestión sin margen alguno para los ministerios, a los que también concierne. Por eso, el pasado 29 de julio, en un Real Decreto sobre los servicios de la Presidencia, creó un nuevo organismo en la Moncloa al que se atribuye lo siguiente:

"Bajo la dependencia directa de la persona titular de la dirección del gabinete de la Presidencia del Gobierno existirá una Oficina de Coordinación para la Presidencia Española de la Unión Europea, a la que le corresponden las funciones de preparación, planificación, coordinación, seguimiento e impulso de las actividades necesarias para la organización y el desarrollo de los eventos relacionados con la Presidencia Española de la Unión Europea, durante el segundo semestre de 2023. Asimismo, se encargará del asesoramiento y la asistencia al presidente del Gobierno en los asuntos relacionados con la Unión Europea y con las relaciones bilaterales con los países europeos, y proporcionará al presidente del Gobierno la información necesaria para el ejercicio de su participación en el Consejo Europeo, llevando a cabo el análisis y seguimiento de los programas y acciones de la Unión Europea".

Foto: Pedro Sánchez, junto al primer ministro chino Li Qiang, en Pekín. (EFE/Wang Ye)

Ni Exteriores, ni Presidencia: Sánchez se dispone a hacer una travesía en solitario y sin sherpas. Sin Albares —que lo fue— y sin Bolaños —que también lo fue—. Solo con el mando de su gabinete bajo el control de Óscar López y Antonio Hernando, lo que supone que los dos ministros, por distintas razones, han quedado amortizados, aunque la caída del responsable de la Presidencia es especialmente grave y demasiado significativa. La campaña electoral del 28-M, con una frecuencia desaforada de presencias presidenciales, se explicaría tanto por la escasez de buenos colaboradores, como por la voluntad del propio secretario general socialista. La calidad del casting de la que hablaba la veterana dirigente socialista ha sido muy deficiente. Después del chasco de Iván Redondo, el de mayor calibre, el fiasco de Bolaños.

Ocupa el despacho de su predecesora Carmen Calvo en uno de los edificios del complejo de la Moncloa. Es el mismo que ocupó también Soraya Sáenz de Santamaría. Como Félix Bolaños, ambas fueron ministras de la Presidencia, pero con una diferencia: las dos fueron empoderadas con la titularidad de la vicepresidencia primera del Gobierno. La incógnita inicial sobre la, hasta ahora, mano derecha de Pedro Sánchez remite a la omisión de esa categoría para el ministro más cercano a él. Se supone, por parte de atentos observadores de la "burbuja" monclovita, que el presidente del Gobierno prefirió diluir la relevancia de la vicepresidencia en Nadia Calviño —sin fuerza en el PSOE y considerada, como Teresa Ribera, como "una tecnócrata"— porque asignársela a Bolaños "hubiese producido un efecto en él de sobreestimación, siendo un tipo que se tiene en demasiada consideración y al que el presidente no quiso arropar con un título excesivo para su precoz carrera política".

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