El PSOE necesita una movilización "extra" del 15% para salvar el 28-M tras el bache por Bildu

En Ferraz, no quieren dar nada por hecho en las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28-M. Según sus encuestas, estarían en condiciones de retener su actual poder territorial y hasta conquistar la alcaldía de Barcelona, pero reconocen que todo depende de la movilización de su electorado potencial. Concretamente, de un porcentaje que fuentes de la cúpula del partido sitúan entre el 10 y el 15%. Evitar que se queden en casa el 28 de mayo es su principal reto para los nueve días que restan de campaña.

Durante los últimos días, se están tratando de manejar las expectativas para activar a todos sus votantes, máxime tras la polémica por las listas de EH Bildu, que ha cambiado el paso de la campaña electoral. "Cierta incertidumbre nos viene bien para que no se confíe la gente. Si se ven seguros, no van a votar", argumenta un miembro de la cúpula de Ferraz. De hecho, no se esconde el temor a una falta de activación del partido a nivel local y que no se vayan a la abstención los electores que en los anteriores comicios eligieron la papeleta del puño y la rosa. Principalmente, en territorios como Andalucía, donde las elecciones coinciden con el Rocío u otras romerías, pero también donde las encuestas están más apretadas porque "la derecha sí está hipermovilizada".

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El mensaje de Ferraz a sus federaciones durante estos días es que se vuelquen en la traca final de la campaña y tensionen a los suyos. Empujar "una movilización extra" en el bloque progresista, que según las encuestas tiene más dudas de acudir a votar que los que eligen opciones del bloque conservador. A este margen de movilización, con el que no contarían los populares, fían desde el PSOE las garantías para que no cambien de color los gobiernos que ahora lidera.

La sensación generalizada entre los dirigentes socialistas es que el espacio a su izquierda resiste en plazas clave donde los necesitan para sumar mayoría, como es el caso de la Comunidad Valenciana, Baleares, Extremadura o Sevilla. En otros territorios como Madrid no lo ven tan claro, pero en términos generales confían en mantener su muleta o sumarla a otras alternativas regionalistas, como Aragón Existe en la comunidad que preside Javier Lambán o Geroa Bai en Navarra.

Pese a irse diluyendo el temor a que Unidas Podemos no tuviese la fuerza suficiente para reeditar las actuales coaliciones, fuentes de la dirección del PSOE ponen en duda la campaña electoral que están haciendo los morados. Algunas de sus propuestas las tildan de "residuales" y de falta de sensibilidad con los problemas de la sociedad, en referencia a su último anuncio electoral proponiendo cambiar el Código Penal para perseguir a empresas desokupas.

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Tampoco está gustando en Ferraz la estrategia de sus socios de "insistir en evidenciar las diferencias con nosotros", alertando de que al electorado progresista lo desmovilizan estas batallas. Frente a ello, los conminan a centrarse en movilizar a sus votantes para asegurarse representación y recuperar el tiempo perdido en sus propias disquisiciones internas por las diferencias con la plataforma Sumar, que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz.

La polémica por la inclusión de 44 condenados por pertenencia a ETA en las listas de EH Bildu, de los que siete con delitos de sangre han acabado renunciando, ha actuado como un elemento desestabilizador en la campaña. Su protagonismo en la agenda ha provocado que el goteo de anuncios electorales de Pedro Sánchez con medidas sociales pasase a un plano más secundario. A pesar de ello, tanto en la Moncloa como en Ferraz niegan que vaya a afectar en la decisión del voto. Ni siquiera en los territorios donde sus propios barones se muestran críticos con la política de alianzas parlamentarias de Pedro Sánchez, que esta legislatura incluyó a EH Bildu.

Riesgo en Aragón y Castilla-La Mancha

En Aragón o en Castilla-La Mancha mantienen esta misma tesis, aunque han tratado de marcar mayores diferencias censurando los acuerdos con la formación de la izquierda abertzale radical. El aragonés Javier Lambán, asegurando que "el PSOE debería romper cualquier relación con una fuerza política que incluye asesinos en sus listas", y el castellano-manchego Emiliano García-Page, incidiendo en un mitin el pasado domingo, junto a Pedro Sánchez, en que "con los asesinos de ETA ni a la vuelta de la esquina". Además de este desmarque, las apelaciones que estos barones hacen a un voto más transversal podrían verse afectadas por la polémica.

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Sobre todo para Page, pues el candidato socialista a la presidencia de Castilla-La Mancha es el que más bolsa de votantes de Ciudadanos absorbe para asegurarse la mayoría absoluta, según la encuesta de IMOP-Insight para El Confidencial. Si la polémica amenaza este trasvase, su mayoría quedaría en cuestión. Al igual que si beneficia a Vox y la formación de Santiago Abascal logra transformar sus votos en representación institucional, más allá de las circunscripciones de Guadalajara y Toledo, para facilitar la suma con el PP. Precisamente, lo que sí reconocen en la parte socialista del Gobierno es que la polémica por las listas de EH Bildu beneficia a Vox y a la presidente popular de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, "que le está marcando el paso a Feijóo".

La intención del PSOE pasa por no mover ni un ápice su estrategia de campaña y seguir con la misma fórmula del goteo de anuncios de medidas en mítines estos días para llevar al Consejo de Ministros del próximo martes, el último antes del 28-M. "Propuestas útiles que creemos que pueden movilizar", defienden fuentes socialistas que contraponen a la supuesta falta de alternativa del PP, dicen, por aferrarse a ETA e "instrumentalizar a las víctimas" en campaña electoral.