Nuevos datos del ataque a la embajada de España en Kabul implican a dos ministros talibanes

La Policía Nacional ha reactivado la investigación en torno al ataque terrorista contra la embajada de España en Kabul en 2015, cuando fueron asesinados los agentes Jorge García Tudela e Isidro Gabino San Martín. Según informan a El Confidencial fuentes de la investigación, la Comisaría General de Información ha hallado nuevos indicios que permiten la reapertura judicial del caso más de siete años después. Los datos con los que cuentan las autoridades españolas señalan a dos ministros del actual Gobierno talibán, surgido del golpe de Estado perpetrado hace dos años con el que recuperaron el poder tras dos décadas de ocupación intencional en busca de afianzar una democracia.

Los expertos en la lucha contra el terrorismo yihadista han recibido nuevas informaciones recientemente a las que otorgan validez. Señalan a dos integrantes del actual Ejecutivo afgano como implicados en la planificación del atentado contra la legación española. Según las fuentes consultadas, uno de ellos es Sirajuddin Jallaloudine Haqqani, actual ministro del Interior afgano. Este alto dirigente es el líder de la llamada red Haqqani, una de las ramas más violentas dentro del movimiento talibán y especialmente activa en la realización de atentados en la región. Sirajuddin Jallaloudine Haqqani nació en Wariristán (Pakistán) hace 46 años y su liderazgo sobre esta facción le reporta un alto poder de influencia sobre el máximo responsable talibán, Haibatullah Akhundzada.

TE PUEDE INTERESAR

Un ministro cuya cabeza vale 5 millones: el ala dura talibán, Sirajuddin Haqqani, encargado de Interior

T.F.

El segundo ministro señalado por el ataque a los intereses españoles en 2015 es el actual responsable de la cartera de Información y Cultura, Zabiullah Mujahid. Este dirigente es además el portavoz oficial del Ejecutivo desde su regreso al poder, la cara más visible hacia el exterior. Nacido en la región afgana de Paktia en 1978, Mujahid es de la misma generación de líderes que Sirajuddin Haqqani, llegados al poder sin haber luchado contra la invasión soviética de Afganistán. Ambos mandatarios están bajo el foco de Interpol. Pesa sobre ellos la llamada blue notice a petición de la Policía Nacional española. Una blue notice (aviso azul) se solicita para recopilar información adicional sobre la identidad, la ubicación o las actividades de una persona en relación con una investigación criminal.

También el número dos de la Inteligencia talibana

El atentado contra la embajada de España se produjo en diciembre de 2015. Se supo que lo llevaron a cabo cuatro autores materiales porque murieron en el atentado tras permanecer 12 horas atrincherados en la embajada, en la que mataron a los dos policías nacionales. La Policía no renuncia a dar con sus identidades y con los últimos responsables. Los acontecimientos vividos en Afganistán recientemente han permitido acceder a nuevos datos que cercan a estos dos ministros. Los mismos datos señalan también al actual número dos de los servicios de Inteligencia talibanes. Este tercer cargo es la persona que de forma directa dio las órdenes y dirigió la acción, según los datos aportados a la Policía Nacional.

La Audiencia Nacional archivó en 2017 una querella presentada por las familias de los policías asesinados dirigida contra el embajador de España en Kabul y el segundo embajador el 11 de diciembre de 2015, cuando se produjo el atentado. Les acusaban de homicidio imprudente. El juez Santiago Pedraz consideró que no se podía hacer recaer en los diplomáticos esa responsabilidad criminal, ni aun a título de imprudencia por una posible omisión del Estado. En sus conclusiones, el magistrado admitió, no obstante, que la embajada no contaba con las adecuadas medidas de seguridad. La Policía cree que las nuevas informaciones que obran en su poder pueden servir para reabrir las diligencias 142/2015 en la Audiencia Nacional.

Identidad falsa

Los investigadores otorgan credibilidad a la información recibida, que incluye datos de las identidades falsas que utiliza el actual ministro del Interior talibán para moverse internacionalmente. Una de ellas es Abdul Star Abdullah, vinculada a un pasaporte y documento de identidad afganos. Los Haqqani son una familia de mucho peso en el poder actual de Afganistán. El ministro del Interior heredó de su padre, Maulvi Jalaluddin Haqqani, el liderazgo de la red terrorista al servicio de los talibanes. Los Haqqani unieron sus fuerzas a la causa talibana en la década de los noventa y desde entonces han sido siempre una facción determinante en el diseño de la estrategia en el campo de batalla y en el reparto de cuotas de poder.

El atentado en la embajada tuvo lugar apenas cinco días antes de unas elecciones generales en España. Murieron los dos policías nacionales, cuatro agentes afganos, un empleado local de la delegación y hubo 10 heridos. Sobre los autores materiales, se sabe que instalaron un Toyota Corolla verde cargado de explosivos junto a un portón metálico que había en el perímetro del edificio. La detonación de la carga propició la muerte del primer miembro del comando, un terrorista suicida, pero permitió generar una abertura en el muro de seguridad de la embajada por la que entraron los demás integrantes del grupo. Lograron llegar hasta la azotea, donde terminaron abatidos por las fuerzas internacionales que acudieron en auxilio de España.

Las fuerzas de seguridad afganas remitieron las huellas dactilares de los tres últimos fallecidos —del primero, ni siquiera hubo posibilidad de mandar nada identificable por causa de la explosión—. Pero nunca llegaron a remitir los nombres de estos terroristas ni otros datos para contrastarlos con otros archivos. Las autoridades tomaron fotos de los asesinos tras su muerte en el enfrentamiento. Son imágenes de buena calidad y no resultaría imposible identificarlos a pesar de que los rostros están muy desfigurados por la acción bélica.

Para entender lo que significan los policías asesinados Jorge García Tudela e Isidro Gabino San Martín en el cuerpo, sirva lo que sucedió cuando la delegación española tuvo que abandonar Afganistán a la carrera ante el avance talibán en el verano de 2021. Los policías que integraban en ese momento el equipo de seguridad de la embajada corrieron a salvar una bandera que homenajeaba a los dos fallecidos con los que ellos ni siquiera llegaron a coincidir. La bandera subió en el último avión español que participó en la evacuación masiva de emergencia que sacó a 2.000 colaboradores afganos. En ella se podía leer "Héroes de la Policía Nacional y ejemplo para sus compañeros".