Génova da por segura una mayoría absoluta de Ayuso pero rebaja la euforia en el resto de las comunidades
Frente al optimismo de Génova, en la Puerta del Sol prefieren no tirar las campanas al vuelo y enfrían la posibilidad de la presidenta de la Comunidad de Madrid de igualar el récord de Moreno en Andalucía
La dirección nacional del PP cree que la mayoría absoluta de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid está garantizada. Es el diagnóstico que hacen importantes miembros del núcleo duro de Alberto Núñez Feijóo con base en los cálculos internos que revisan casi diariamente en el 13 de Génova de cara a las próximas elecciones autonómicas y municipales, para las que ya ha comenzado la cuenta atrás. La confianza de Génova choca con la prudencia que, tanto en público como en privado, exhiben en la Puerta del Sol, donde dan por seguro que podrán revalidar, como poco, el resultado de los últimos comicios —Ayuso logró 65 diputados, a cuatro de la absoluta—, pero prefieren no tirar las campanas al vuelo antes de tiempo. "Aún nos queda muchísimo trabajo por hacer. Hay también elecciones municipales, y no podemos relajarnos", declaraba la propia dirigente madrileña en una entrevista con El Confidencial.
El temor del PP de Madrid es que la coincidencia con los comicios locales provoque un efecto arrastre entre los votantes que escojan la papeleta socialista en sus respectivas circunscripciones municipales y opten por las mismas siglas en el ámbito autonómico. En mayo de 2021, Isabel Díaz Ayuso logró movilizar voto a su favor gracias a múltiples factores, empezando por la controvertida política de puertas abiertas que aplicó en plena pandemia y que permitió a la hostelería madrileña sobrevivir al golpe del virus. En aquellos comicios concurrió también Pablo Iglesias para tratar de reflotar, sin éxito, la marca de Podemos en la región. De aquella pugna surgió el ya manido lema electoral de "comunismo o libertad", sobre el que la presidenta madrileña logró duplicar resultados, frenar a Vox y absorber todo el electorado de Ciudadanos.
Ayuso necesita ahora un nuevo acicate que aumente el trasvase de voto a derecha e izquierda que ya se produjo hace dos años, y le permita alcanzar la ansiada mayoría absoluta, que le igualaría a Juanma Moreno como contrapeso interno de cara a una futurible e hipotética batalla por la sucesión. Por el momento, la baronesa popular ha optado por la misma estrategia que en 2021: nacionalizar la campaña y plantear los comicios del 28-M como un enfrentamiento directo contra Pedro Sánchez. "Realmente no tengo rivales en Madrid; compito contra Sánchez", planteó hace unas semanas en una entrevista para el diario El Mundo. Su móvil electoral es el de "derogar el sanchismo", igual que defiende Feijóo en la arena nacional.
La dirigente ha hecho suyas las banderas de la oposición de Génova, desde la Ley de Memoria Democrática a la de vivienda, pasando por la agenda económica de la Moncloa o la "intervención" de organismos oficiales. A diferencia de sus compañeros autonómicos, que optan por la prudencia y suelen evitar el choque frontal con el Ejecutivo, Ayuso no duda en llevar su batalla contra Sánchez a los tribunales: anunció un recurso a la ley de vivienda incluso antes de que la norma recibiese el visto bueno del Congreso de los Diputados, y llevó al Tribunal Constitucional el impuesto de solidaridad del Gobierno. También fue de las primeras voces que se levantó contra el acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que se estaba negociando entre Génova y la Moncloa en paralelo a la reforma para eliminar el delito de sedición del Código Penal. Su papel fue clave en la decisión de Feijóo de romper el pacto con el PSOE.
Las expectativas son buenas para Isabel Díaz Ayuso. Como publicó El Confidencial de datos proporcionados por IMOP-Insights, la desaparición de Podemos permitiría a la dirigente madrileña lograr una ajustada mayoría absoluta de 69 escaños. Es la misma tendencia que Génova ha detectado en otros territorios, donde el hundimiento de los morados, derivado del desgaste que ha ocasionado en sus siglas la irrupción de Sumar, es la clave a la que fían el éxito del PP en bastiones ahora gobernados por la izquierda, como la Comunidad Valenciana, Baleares o Aragón.
No obstante, y a diferencia de lo que ya airean desde la dirección nacional del PP, en la Puerta del Sol prefieren enfriar la euforia para evitar un traspié en las urnas. "Hay dos formas de perder unas elecciones: dándolas por perdidas, y dándolas por ganadas", repiten en las filas de los populares. Precisamente, la gestión de las expectativas fue clave en el éxito de Juanma Moreno en Andalucía. Los populares andaluces minimizaron en todo momento la victoria que auguraban las encuestas, una prudencia que acercaba un pacto con el Vox de Macarena Olona. Finalmente, el barón andaluz rompió récords con 58 escaños, tres por encima de la mayoría absoluta. Los de Abascal, por su parte, siguieron la estrategia contraria: engordaron sus expectativas, y finalmente quedaron en la irrelevancia.
El optimista escenario para Ayuso es uno de los pocos que ven claro en Génova. Se da por sentado que Fernando López Miras rozará también la mayoría absoluta en la Región de Murcia, y que lograrán recuperar La Rioja. Pero en el resto de territorios el panorama se plantea un tanto difuso. Feijóo necesita recuperar la Comunidad Valenciana y, además, algún territorio con potencia para allanar su camino hacia la Moncloa. Si no es así, la situación se le puede complicar mucho al líder gallego. Y el panorama que dibujan todas las encuestas es el de una noche electoral "muy ajustada" en los grandes bastiones socialistas. El PP cuenta con el hándicap de tener que cerrar pactos con un Vox crecido. Las dos fuerzas un punto claro de disputa: la de compartir, o no, nuevos gobiernos autonómicos. Para el PP es una línea roja; para Vox, una condición.
La dirección nacional del PP cree que la mayoría absoluta de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid está garantizada. Es el diagnóstico que hacen importantes miembros del núcleo duro de Alberto Núñez Feijóo con base en los cálculos internos que revisan casi diariamente en el 13 de Génova de cara a las próximas elecciones autonómicas y municipales, para las que ya ha comenzado la cuenta atrás. La confianza de Génova choca con la prudencia que, tanto en público como en privado, exhiben en la Puerta del Sol, donde dan por seguro que podrán revalidar, como poco, el resultado de los últimos comicios —Ayuso logró 65 diputados, a cuatro de la absoluta—, pero prefieren no tirar las campanas al vuelo antes de tiempo. "Aún nos queda muchísimo trabajo por hacer. Hay también elecciones municipales, y no podemos relajarnos", declaraba la propia dirigente madrileña en una entrevista con El Confidencial.
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