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Últimas semanas de Ciudadanos en el 'coloso' de Alcalá 253: "La sede está vacía"
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ADIÓS AL BUQUE NARANJA

Últimas semanas de Ciudadanos en el 'coloso' de Alcalá 253: "La sede está vacía"

Los naranjas abandonan su joya de la corona en Madrid, el edificio de 2.500 metros que han habitado durante ocho años. Los problemas económicos y las "nefastas perspectivas" fuerzan la búsqueda de un local más asequible

Foto: Vista de la fachada de la sede de Ciudadanos en la calle Alcalá 253. (EFE/Mariscal)
Vista de la fachada de la sede de Ciudadanos en la calle Alcalá 253. (EFE/Mariscal)
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El gigante naranja que asoma en la plaza de Ventas tiene los días contados. La idea de abandonar la emblemática sede de Madrid, un inmueble de cinco plantas y 2.500 metros cuadrados, lleva sobrevolando Ciudadanos desde las últimas elecciones generales. En la noche del 10-N, el partido perdió la friolera de 47 diputados. Y sus filas no han dejado de menguar desde entonces. El debate era conveniente. ¿Merecía la pena pagar un abultado alquiler por conservar un coloso que ya no representaba la realidad del partido?

Inés Arrimadas consideraba que sí. Junto al exsecretario de Finanzas Carlos Cuadrado, realizó importantes ajustes para mantener a flote su joya de la corona en Madrid. Pero la nueva dirección de Ciudadanos, encabezada por Patricia Guasp y Adrián Vázquez, cree que ya es hora de desprenderse de la sede situada en el 253 de la calle Alcalá. La decisión está tomada. La mudanza se hará en verano. Algunas fuentes apuntan que la situación económica es tan delicada que es probable que el cambio esté hecho antes de julio.

Foto: Fachada de la sede de Ciudadanos, ubicada en la plaza de Ventas de Madrid. (EFE/Mariscal)

Hace mucho que Ciudadanos dejó atrás los delirios de grandeza. Mucho ha llovido desde que Albert Rivera pudo ser vicepresidente de Pedro Sánchez, con el que llegó a sumar mayoría absoluta. El único objetivo es la supervivencia. Y la sede de Alcalá no representa esa nueva realidad. En la cúpula del partido, creen que es hora de aparcar la melancolía. El cambio responde a una "decisión estratégica", en el marco de la "profunda reestructuración" que la nueva dirección quiere emprender para dar una oportunidad al proyecto liberal. El secretario general de Cs, Adrián Vázquez, avanzó en una entrevista con El Confidencial que habrá papeleta naranja en el próximo ciclo electoral. Ello incluye autonómicas, municipales, generales y europeas. Y esa determinación tiene unos gastos a priori incompatibles con un alquiler de cerca de 30.000 euros mensuales.

El partido ha comenzado ya la búsqueda de un nuevo local en una zona peatonal, que sea céntrico y "eficiente". Pero también más pequeño y barato. La dirección ha visitado ya varios locales en la almendra central de Madrid. Algunas fuentes apuntan que la zona de Atocha es la opción que cobra más fuerza para la mudanza. Pero aún no hay una decisión tomada. "Necesitamos algo más cercano a la gente", sintetizan en la dirección nacional. Están dispuestos a ser "flexibles" con el desembolso, pero el ahorro económico es la clave de la maniobra. Como publicó El Confidencial, el partido prevé gastar todos sus ingresos en el presente ejercicio. Y este 2023, Ciudadanos prevé ingresar casi tres millones de euros menos que el ejercicio anterior.

La decisión de bajar la persiana de la sede de Ventas no ha sorprendido en las filas del partido. La dirección saliente, liderada por Inés Arrimadas, ya hizo importantes recortes de plantilla y servicios que han retomado los nuevos dirigentes. "Los que quedamos apenas ocupamos un tercio del edificio", reiteran fuentes de la cúpula, que apoyan una "decisión lógica" y coherente con la situación actual del partido. "La sede está completamente vacía, inhabitada", comenta otra voz autorizada, que relata cómo buena parte de los despachos llevan años prácticamente inutilizados.

Foto: El exsecretario de organización de Ciudadanos, Fran Hervías, el pasado martes. (S. B.)
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"La sede se abandona porque no hay dinero con que pagarla, y las nefastas perspectivas indican que no va a existir ningún ingreso para hacer frente a ese gasto", resume otra fuente. El esfuerzo que en público exhibe la nueva dirección naranja por vencer esas malas expectativas choca con el desánimo y pesimismo que se respiran a puerta cerrada en las filas del partido. "La salida de la sede no solo simboliza el fin de una etapa. Simboliza el fin del partido", opina un diputado nacional.

Esa es precisamente la sensación que quiso evitar Inés Arrimadas hasta el último día de su mandato al frente del aparato orgánico de Ciudadanos. "Abandonar la sede hubiese sido un signo de decadencia", opina un antiguo colaborador de la portavoz del Congreso, que ya ha abandonado todos sus cargos en el partido. La progresiva pérdida de representación institucional y la caída en el número de afiliados abrieron un agujero en las finanzas del partido, que la expresidenta intentó paliar mediante recortes de gastos en las delegaciones autonómicas y municipales del partido.

Foto: Inés Arrimadas, en el Congreso de los Diputados. (Instagram/@inesarrimadas)

Como publicó El Confidencial, la dirección de Madrid no solo ajustó el cinturón de sus representantes territoriales, sino que cerró directamente algunas sedes provinciales y recortó otras partidas, como el gasto en personal o en seguridad. El objetivo era salvar la sede central de Madrid, el buque insignia de Ciudadanos, la joya de la corona que a algunos pocos optimistas aún les hacía soñar con la remontada que nunca llegó. Aquellas decisiones de Inés Arrimadas despertaron un fuerte rechazo en las corporaciones regionales y locales. "La gente se preguntaba cómo era posible que se cerrasen sedes autonómicas, pero mantuviesen un alquiler de miles de euros, una sede en la que solo quedaban cuatro gatos", se queja otro miembro de Cs en el Congreso.

Pero la nueva dirección del partido ha dado un golpe encima de la mesa. Opinan que la supervivencia de la marca es más importante que seguir mirando al pasado. El secretario general de Ciudadanos, Adrián Vázquez, pilota ahora la rescisión del contrato con la aseguradora Caser y la búsqueda del nuevo inmueble. En pocas semanas, Ciudadanos se despedirá definitivamente de la sede que fue testigo de la expansión nacional del partido de Albert Rivera, desde la que tocó el cielo el 28 de abril de 2019, cuando se hizo con 57 escaños en el Congreso y a punto estuvo de dar el sorpaso a un PP en horas bajas.

El gigante naranja que asoma en la plaza de Ventas tiene los días contados. La idea de abandonar la emblemática sede de Madrid, un inmueble de cinco plantas y 2.500 metros cuadrados, lleva sobrevolando Ciudadanos desde las últimas elecciones generales. En la noche del 10-N, el partido perdió la friolera de 47 diputados. Y sus filas no han dejado de menguar desde entonces. El debate era conveniente. ¿Merecía la pena pagar un abultado alquiler por conservar un coloso que ya no representaba la realidad del partido?

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