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Una almohada fuera de lugar detona una refriega policial en la comisaría de Vilagarcía
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ENTRE 'SÉRPICO' Y 'TENIENTE CORRUPTO'

Una almohada fuera de lugar detona una refriega policial en la comisaría de Vilagarcía

El inspector jefe de un pueblo de Pontevedra acumula varias denuncias por malas prácticas. Unos dicen que se salta la ley a la torera, otros que los agentes no quieren trabajar

Foto: El jefe de la comisaría de Vilagarcía, Luis Hombreiro. (Universidad de Vigo)
El jefe de la comisaría de Vilagarcía, Luis Hombreiro. (Universidad de Vigo)

Todo empezó con una almohada. No tenía nada especial, pero estaba en un sitio insospechado: en el archivo de la comisaría de Vilagarcía de Arousa, en Pontevedra.

Se trata de una sala para consultar expedientes, denuncias y dosieres; no se permite dormir. A la pista de la almohada pronto se sumaron las mantas que se usan para las celdas del calabozo, que debían estar limpias, pero habían sido usadas. Por último, el pueblo confirmó que la comisaría, que por ley tiene que abrir las 24 horas del día, en ocasiones se cerraba por la noche.

Foto: Buceadores de la Guardia Civil llevan a cabo labores de rescate junto al narcosubmarino. (EFE/Lavandeira Jr)

"A mí me dijeron que todo lo que tenía que aprender esa noche era a coger la almohada", explicó un joven agente que fue enviado a la comisaría, en teoría, para adquirir experiencia patrullando con los veteranos. En la práctica, pasó la noche durmiendo con los demás en la sala de archivos.

Hasta que llegó el comandante y mandó a parar.

El comandante en la comisaría de Vilagarcía es el asturiano Luis Hombreiro (1977), doctor en Biología y experto en análisis de ADN con prestigio internacional. Desde que ascendió a la jefatura de la comisaría, en septiembre de 2021, mantiene una batalla con siete de sus agentes con visos de acabar en los tribunales.

"Entró como un elefante en cacharrería, pero es que la comisaría era un cachondeo"

Qué está sucediendo depende a quién le pregunte. Según unos, estamos ante la versión galaica de Sérpico (1973), donde un Al Pacino insobornable se enfrenta a la corrupción de sus compañeros, un puñado de cínicos que están dispuestos a lo que sea con tal de mantener su forma de vida. Si pregunta a los agentes, le pintarán una situación más cercana al Bad Lietunant (1992) de Abel Ferrara, en la que un teniente de policía, encarnado por Harvey Keitel, comete todo tipo de abusos de poder a sabiendas de que no habrá consecuencias.

En las últimas semanas, este periódico ha recibido una decena de acusaciones anónimas contra el inspector jefe de Vilagarcía. Se le acusa de modificar cuadrantes con fines espurios, de prevaricación, de haber amenazado a un médico o de tratar a su plantilla como a un grupo de delincuentes.

"Hombreiro entró en Vilagarcía como un elefante a una cacharrería", admiten desde la prensa local. "Se encontró con un escenario de personal limitado, bajas masivas, falta de agentes en la calle... y quizá sus métodos no fueron del todo ortodoxos, porque es una persona pasional, pero tampoco podemos olvidar que la comisaría era un cachondeo, había muchos agentes acomodados que se negaban a salir a la calle".

Estas mismas fuentes indican que, en la comisaría, a lo largo de los últimos años, se han utilizado las bajas como arma de presión contra los comisarios e inspectores jefes. Que es habitual que en fechas señaladas, como Navidad o verano, pero también durante la vendimia en las Rías Baixas, media plantilla se encuentre de baja por enfermedad.

Este fue el segundo problema que abordó Hombreiro.

placeholder Imagen de Vilagarcía de Arousa. (Flickr)
Imagen de Vilagarcía de Arousa. (Flickr)

Las bajas médicas están firmadas por un mismo facultativo: el doctor Jacinto López, que ejerce en una clínica cercana al puerto. Según un escrito al que ha accedido El Confidencial, López denuncia que el inspector jefe se personó en su clínica "tratando de coaccionarme para que no le diese más bajas a los policías de su comisaría, intentando intimidarme con expresiones como que me quitaría la licencia para ejercer la medicina, como ya había hecho antes en otros destinos". Siempre según su versión, desde entonces no ha vuelto por allí ningún policía, lo que habría tenido un impacto negativo en su negocio.

Desde la clínica confirman la denuncia, presentada ante Asuntos Internos, si bien no quieren hacer declaraciones. Tampoco quiere responder Hombreiro, aunque sí da pistas a través de su entorno: "Es la primera noticia que tiene el inspector de esto. No ha tenido nunca una conversación como la que detalla la denuncia con el doctor".

Las tres explicaciones

Desde este episodio se han sucedido las hostilidades. El sindicato policial CEP (Confederación Española de Policía), junto al Partido Popular, ha emitido cuatro notas de prensa pidiendo el cese de Hombreiro y de la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba. Hombreiro, por su parte, ha expedientado a cuatro agentes, uno de ellos por negarse a hacer la patrulla nocturna y delegarla en un policía local.

"Todas estas acusaciones son falsas. Si se cierra la comisaría, es porque hay pocos agentes y están de patrulla. Pero es que a veces no hay agentes suficientes para la patrulla. Hemos recurrido estos expedientes y nuestros servicios jurídicos están convencidos de que los vamos a ganar por la vía judicial", dicen desde CEP. "Lo que no se puede permitir es que en Vilagarcía se actúe como en un reino de taifas, en el que el inspector jefe puede hacer lo que le dé la gana sin afrontar ninguna consecuencia. Como no hemos podido solucionarlo por la vía interna, la semana que viene presentaremos una denuncia contra Hombreiro ante la Fiscalía", sostienen desde el sindicato. Coincidirá en el tiempo, no es casual, con el viaje de Hombreiro a Madrid para hacer el examen de comisario.

He aquí la explicación política a las tensiones: "Las quejas llegan, en su mayoría, por parte del sindicato CEP, que está ligado a la derecha. Antes, al frente de la comisaría de Vilagarcía estaba Estíbaliz Palma, que era comisaria provincial en Pontevedra, muy cercana al Partido Popular. Pero hizo aquellas declaraciones, las recordarás, en las que decía que ya le gustaría a muchas mujeres ser violadas por un antidisturbios y, claro, la cesaron del cargo", dicen fuentes periodísticas.

"La clave es que las hizo en una comida privada con compañeros. ¿Qué significa esto? Que quien las filtró era un compañero interesado es descabalgarla del puesto", continúan.

"Los sindicatos policiales conservadores consideran, equivocadamente, que Hombreiro es un hombre del PSOE"

La jugarreta sentó como un tiro entre los policías de corte más conservador, que vieron cómo su puesto lo ocupaba Juan José Díaz, cercano al PSOE y amigo íntimo de Hombreiro. "Y de ahí que se tienda a pensar equivocadamente que Hombreiro es un hombre del PSOE". Desde el CEP niegan esta tesis con trasfondo ideológico, rechazan su presunta vinculación con la derecha y aclaran que las disputas con el mando son por razones laborales sin entrar en otras consideraciones o cuestiones de partidos políticos.

La segunda teoría es que Hombreiro está azuzando un avispero histórico: el de la cocaína. La comarca de Salnés, de la que Vilagarcía es su principal núcleo, sigue acogiendo a algunos de los principales narcotraficantes de Galicia. Esto genera que la cocaína en la provincia de Pontevedra no solo sea fácil de conseguir, sino que su sobreabundancia ha dado lugar a una rebaja de su precio histórico: cuesta 10 euros menos que en el resto del país.

A su llegada, Hombreiro detectó que el tráfico con esta sustancia se daba a simple vista, en calles y bares, y de nuevo mandó a parar. Sirviéndose de dos perros policía expertos en detección de drogas, Flecha y Rol, comenzó una serie de redadas en bares y locales que desembocó en varias detenciones y la incautación de decenas de kilos de cocaína. "Ya hemos conseguido que se escondan. Ahora viene la siguiente fase: encontrar sus escondites", declaró Hombreiro a la prensa el verano pasado.

placeholder El narcosubmarino rescatado en la ría de Arousa. (EFE)
El narcosubmarino rescatado en la ría de Arousa. (EFE)

Parece que va por el buen camino. Desde entonces, la prensa da fe de varias incautaciones, incluso del descubrimiento de un pequeño submarino preparado para el narcotráfico. El último golpe lo asestó hace unos días, cuando media comisaría de Vilagarcía irrumpió a las siete de la tarde en un bar y detuvo a todos los presentes. "Por primera vez en muchos años, veo a los vecinos llamar a la policía para alertas de estos lugares. En esta última redada, por ejemplo, hubo muchos vecinos aplaudiendo alrededor, una cosa impensable aquí, donde todos conocemos a alguno que es familia de Los Gordos, de Los Fanchos o de Los Santórum... incluso los mismos policías", dice otro periodista de la zona.

El héroe local

En la comarca del Salnés hay una relación cordial con la cocaína. Todos saben lo que sucede, pero también que es una actividad que mantiene a una parte de la región y no genera problemas de convivencia ni orden público. De modo que los que se enfrentan al narco no dan su nombre, y los que dan su nombre no quieren enfrentarse al narco. El exalcalde Enrique León (1944) es de los que ha luchado contra el narcotráfico y, además, da la cara. Estaba en la comisaría de Vilagarcía durante los años 80, cuando se estableció el narco en grandes clanes, y figuró junto al juez Baltasar Garzón durante la operación Nécora en 1990. Después, ya como comisario, lideró el desmantelamiento de los clanes secundarios, más peligrosos si cabe que los de primer nivel.

Si ya era una figura respetada en Vilagarcía, su popularidad se disparó tras el estreno de Fariña (2018), ya que su vida inspiró el papel de Tristán Ulloa, un sargento que destaca por su honestidad. Abandera la tercera explicación, la de que el conflicto policial es endémico en Galicia: "En la Policía Nacional, los sindicatos tienen mucho poder y lo ejercen. La situación que está viviendo Hombreiro la conozco perfectamente, no solo por los veinte años que he pasado en la comisaría de Vilagarcía, sino porque sufrí un caso muy similar en Santiago de Compostela. De hecho, si pudiera contar aquello, me daría para más de un libro", bromea con este periódico.

placeholder Tristán Ullosa interpretando el papel del sargento Castro en 'Fariña'. (Atresmedia)
Tristán Ullosa interpretando el papel del sargento Castro en 'Fariña'. (Atresmedia)

Entrado en la jubilación, León vive en Vilagarcía como un vecino más. Eso sí, como un vecino bien informado y ducho en cuestiones policiales. Se declara devoto de Hombreiro: "Es una persona que ha venido a trabajar. De hecho, es el único que vive en el piso de la comisaría para controlarlo todo, los otros comisarios preferían vivir más lejos del trabajo. Se ve que la comisaría ha revivido. Ahora voy por la calle y la gente me dice que está encantada, que por fin ven a policía uniformada por las calles después de muchos años. Incluso yo le he llamado para felicitarle personalmente".

"Me duele muchísimo que se trate de echar a una persona por estar haciendo bien las cosas. Tenemos a un profesional de primer nivel en Vilagarcía, al que llaman de otros países para dar charlas sobre el análisis de ADN y, en vez de valorarlo y protegerlo, parece que solo queremos que se marche cuanto antes", lamenta el excomisario León.

Todo empezó con una almohada. No tenía nada especial, pero estaba en un sitio insospechado: en el archivo de la comisaría de Vilagarcía de Arousa, en Pontevedra.

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